Carceles y viviendas, una imposible convivencia
La gracia de Felipe II tuvo que ser clamorosamente acogida por los presos barceloneses: les hizo el favor de ordenar que abrieran troneras en los muros del hogar de la miseria, donde estaban recluidos. Estos agujeros daban a la plaza del ?ngel y les permit¨ªan, adem¨¢s de ver luz, sacar las manos por los barrotes y pedir limosna a los apiadados transe¨²ntes.En aquella ¨¦poca, sin embargo, los hogares de miseria ni siquiera eran antecedentes de lo que hoy son las c¨¢rceles, sino la antesala del ajusticiamiento p¨²blico, donde los cautivos cumpl¨ªan pena con la amputaci¨®n de una mano, un pie o la cabeza. Las c¨¢rceles fueron un invento que tard¨® tres siglos en implantarse, desde que los brit¨¢nicos descubrieron las ventajas de mantener por tiempo m¨¢s o menos indefinido a prostitutas, vagos, maleantes, asesinos y ladrones en dormitorios vigilados de los arrabales de Londres. Corr¨ªa el a?o 1555.
Hasta 1773 no se institucionalizaron tales residencias. El m¨¦rito se debe al burgomaestre de la ciudad de Gante, Hippollyte Vilain, en cuyas obras se inspiraron los arquitectos espa?oles que dise?aron las llamadas c¨¢rceles modelo a finales del siglo XIX. Salvo algunas leves modificaciones introducidas en el Reino Unido y en Estados Unidos, el modelo Vilain, bautizado como pan¨®ptico, se ha mantenido vigente en Espa?a hasta hace unos a?os.
Si la disposici¨®n pan¨®ptica se acomoda exclusivamente hacia la privaci¨®n de libertad, cuanto m¨¢s siniestra, m¨¢s ejemplar. El impacto exterior y urbano de estas c¨¢rceles ha sufrido un desajuste similar en el momento que la mayor¨ªa de las ciudades se ha tragado materialmente estos enclaves y los ha incorporado como un elemento m¨¢s de su entorno ciudadano, pared con pared a colegios, iglesias o viviendas, desde cuyas ventanas sus habitantes disfrutan de la visi¨®n penitenciaria como los cautivos barceloneses gozaban de la de los transe¨²ntes.
En el caso de la prisi¨®n de Guadalajara, la vista que sol¨ªan contemplar los vecinos no deb¨ªa de ser de su agrado. Llamaron al gobernador civil y le exigieron que subiera los muros o que colocara mamparas opacas. De lo contrario, se rebelaban en mot¨ªn callejero en protesta contra las exhibiciones de los presos, que ten¨ªan a gala desnudarse de cara a sus viviendas a una hora fija cada d¨ªa. El gobernador atendi¨® sus peticiones.
Alcohol y pelotas de droga
En Ja¨¦n no se ha llegado a ese extremo, pero s¨ª estuvo a punto de correr la sangre hace ocho a?os, cuando un furg¨®n que ven¨ªa con nuevos inquilinos se apost¨® en la entrada -muchas de estas c¨¢rceles no tienen accesos directos hasta su interior-, ocasi¨®n que aprovecharon los aspirantes a reclusos para huir de la hospitalidad que se les ofrec¨ªa. Los guardianes que les acompa?aban provistos de sus armas reglamentarias autom¨¢ticas, casi provocan una matanza en la concurrida calle en su intento por evitar la escapada de los fugados.
Hace tres meses, los funcionarios de la de Salamanca reconocieron que diariamente ca¨ªan al patio de la prisi¨®n pelotas con drogas, botellas de alcohol y piedras. Uno de ellos, que intent¨® interceptar una pelota en cuyo interior presum¨ªa que hab¨ªa droga, fue agredido con un cristal por el recluso que esperaba la mercanc¨ªa.
Otra prisi¨®n que no tiene nada que envidiar a la de Barcelona, porque ha seguido id¨¦ntica odisea, es la de Valencia, conocida tambi¨¦n como la Modelo. Tiene los flancos protegidos por manzanas de viviendas, excepto un lateral que da al viejo cauce del Turia. Los vecinos podr¨ªan enviar a su interior cualquier peque?o objeto hasta con tirachinas, bien desde los balcones de la calle del Nueve de Octubre, bien desde Cast¨¢n Tobe?as. A principios del a?o pasado se intercept¨® una escopeta con destino a un presidiario franc¨¦s de la familia de los marselleses. El arma no lleg¨® a su remitente, que, al parecer, no pretend¨ªa emular con ella a los asesinos de Raymond Vacarizzi, sino solamente disuadir a sus guardianes para que le franqueran las puertas de la libertad.
Los presos de la Modelo de Oviedo tienen una ventaja sobre los dem¨¢s: no s¨®lo pueden mantener conversaciones con sus novias cara a cara desde sus celdas sin necesidad de recurrir a los locutorios, sino que pueden flirtear con desconocidas, sobre todo si se s¨ªt¨²an en la zona contigua a la v¨ªa del ferrocarril, desde donde se goza de una perfecta visi¨®n del contertulio. Por los otros costados tambi¨¦n se divisa el interior de la prisi¨®n; los alumnos del colegio Calasanz dan fe de ello, as¨ª como los vecinos de la zona del Naranco. En m¨¢s de una ocasi¨®n la Guardia Civil se ha visto obligada a espantar a los visitantes asiduos de este muro por el exceso de jolgorio que organizaban. La alegr¨ªa se torn¨® en tragedia en noviembre de 1983, cuando uno de estos lanzamientos clandestinos conten¨ªa una botella llena de metadona, cuyo adulterante produjo la muerte del recluso que la recibi¨®, que, sin m¨¢s cuidados, decidi¨® trasegarla.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Archivado En
- Felipe II
- Gobernador Civil
- C¨¢rcel Modelo
- Intentos fuga
- R¨¦gimen abierto
- Provincia Guadalajara
- Delegados Gobierno
- Fuga presos
- Castilla-La Mancha
- Subdelegaciones del Gobierno
- Seguridad penitenciaria
- Barcelona
- Prisiones
- Beneficios penitenciarios
- Catalu?a
- Narcotr¨¢fico
- Delitos contra salud p¨²blica
- Centros penitenciarios
- Vivienda
- Asesinatos
- R¨¦gimen penitenciario
- Sucesos
- Delitos
- Administraci¨®n Estado
- Historia