A Moses se le ha olvidado perder

Tiene s¨®lo 28 a?os, y de no ser por el boicoteo de los Juegos de Mosc¨² estar¨ªa a punto de conseguir su tercera medalla de oro consecutiva. La terrible sensaci¨®n de frustraci¨®n y desamparo, que dej¨® como secuela aquella oportunidad perdida, aquellos cuatro a?os de esfuerzo in¨²til, le sirvieron a Moses para replantear ante las autoridades del atletismo las reglas econ¨®micas que reg¨ªan el deporte aficionado."Era un ingenuo", admite, "jam¨¢s se me ocurri¨® que alguien pudiera llegar a pagarme dinero por llevar algo que, de todos modos, ten¨ªa que utilizar". Pero aprendi¨® pronto. Justo antes de Montreal hab¨ªa conseguido un contrato con la marca Adidas que le proporcionaba la nada despreciable cifra de 40.000 d¨®lares al a?o, a pesar de que el dinero iba a parar en gran parte al club de atletismo al que pertenec¨ªa.

El m¨¢s cotizado

El a?o pasado, sin embargo Moses gan¨®, aproximadamente, medio mill¨®n de d¨®lares. Posiblemente la mayor cifra conseguida por un atleta de pista, si bien Alberto Salazar y Bill Rodgers, ambos corredores de marat¨®n, habr¨¢n superado esta cantidad debido a las enormes cantidades que cobran por participar en las grandes maratones.

Este a?o, por ser ol¨ªmpico, Moses puede llegar f¨¢cilmente al mill¨®n de d¨®lares. S¨®lo Carl Lewis cobra m¨¢s por participar en una carrera, pero si su imbatibilidad contin¨²a, el mejor vallista del mundo podr¨ªa pedir perfectamente entre 15.000 y 20.000 d¨®lares por participar en carreras en el circuito europeo en agosto y septiembre.

Este baile de ceros, aunque insin¨²e lo contrario, no ha significado ning¨²n cambio radical en su vida. Debido a que ¨¦l, personalmente, fue uno de los atletas que m¨¢s influyeron para que se cambiaran las reglas del atletismo en materia econ¨®mica, se siente moralmente obligado a ajustarse exactamente al esp¨ªritu con que fueron redactadas, esto es: que el dinero que un atleta recibe durante sus a?os de actividad deportiva es, ante todo, para asegurarle el futuro, y, en segundo lugar, para mantener sus necesidades b¨¢sicas.

En este ¨²ltimo aspecto, el ¨²nico lujo que se ha permitido es un .Mercedes 300 D, con la siguiente matr¨ªcula plateada: Olympyn. Esto fue una idea de Beanie, su esposa Myrella Bqrdt, nacida en la RFA. Myrella se dedica al dise?o de joyas, en un taller cerca de su casa, y en ocasiones es figurinista para proyectos cinematogr¨¢ficos.

Sigue viviendo en la misma peque?a casa de dos dormitorios, decorados con fotos del atleta, que alquil¨® al llegar a Los ?ngeles. El resto del dinero que gana est¨¢ invertido a su nombre en los fondos especiales de la IAAF.

A Moses no le importa hablar de dinero, incluso lo considera necesario. "Los j¨®venes atletas", asegura, "a trav¨¦s de la Prensa, sacan la impresi¨®n de que s¨®lo los profesionales pueden llegar a ganar millones. El resultado es que muchos canalizan sus energ¨ªas hacia deportes como el baloncesto, el b¨¦isbol o el f¨²tbol, en lugar del atletismo. Esto hace descender el nivel de calidad del atletismo. Es importante que sepan que pueden ganar dinero. Las cosas han cambiado, y ahora los atletas pueden aceptar dinero por correr".

Tampoco le importa admitir que el boicoteo de la Administraci¨®n Carter fue, ir¨®nicamente, una de las causas del cambio de actitud. "Cuando yo empec¨¦ a protestar y admitir p¨²blicamente que aceptaba dinero de los patrocinadores y de los organizadores de las competiciones, lo hice, b¨¢sicamente, bajo un impulso emocional. Ahora me doy cuenta de que boicoteamos los Juegos de Mosc¨² sin una buena raz¨®n, y los ¨²nicos perjudicados fueron los atletas. Pero, finalmente, la gente se dio cuenta de que los atletas fueron los ¨²nicos que acabaron pagando el precio, y esto les hizo acudir a las competiciones".

Por si los varios millones de d¨®lares que puede acumular de aqu¨ª a que se retire no fueran suficientes, Edwin Moses se gradu¨®, en 1978, en ingenier¨ªa y ciencias f¨ªsicas. Precisamente es tuvo trabajando en su especialidad para la compa?¨ªa General Dynamics hasta que decidi¨® con centrarse totalmente en el atletismo en 1980.

Su decisi¨®n ha resultado ser la acertada. La t¨ªmida y escurridiza imagen de sus primeros a?os se ha transformado ahora en la redondeada figura de un importante personaje p¨²blico. De las originales gafas oscuras que luc¨ªa en las carreras debido a un defecto en la vista, ha pasado ahora a unas lentillas especiales. Fue por consejo de su agente, que consideraba que las gafas de sol pod¨ªan acarrearle la etiqueta de militancia pol¨ªtica en el radicalismo negro, lo que podr¨ªa resultarle perjudicial de cara a los lucrativos contratos de publicidad, como el que ahora acaba de conseguir con Kodak.

Pero este resumen econ¨®mico, esta m¨¢quina de producir oro, proviene simplemente de su calidad en la pista, de su imbatibilidad. ?Cu¨¢l es su secreto? Aparte de su entrenamiento y dedicaci¨®n, de sus talentos atl¨¦ticos, Moses ha desarrollado una t¨¦cnica que consiste en reducir el n¨²mero de zancadas entre valla y valla. La mayor¨ªa de los vallistas de primera categor¨ªa corten 13 pasos entre algunos obist¨¢culos y 14 en el resto, Moses da un paso menos y est¨¢ intentando uniformarlo a 12 zancadas entre cada valla.