Una versi¨®n de Eur¨ªpides

El profesor Rodr¨ªguez Adrados hace una aclaraci¨®n muy conveniente (EL PAIS de 18 de julio) a la cr¨®nica que desde M¨¦rida se envi¨® a ese peri¨®dico con motivo de la representaci¨®n de Fedra, de cuyo texto soy adaptador, seg¨²n consta en los programas y carteles, sobre una traducci¨®n suya.Digo que tiene raz¨®n en estar descontento de lo que all¨ª se dec¨ªa. A m¨ª tampoco me gust¨® porque, ni reflejaba fielmente nada de lo que yo hab¨ªa dicho, ni siquiera recog¨ªa lo que a mi me parec¨ªa recordar como m¨¢s significativo de aquello que fue, en realidad, una conversaci¨®n telef¨®nica; qu¨¦ le vamos a hacer.

Donde creo que no tiene raz¨®n el profesor Adrados es al juzgar mi labor de adaptador y, en general, cuando, frente a un problema que no se deja simplificar as¨ª como as¨ª, dice: "Si realmente era necesaria una adaptaci¨®n, que lo juzguen otros", porque, aparte de que siempre habr¨¢ otros, sobre esa necesidad ya decidieron precisamente los que quer¨ªan representar la obra, y sobre eso precisamente estuvimos todos de acuerdo.

Luego el profesor Adrados adm¨ªti¨® que entre su traducci¨®n y mi versi¨®n hab¨ªa diferencias de estilo. Pues bien, a ellas me atengo, aun que no para que se me perdonen como faltas veniales, porque no las tengo en tan poco, y porque al fondo, aunque no sea m¨¢s que al fondo, no se olvide, est¨¢ Eur¨ªpides.-