Gigantes del PNB
A veces recuerdan a un pastor li¨¢ndose a pedradas con Goliat. En otros lances se parecen a Don Quijote en el instante de arremeter contra los gigantones de viento. Tambi¨¦n suelo imaginarlos como Gulliver en el pa¨ªs de Brobdingnag, pasmados por el tama?o descomunal de los objetos heredados. A ellos, claro, les encantar¨ªa aquella imagen heroica de Ulises sac¨¢ndole el ojo a Polifemo. Naturalmente, la oposici¨®n los califica de inexpertos depredadores de dinosaurios y otros monstruos garrafales surgidos del sue?o de la raz¨®n franquista, cuando lo que obsesionaba era engordar el producto nacional bruto (PNB) a base de cemento, burocracia, acero y dem¨¢s alimentos ricos en calor¨ªas fara¨®nicas.Corren por ah¨ª muchas teor¨ªas destinadas a juzgar cr¨ªticamente la gesti¨®n socialista. La m¨ªa no es una teor¨ªa, es una leyenda. Veo a los nietos de Pablo Iglesias en duelo constante contra el gigante derrochador. Estos d¨ªas la han emprendido con las aspas descomunales del molino de la Seguridad Social, pero en todo este tiempo no han hecho otra cosa que ilustrar con mejor o peor fortuna el mito ptimordial de la lucha entre David y Goliat.
Los eruditos del futuro contar¨¢n la f¨¢bula de unos sencillos lectores de Machado que un d¨ªa avistaron las costas de la complejidad por culpa de las famosas siete maravillas del franquismo superior: el INI, Rumasa, Renfe, TVE, la siderurgia, el Ej¨¦rcito y la Seguridad Social. Llegaron al poder con los bolsillos de pana repletos de encantadores aforismos del maestrillo Mairena, y de pronto descubrieron que las cosas ya no eran de derechas o de izquierdas, sino grandes, de escala cicl¨®pea y dotadas de un solo ojo aterrador. Creyeron que su misi¨®n hist¨®rica era construir el socialismo, pero resulta que el destino los eligi¨® para destruir el gigantismo. Es injusto criticarlos por la ideolog¨ªa, porque lo suyo pertenece al territorio de la mitolog¨ªa. La historia los juzgar¨¢ ¨²nicamente por su pericia para utilizar la honda de David, el licor de Ulises, la lanza de don Quijote o la iron¨ªa de Gulliver para derribar las siete maravillas del PNB.
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