Ueberroth: "El comercio ha trabajado para el deporte"
Pregunta. ?stos son los primeros juegos privados de toda la historia ol¨ªmpica. ?Cree que ser¨¢n tambi¨¦n los ¨²ltimos?Respuesta. Tiene que recordar que ninguna ciudad ni Gobierno del mundo quiso alojar los Juegos de la Olimpiada de 1984. No hab¨ªa en el mundo lugar para ellos. Entonces, el alcalde tuvo el valor de decidir que un grupo privado tomara la responsabilidad, y se trata ahora de una asociaci¨®n entre el Gobierno y el sector privado.
Un tipo de Juegos exactamente igual a estos no creo que se vuelva a producir. El comercialismo siempre es parte integrante del deporte. En cualquier competici¨®n deportiva del mundo se ve el comercialismo. Hemos conseguido que el comercio trabajara para el deporte, pero no para que se aprovechara de la publicidad, sino para que trabajara por el deporte.
El comercialismo no formar¨¢ parte de los Juegos de Los ?ngeles. En esta ocasi¨®n, los patrocinadores comerciales han tenido que apoyar los Juegos y hacerlos parte del movimiento ol¨ªmpico para no cargar a los contribuyentes y retraer fondos de la Seguridad. Social ni de otras cuentas a las que se aplican los impuestos.
P. ?Es cierto que se prescinde del personal sovi¨¦tico? ?Es cierto tambi¨¦n que se devolver¨¢ parte del material sovi¨¦tico, especialmente el de la competici¨®n de esgrima?
R. Nos guiamos por la Carta Ol¨ªmpica. Si unos jueces son declarados aptos para los Juegos por la federaci¨®n deportiva que representan, ser¨¢n bienvenidos a este pa¨ªs. Sin embargo, tenemos la duda de si eso es correcto. La verdad, si no viene el equipo, ?por qu¨¦ habr¨ªan de hacerlo los jueces? Pero los que vengan ser¨¢n bien recibidos.
En lo que respecta al material de esgrima sovi¨¦tico, fue un gasto considerable para la Uni¨®n Sovi¨¦tica y uno de sus principales compromisos. Ten¨ªan que enviar a su propio personal para hacerse cargo del material. Pero al no participar, si hay otro pa¨ªs que desea enviar el equipo -en este caso, Alemania Occidental-, ?por qu¨¦ no dejar que un pa¨ªs que env¨ªa a sus atletas tenga la oportunidad de proporcionar el material? As¨ª pues, devolveremos el equipo sovi¨¦tico, agradeciendo las molestias. Pagaremos los gastos de devolucion del material. Utilizaremos el material alem¨¢n occidental y ser¨¢n los t¨¦cnicos de este pa¨ªs los que vengan.
P. Algunos tuvieron que pagar por llevar la antorcha ol¨ªmpica.
R. La antorcha ol¨ªmpica ha tenido m¨¢s ¨¦xito en su recorrido por Estados Unidos que en ninguna ocasi¨®n anterior. En pueblos peque?os y grandes ciudades, la gente sale por miles a las carreteras y caminos para vitorear el paso de la antorcha olimpica y animar el movimiento ol¨ªmpico. A algunos corredores se les permite llevar la antorcha donando 3.000 d¨®lares a la beneficencia local, para ayuda de los necesitados o para ayudar a j¨®venes deportistas que carecen de medios.
No ha habido comercialismo. Solamente grandes atletas del pasado, atletas como Mohamed Ali, que llev¨® la antorcha en Louisville (Kentucky), o Rafer Johnson, en Tejas; grandes atletas que la llevan para ayudar a las beneficencias locales, no a nosotros.
P. ?Fue un error boicotear los Juegos de Mosc¨² de 1980?
R. S¨ª, creo que fue un error. Creo que los boicoteos solamente consiguen una cosa: perjudicar a los atletas. No tienen ning¨²n efecto para la consecuci¨®n de metas pol¨ªticas. Solamente perjudican a los atletas, tanto a los que compiten como a los que no.
Y no se consigui¨® nada sobre Afganist¨¢n. Me gustar¨ªa que el movimiento ol¨ªmpico hubiera aprendido del error de 1980, y del de 1984, para poder evitar este tipo de intrusiones pol¨ªticas. Bajo mi punto de vista personal, y bajo el punto de vista del comit¨¦, el boicoteo de 1980, el boicoteo de 1984 y cualquier otro boicoteo son y han sido solamente errores.
P. ?Se pudo haber evitado, el boicoteo?
R. Analizando lo sucedido, creo que se nos puede criticar por no haber cre¨ªdo, cuando muri¨® Andropov y subi¨® al poder Chernenko, que pod¨ªamos redoblar nuestros esfuerzos para salvar los problemas que se estaban planteando.
Honestamente, hemos intentado por todos los medios que no sucediera en 1984 lo que ocurri¨® en 1980. Ha sucedido y creo que el mundo aprender¨¢, y aprender¨¢ que con eso no se consigue nada, solamente perjudicar a algunos atletas y beneficiar a otros pocos.
P. ?Cu¨¢les son las razones que se ocultan en la ausencia de los sovi¨¦ticos?
R. Mi impresi¨®n es que la primera raz¨®n est¨¢ en una reacci¨®n contra lo que hizo Estados Unidos en 1980. El ojo por ojo.
La segunda raz¨®n, creo yo, es que en esta ocasi¨®n el equipo sovi¨¦tico no era tan potente como en el pasado. La posibilidad de venir y no ganar muchas medallas, creo yo, fue otro de los factores de su decisi¨®n.
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