La misi¨®n imposible de Arturo Cruz

Los miembros del Consejo Supremo Electoral nicarag¨¹ense, y quiz¨¢s junto con ellos los principales dirigentes sandinistas, prefirieron mantener viva una esperanza hasta la medianoche del mi¨¦rcoles. Tal vez el grupo m¨¢s importante de la oposici¨®n cambiara, de opini¨®n. Para no correr riesgos, el Consejo Supremo Electoral decidi¨® ese d¨ªa ampliar el plazo de inscripci¨®n en seis horas y media, con el fin de brindar las "mayores facilidades posibles". M¨¢s tiempo habr¨ªa sido una concesi¨®n demasiado evidente.Los miembros del consejo esperaron hasta el ¨²ltimo minuto en vano. Arturo Cruz, candidato a presidente, y su compa?ero de equipo, Ad¨¢n Fletes, prefirieron su decisi¨®n: la Coordinadora Democr¨¢tica, no participar¨ªa en las elecciones si antes no se sentaban las bases para un di¨¢logo de reconciliaci¨®n nacional. "?sta es una condici¨®n sine qua non, y es la ¨²nica forma en que se puede terminar con la guerra fraticida que vive Nicaragua", hab¨ªa dicho Cruz ese d¨ªa por la ma?ana.

Cuando Virgilio Godoy, ex ministro del Trabajo del Gobierno sandinista y actual candidato a presidente por el Partido Liberal Independiente, ley¨® los peri¨®dicos Barricada y Nuevo Diario, el jueves, tampoco se sorprendi¨® de la decisi¨®n adoptada por la Coordinadora Democr¨¢tica. "Yo entiendo muy bien tu decisi¨®n de inscribirte, Virgilio", hab¨ªa dicho Cruz a su amigo en una reuni¨®n de la cual pocos nic.arag¨¹enses se enteraron, "pero llegu¨¦ a Managua con la misi¨®n de imponer ese plan. No hab¨ªa otra alternativa".

Arturo Cruz lleg¨® a Managua utilizando, adem¨¢s, un lenguaje que incluso inquiet¨® a algunos pol¨ªticos de la coordinadora. "Soy amigo personal de Ed¨¦n Pastora", dijo, "y lo aprecio por ser un gran sandinista y patriota".

Sin embargo, la cuesti¨®n preferida de Cruz durante los siete d¨ªas que permaneci¨® en Managua, fue destacar su calidad de mediador entre la contra y las autoridades sandinistas. Se?al¨® que los principales dirigentes de las fuerzas que luchan contra el r¨¦gimen le hab¨ªan dicho que estaban dispuestos a dejar las armas, si exist¨ªa una verdadera voluntad de di¨¢logo.

?Sab¨ªa Cruz que su ofrecimiento no hab¨ªa de encontrar una respuesta positiva por parte de los nueve comandantes? Deb¨ªa saberlo, porque, para la direcci¨®n nacional del Frente Sandinista, el tema no admite discusi¨®n. Al menos, as¨ª lo han venido diciendo desde que la cuesti¨®n fue planteada, a fines de diciembre del a?o pasado, por la propia Coordinadora Democr¨¢tica.

Cuando lajeraqu¨ªa cat¨®lica de Nicaragua volvi¨® a insistir a fines de abril en la necesidad de un di¨¢logo entre todos los nicarag¨¹enses, estuvieran dentro o fuera del pa¨ªs y sin "discriminaci¨®n de ideolog¨ªas", la ¨²nica respuesta que recibi¨® fue un ataque frontal por parte de los sandinista.

Los obispos fueron acusados, de formar parte de una maquinaria destinada a desarticular el poder revolucionario y, m¨¢s grave a¨²n, a desestabilizar la capacidad defensiva de los sandinistas.

"Fue una prueba de fuerza", dijo un miembro de la coordinadora al comentar la gesti¨®n infructuosa del candidato Cruz, "pero ten¨ªamos que llegar hasta el final. Las consecuencias se ver¨¢n en el futuro". Para los sandinistas, la propuesta de abrir un di¨¢logo con participaci¨®n de la contra hecha por Cruz, fue un ultim¨¢tun militar.

Llegar hasta el final

La estrategia pol¨ªtica planteada por el candidato Cruz -un hombre que "tiene el aval de Washington", seg¨²n un importante funcionario internacional- y los riesgos, imprevisibles a¨²n, del escaso ¨¦xito de sus discursos, tuvieron, sin embargo, un resultado inmediato: mostrar a los sandinistas como poco inclinados a buscar una soluci¨®n negociada a la guerra."No negociamos con traidores y delincuentes" dijo Daniel Ortega como ¨²nica respuesta a la oferta de di¨¢logo. Sobre Arturo Cruz, el coordinador de la Junta de Gobierno y candidato a la presidencia por el Frente Sandinista coment¨®: "Es un agente de la CIA enviado por esa organizaci¨®n a Nicaragua a cumplir una misi¨®n".

Pero los sandinistas no tardaron en reaccionar, para borrar una posible imagen de intransigencia. De pronto, el Frente Sandinista se mostr¨® dispuesto a apoyar una gesti¨®n orientada a ampliar el plazo de formaci¨®n de alianzas electorales, que vence el 4 de agosto.

La medida tiene importancia, porque podr¨ªa dar un mayor margen de tiempo, por ejemplo, a los partidos que integran la Coordinadora Democr¨¢tica Nicarag¨¹ense para incluir un candidato en la lista de un partido ya inscrito. Es poco probable que lo hagan, pero la invitaci¨®n a participar en las elecciones sigue vigente.

Otro hecho destacado provocado por la presencia de Cruz en Managua fue el comienzo, con varios d¨ªas de anticipaci¨®n, de la campa?a electoral, que deb¨ªa iniciarse el 1 de agosto. A su llegada al aeropuerto, amigos y simpatizantes gritaron por primera vez consignas pol¨ªticas en contra del r¨¦gimen sandinista. "Democracia, s¨ª, comunismo no", fue lo m¨¢s repetido. Tambi¨¦n el diario La Prensa goz¨® de una repentina libertad para publicar sus art¨ªculos.

"Fue la semana que estremeci¨® a Nicaragua", dijo Virgilio Godoy, el otro candidato importante de la oposici¨®n a la presidencia nicarag¨¹ense, al comentar la visita de siete d¨ªas de Cruz.