Los partidos parlamentarios, excepto el PCE, est¨¢n de acuerdo en mantener los criterios b¨¢sicos de la actual normativa electoral

Los rasgos b¨¢sicos de la actual normativa electoral, que data del a?o 1977, se mantendr¨¢n inalterados en el pr¨®ximo proyecto de ley Electoral, que el Gobierno socialista ha comenzado ya a elaborar. El consenso entre los partidos parlamentarios de ¨¢mbito estatal para que se mantengan estos rasgos b¨¢sicos del decreto-ley de 1977 parece ser ya bastante amplio, si se except¨²a a los comunistas, seg¨²n se puso de manifiesto en una mesa redonda organizada por EL PA?S. Sin embargo, varios representantes de partidos y los expertos presentes en la mesa se inclinaron a favor de un aumento del n¨²mero de esca?os en la C¨¢mara Baja, hasta el m¨¢ximo de 400 diputados previsto por la Constituci¨®n.

"Si todas las fuerzas pol¨ªticas estuviesen de acuerdo en esta ampliaci¨®n a 400 esca?os en el Congreso, el PSOE no pondr¨ªa reparos", declar¨® Eduardo Mart¨ªn Toval, secretario general del Grupo Socialista. Tanto los comunistas, representados por Enrique Curiel, vicesecretario general del partido, como el Centro Democr¨¢tico y Social (CDS), por boca de su secretario general, Jose Ram¨®n Caso, se mostraron conformes con esta ampliaci¨®n, que introducir¨ªa, a su juicio, un factor de mayor proporcionalidad en la ley Electoral.Tambi¨¦n los expertos se mostraron favorables a que el Congreso cuente con 400 esca?os, en lugar de los 350 actuales. Juli¨¢n Santamar¨ªa, director del Centro de Investigaciones Sociol¨®gicas, y Rafael Arias-Salgado, ex ministro de UCD, principal responsable de la redacci¨®n del decreto-ley electoral de 1977, a¨²n en vigor, consideraron que este incremento de esca?os corrige la desviaci¨®n actual, que hace que, con un 33% de los votos, un partido pueda quedarse a s¨®lo siete diputados de la mayor¨ªa absoluta, lo que dificulta los Gobiernos de coalici¨®n y promueve, en cambio, Gobiernos escasamente estables.

"Una ley que, como la de 1977, permite que un partido con un tercio de los votos tenga casi mayor¨ªa absoluta no es buena", resumi¨® Santamar¨ªa, quien opin¨® que, dadas las caracter¨ªsticas territoriales espa?olas, esta desviaci¨®n favorece a los partidos conservadores (con mayor ¨ªndice de voto en zonas rurales, y menor en las m¨¢s pobladas).

Pese a esta argumentaci¨®n, los dos partidos mayoritarios, PSOE y AP -representada en la mesa redonda por su secretario general, Jorge Verstrynge-, mostraron escaso entusiasmo por la ampliaci¨®n. Verstrynge bas¨® su rechazo en el aumento de gastos que significar¨ªa dotar al Congreso de 50 nuevos esca?os. Mart¨ªn Toval, tras se?alar que el problema le parece "escasamente relevante", argument¨® que el paso "puede ser mal visto" por la opini¨®n p¨²blica.

M¨¢s pol¨¦mico a¨²n result¨® el m¨¦todo que se aplicar¨ªa para repartir, en su caso, esos 50 nuevos esca?os. La defensa del PCE -partido que prepara ya un texto electoral alternativo- de establecer de una lista nacional que recoja los votos residuales tras aplicar el mecanismo de asignaci¨®n de esca?os en todas las provincias se bas¨® en que este m¨¦todo "descabalga la teor¨ªa del voto ¨²til" al garantizar un m¨ªnimo de esca?os a los partidos no mayoritarios. Pero la idea tropez¨® con la general objeci¨®n de que tal lista parece ir en contra de la Constituci¨®n, al crear, de hecho, una nueva circunscripci¨®n electoral, que har¨ªa el n¨²mero 53. El art¨ªculo 68 de la Constituci¨®n establece que "la circunscripci¨®n electoral es la provincia".

El PCE es, en general, el ¨²nico partido que rechaza frontalmente los fundamentos b¨¢sicos del decreto de 1977: pide la reducci¨®n del n¨²mero m¨ªnimo de esca?os por provincia, de los dos actuales a uno -para evitar que en no pocas provincias rurales "voten las hect¨¢reas, y no las personas", argument¨® Curiel-, y defiende la modificaci¨®n del actualmente vigente m¨¦todo D'Hondt de reparto de esca?os. Tambi¨¦n defendi¨® el establecimiento de una barrera nacional, de manera que un partido no pueda acceder al Parlamento si no ha obtenido un 5% del total de los votos.

Gobernabilidad

Todos los partidos, excepto AP, se proclaman a favor de modificar el sistema electoral en el Senado para hacerlo proporcional (como en el Congreso) mediante el m¨¦todo de cociente electoral (ver informaci¨®n adjunta), si bien admitiendo que el precepto constitucional que establece un n¨²mero fijo de cuatro senadores por provincia supone una fuerte limitaci¨®n a las posibilidades de proporcionalizaci¨®n de la C¨¢mara Alta.Para Jose Ram¨®n Caso, mantener el sistema actual, mayoritario, podr¨ªa hacer que existiese un partido dominante en la C¨¢mara Baja, y el opuesto, en la C¨¢mara Alta, lo que har¨ªa muy dificil la gobernabilidad de la naci¨®n. Verstryrige, por su parte, se mostr¨® "preocupado" ante "los intentos socialistas" de cambiar el sistema en el Senado, que "debe seguir rigi¨¦ndose por un sistema electoral mayoritario".

Si se except¨²a la controversia sobre el Senado, la sensaci¨®n existente entre los partidos minoritarios es que se da ya un acuerdo b¨¢sico entre PSOE y AP en torno a un proyecto que, en todo caso, el Gobierno pretende, seg¨²n Mart¨ªn Toval, consensuar con todas las fuerzas pol¨ªticas.