La ocasi¨®n que no aprovech¨® Gomelski
J. JOS? FERN?NDEZ, Nunca se habr¨¢ podido triunfar tanto con una derrota. Simplemente con no hacer el rid¨ªculo en la final bastar¨¢. El baloncesto espa?ol, pese a los problemas de ¨²ltima hora con la lesi¨®n de Fernando Mart¨ªn, ha aprovechado la ocasi¨®n. Gomelski, el entrenador sovi¨¦tico que lo hab¨ªa pronosticado y deseado, no ha podido. Espa?a, a fin de cuentas, es el delf¨ªn europeo del gran ausente, la URSS. De ese equipo, tal vez el mejor de su historia, con una diferencia de lujo llamada Tkachenko, que deb¨ªa jugar hoy en su lugar por el t¨ªtulo ol¨ªmpico.
"La l¨¢stima es que sea a las cuatro de la madrugada", dec¨ªa Saporta, al final del partido contra Yugoslavia. Pero olvidaba que es ,s¨¢bado y que es agosto. Aunque tampoco habr¨¢ mucho que ver, seg¨²n lo ocurrido en el partido de la fase previa. Estados Unidos es la cuarta dimensi¨®n. "Si Bobby Knight me deja a sus pivots, entonces ser¨ªa otra cosa", ha comentado D¨ªaz Miguel. O Gomelski a Tkachenko, Claro. Pero no podr¨¢ ser.
Lo ¨²nico que queda ya, en un principio, es alegrarse por la primera plata en el deporte ol¨ªmpico colectivo m¨¢s importante. Por despertar de un aut¨¦ntico sue?o hasta hace s¨®lo seis a?os, cuando a¨²n los yugoslavos, por ejemplo, estaban a a?os luz y Espa?a luchaba por recuperarse de su no clasificaci¨®n para Montreal-76 en el triste preol¨ªmpico de Hamilton. El seleccionador utiliz¨® la palabra gozar.
Despu¨¦s, hoy ya, con la peligrosa relajaci¨®n de quien no tiene nada que perder, Espa?a debe tratar de no convertirse durante el partido en el pim pam pum de la nueva fiesta t¨ªpicamente americana que se prepara en el Foro. Perder, pero con honra. La que ha tenido D¨ªaz Miguel al negarse a hablar en las conferencias de prensa de un comit¨¦ organizador t¨ªpicamente americano.
El baloncesto espa?ol, sin jugar quiz¨¢ tan bien como otras veces, ha aprovechado su gran oportunidad ol¨ªmpica. La que no ha querido la URSS. Pero para eso, como sucede en otros deportes, hay que estar desde hace tiempo entre los grandes. La flauta no toca por casualidad. En el deporte espa?ol, porque es casi imposible hacerlo ya de otra forma en el concierto mundial, se terminaron las genialidades aisladas. El baloncesto no es el ¨²nico caso. Ah¨ª est¨¢ el waterpolo, por ejemplo. O la vela, donde si han fallado los Gorostegui y Abascal que se esperaba como candidatos a medallas, han estado Doreste y Molina para suplirlos.
En pocas modalidades puede decir Espa?a lo mismo, aunque ya en bastantes m¨¢s que hace unos a?os. La h¨ªpica, por ejemplo, donde de quedar s¨¦ptimos se pudo ganar medalla. O los atletas, pues aparte de lo que suceda a¨²n, s¨®lo la hemoglobina o el estomago parecen poder quitar a Mar¨ªn de las medallas. O incluso el balonmano, que no ha aprovechado su ocasi¨®n por un segundo.
No pueden decir lo mismo otros deportes. La lucha, sin ir m¨¢s lejos, donde el presidente Compte puede seguir presumiendo de medallas en sambo. Pero aqu¨ª hay grecorromana y libre, las modalidades ol¨ªmpicas. Y los espa?oles nunca aspirar¨¢n a ganar nada.
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