Desventura tur¨ªstica
Contratamos en la Compa?¨ªa General de las Hamburguesas Espa?olas, situada en Alcal¨¢, 26, un apartamento para 15 d¨ªas en primera l¨ªnea de playa en la Costa Dorada. El 1 de julio salimos toda la familia ilusionada hacia el edificio F¨¦nix, de Miami Playa (as¨ª se llama el paradisiaco lugar), habiendo pagado la m¨®dica cantidad de 66.500 pesetas. ¨ªbamos a disfrutar de una playa situada a la puerta de la casa, tal y como se ve¨ªa en las fotos publicitarias que nos hicieron escoger este lugar.Cuando llegamos, el edificio asignado no era ninguno de los que figuraban en la foto, y adem¨¢s no era primera l¨ªnea de playa, sino primera l¨ªnea de barranco o acantilado. Al lado hab¨ªa un edificio en construcci¨®n (tampoco aparec¨ªa .en la foto) sin ninguna valla de protecci¨®n. Las bajadas a la playa s¨®lo estaban hechas hasta la mitad, y hab¨ªa que saltar de piedra en piedra, como las cabras, para llegar a la areda. A trav¨¦s de la urbanizaci¨®n Montroig Mar, a la que pertenec¨ªa el edificio, pasaba el tren sin ninguna valla de protecci¨®n hasta un punto que se pod¨ªa acceder desde el parque infantil existente. Todo un lujo de seguridades.
Nos sentimos estafados y no nos hicimos cargo de las llaves, durmiendo en un hostal de carretera. Al d¨ªa siguiente llamamos a la agencia en Madrid, pidiendo que nos devolvieran nuestro dinero, pues aquello era espantoso y hab¨ªamos sido enga?ados. A las dos de la tarde, y tras 2.000 pesetas en conferencias, obtuvimos la promesa de la agencia de que nos ser¨ªa devuelto el 95% del dinero y que pod¨ªamos partir del lugar a buscar otro alojamiento. Este compromiso lo confirmamos a las seis de la tarde, poco antes de que cerrara la agencia.
Decidirnos alejarnos de all¨ª y marcharnos a dormir a Blanes. Por la ma?ana, nueva llamada para concretar la forma de devoluci¨®n del dinero, y otra gran sorpresa: no nos devolv¨ªan nada, y si no regres¨¢bamos esa misma tarde al apartamento, perd¨ªamos ¨¦ste y el dinero, ya que, seg¨²n ellos, si a los tres d¨ªas no se ha ocupado se pierde el mismo y todos los derechos. As¨ª que tuvimos que deshacer los casi 200 kil¨®metros con los ni?os hartos de tres d¨ªas de coche y pidiendo volver a casa y habi¨¦ndonos gastado 30.000 pesetas-
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