Los sue?os, m¨¢s all¨¢ de Freud
Eminentes neur¨®logos norteamericanos ponen en duda la teoria psicoanal¨ªtica del significado de los sue?os
A donde quiera que puedan llevar las discusiones, los nuevos datos y teor¨ªas est¨¢n haciendo ya que algunos m¨¦dicos modifiquen su concepci¨®n del papel de los sue?os en la vida mental.Como regla general, los investigadores dividen el sue?o en dos etapas principales: con r¨¢pido movimiento ocular y sin r¨¢pido movimiento ocular. Los sue?os est¨¢n asociados a la etapa de movimiento ocular r¨¢pido.
El cuerpo y el cerebro se encuentran en un estadio muy singular durante el sue?o, con r¨¢pido movimiento ocular. Los ojos se mueven inquietos bajo los p¨¢rpados cerrados, de ah¨ª el nombre de esta etapa. Las ondas cerebrales son, en muchos aspectos, iguales a las que se producen durante la vigilia. Al mismo tiempo, los m¨²sculos principales del cuerpo se encuentran en un estado parecido a la par¨¢lisis, es decir, se mueven o muy poco o nada en absoluto.
En la investigaci¨®n del sue?o, a los voluntarios se les controla el movimiento ocular, las ondas cerebrales y otras funciones biol¨®gicas que se producen durante la noche. Para investigar los sue?os se les despierta cuando los indicadores se?alan el sue?o con r¨¢pido movimiento ocular. Aproximadamente el 80% de las veces que un durmiente, es despertado durante la fase de r¨¢pido movimiento ocular dice que se encontraba en medio de un sue?o. En la mayor¨ªa de los casos restantes, el sujeto despierto informa de alg¨²n otro tipo de actividad mental (pensamientos vagos), pero sin las im¨¢genes ni sensaciones visuales de un sue?o.
Impulsos disfrazados
El punto de vista freudiano cl¨¢sico sostiene que los sue?os son unos impulsos perturbadores que la mente ha disfrazado.
"El trabajo psicol¨®gico que se hace en los sue?os es disfrazar esos impulsos para que no resulten inquietantes y evitar que el durmiente se despierte", dijo en una entrevista el doctor Morton Reiser, jefe del departamento de psiquiatr¨ªa de la Universidad de Yale y ex presidente de la Asociaci¨®n Psicoanal¨ªtica Americana. "En las pesadillas, el disfraz no es el apropiado; el material inquietante sobresale y la persona se despierta".
"Los sue?os son ¨²tiles para la terapia", a?adi¨®, "porque albergan las claves de los temas psicol¨®gicos y conflictos del pasado de una, persona".
Aunque Reiser adopta una postura psicoanal¨ªtica en relaci¨®n con los sue?os, se encuentra entre los que la pueden reconciliar con la nueva investigaci¨®n cerebral.
Dentro de la escuela que pone gran ¨¦nfasis en el valor de los sue?os hay muchas tendencias sobre la investigaci¨®n del mensaje psicol¨®gico de un sue?o, con muy diferentes concepciones te¨®ricas. Un freudiano sacar¨¢ una impresi¨®n de un sue?o, un jungiano sacar¨¢ otra y un gestaltista sacar¨¢, a su vez, otra tambi¨¦n distinta. Pero todos est¨¢n de acuerdo en que hay un significado a descubrir, aun cuando est¨¦n en desacuerdo en cuanto al que corresponde a un sue?o determinado. Y hay muchos que dicen que todos y cada uno de los elementos de un sue?o tiene significado.
Pero los neur¨®logos han empezado a amenazar la teor¨ªa del significado de los sue?os.,
Uno de los ataques m¨¢s fuertes procede de una teor¨ªa publicada el a?o pasado en el Journal Nature por Francis Crick, del Salk Institute, en La Jolla (California), y de Graeme Mitchison, de la Universidad de Cambridge. Crick, ganador ¨¦ste de un premio Nobel como codescubridor del ¨¢cido desoxirribonucleico (ADN) y que ahora ha dedicado ahora su atenci¨®n a la investigaci¨®n cerebral.
Crick y Mitchison dicen que el sue?o con r¨¢pido movimiento ocular es el momento en que el cerebro elimina la actividad cerebral que puede interferir con el pensamiento y la memoria racionales. Su teor¨ªa sostiene que durante el d¨ªa un cerebro realiza muchas m¨¢s conexiones entre las c¨¦lulas cerebrales de las que son precisas para un pensamiento y memoria eficientes.
La funci¨®n de los sue?os, dicen, es la de desaprender, o purgar al cerebro de esas conexiones innecesarias. Seg¨²n su punto de vista, lo que pasa en la mente durante un sue?o no es otra cosa que el resultado de una especie de limpieza general del sistema nervioso.
Esta teor¨ªa, dicen, explica algunos hechos de los sue?os que la teor¨ªa opuesta no puede explicar. Por ejemplo, los reci¨¦n nacidos duermen mucho con r¨¢pido movimiento ocular, pero muy probablemente no sufren ninguno de los conflictos psicol¨®gicos ni impulsos inquietantes que la teor¨ªa freudiana dice que conducen a los sue?os. Sin embargo, dicen Crick y Mitchison, los reci¨¦n nacidos tienen la misma necesidad que los adultos de eliminar del cerebro las conexiones accidentales o carentes de sentido, por eso tienen sue?os.
Las implicaciones de la teor¨ªa de Crick-Mitchison van m¨¢s all¨¢ del significado de los sue?os. Dicen que, adem¨¢s, sugiere que puede ser perjudicial el recordar los propios sue?os porque al hacerlo se pueden reafirmar conexiones nerviosas que deber¨ªan ser evitadas. La mayor¨ªa de los sue?os, dicen Crick y Mitchison, no se recuerdan nunca. En su opini¨®n, as¨ª es precisamente como tiene que ser. "So?amos con el fin de olvidar", dicen.
Un punto de vista distinto con implicaciones similares es el ofrecido por Christopher Evans en su libro Landscapes of the night: how and why we dream (Paisajes nocturnos: c¨®mo y por qu¨¦ so?amos), publicado p¨®stumamente este mes por la editorial Viking Press. Su teor¨ªa tambi¨¦n dice que los sue?os no tienen el significado psicol¨®gico que los terapeutas encuentran en ellos, pero Evans llega a su conclusi¨®n bas¨¢ndose en aspectos distintos a los de Crick y Mitchison.
Evans, psic¨®logo y experto en ordenadores, dice que los sue?os son el equivalente cerebral a la inspecci¨®n que un ordenador hace de sus programas, dando oportunidad a integrar las experienciaes del d¨ªa con las memorias ya almacenadas en el cerebro. Su teor¨ªa se basa en parte en la evidencia de que el so?ar consolida el aprendizaje y la memoria.
El contenido de un sue?o, seg¨²n Evans, son fragmentos de acontecimientos y experiencias del d¨ªa, que son acoplados a memorias previas relacionadas.
Esas conclusiones han sido contestadas por el trabajo de dos investigadores de la escuela de Medicina de Harvard, Robert McCarley y J. Allan Hobson. Los estudios cerebrales, dicen, demuestran que hay un generador del estado del sue?o que estimula repetidamente la corteza cerebral durante la etapa del sue?o con r¨¢pido movimiento ocular. Este generador, situado en el tronco cerebral -especialmente en las llamadas c¨¦lulas pontinas gigantes de la formaci¨®n reticular- env¨ªa se?ales a los centros cerebrales altos, que controlan funciones tales como la visi¨®n, el o¨ªdo, el equilibrio, el movimiento y las emociones, dicen los investigadores.
El contenido de un sue?o, seg¨²n su teor¨ªa, es el producto de esta actividad, que los centros cerebrales tratan de convertir en una historia coherente, exactamente igual que sucede con las experiencia tenidas durante el estado de vigilia.
La teor¨ªa de McCarley y Hobson contradice la opini¨®n freudiana de que los sue?os tienen un origen psicol¨®gico, al ser causados por impulsos incompletos procedentes de conflictos psicol¨®gicos. La presentaci¨®n grotesca de los sue?os, dicen, no es un disfraz de tales conflictos, sino que es un simple reflejo de la naturaleza an¨¢rquica de la actividad cerebral provocada por el generador del sue?o.
"Los sue?os son como las manchas de tinta del test de Rors-chach", dice Hobson en una entrevista. "Son est¨ªmulos ambiguos que pueden interpretarse de cualquier forma que a un terapeuta se le ocurra. Pero su significado depende del punto de vista del observador y no del sue?o mismo".
Estado de crisis
Una investigaci¨®n reciente es la de Rosalind Cartwright, psic¨®loga del centro m¨¦dico Rush-Presbyterian-St. Lukes, en Chicago. En un art¨ªculo publicado en el Journal of Psychiatry, la doctora Cartwright presenta unos descubrimientos que sugieren que los sue?os est¨¢n en conexi¨®n con el ajuste a importantes estados de crisis vitales; en el caso de su investigaci¨®n, el divorcio.
La doctora Cartwright compar¨® los sue?os de mujeres recientemente divorciadas y deprimidas con otros dos grupos, uno compuesto por mujeres recientemente divorciadas, pero sin signos de depresi¨®n, y el otro consistente en mujeres casadas que manifestaron no tener intenci¨®n de divorciarse.
Las mujeres deprimidas, seg¨²n la opini¨®n de la doctora Cartwryht, raras veces tratan en sus sue?os temas matrimoniales. En tanto que las divorciadas no deprimidas sue?an frecuentemente con papeles de esposa o ex esposa, las mujeres deprimidas casi nunca aparecen representando esos papeles en sus sue?os.
Las divorciadas no deprimidas son las que presentan unos sue?os con mayor grado de ansiedad,que se intensifica con el transcurso de la noche. Una conformaci¨®n similar se encontr¨® en un grupo de pacientes que hab¨ªan sido sometidas, aparentemente con ¨¦xito, a tratamiento psicol¨®gico.
Las mujeres deprimidas, con un grado de ansiedad menor en sus sue?os y un descenso de la ansiedad a lo largo de la noche, mostraron una conformaci¨®n igual a la de pacientes en tratamiento psicol¨®gico que no mejoraban.
Esos resultados, seg¨²n la doctora Cartwright, respaldan la teor¨ªa de que los sue?os son v¨¢lvulas de seguridad que permiten a los so?adores tratar temas psicol¨®gicamente perturbadores.
Martin Seligman, psic¨®logo de la Universidad de Pensilvania, ha presentado recientemente una teor¨ªa que re¨²ne puntos de vista aparentemente opuestos; el que dice, por una parte, que los sue?os est¨¢n compuestos por elementos desordenados, y, por otra parte, el de que contienen un significado psicol¨®gico.
La teor¨ªa de Seligman da cabida a ambos aspectos. La materia pr¨ªma de los sue?os puede ser incoherente, pero Ia motivaci¨®n subconsciente puede influir en la forma de integraci¨®n de los elementos de un sue?o", dice.
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