?l era ella, Superman es Supergirl
Una cosa como esta ten¨ªa que acabar sabi¨¦ndose. La superconocida pasi¨®n del periodista Clark Kent por los disfraces y, m¨¢s concretamente, por el que le ha hecho c¨¦lebre, es decir, el disfraz de Superman, con sus leotardos, capa y body de color, bien ajustados, para poder lucir mejor esa musculatura prodigiosa, que se atribuye a su complicado origen extraterrestre, pero que en realidad ha debido costarle muchas horas de gimnasio; esa tan com¨²n pasi¨®n, pues, le ha llevado a dar el gran salto.Ampar¨¢ndose en una burda excusa guion¨ªstica -la an¨¦cdota consiste en que Clark Kent-Superman est¨¢ de viaje, persiguiendo pillos en otra galaxia-, el reportero se ha atrevido a travestirse. Con una buena dosis de hormonas, un depilado ad hoc y un inefable tinte rubio platino que se ha olvidado de abarcar a las cejas, el gran Superman, el h¨¦roe de Am¨¦rica, ha pasado a ser de la noche a la ma?ana Supergirl.
Direcior: Jeannot Szwarc
Int¨¦rpretes: Helen Slater, Faye Dunaway, Peier O'Toole, Brenda Vaccaro, Mia Farrovv, Hart Bocher, Simon Ward. Fotograf¨ªa: A. Kunie. M¨²sica: Jerry Goldsmith. Gui¨®n: David Odell. Locales de estrepio: Bilbao, Callao, Carlos III y Windsor A.
Nuevo aspecto
Con su nuevo aspecto, logrado durante la estancia en una cl¨ªnica especializada en cirug¨ªa pl¨¢stica, por la que vagan multitud de personajes cubiertos con unos bat¨ªnes que se pretenden futuristas -una Mia Farrov a la que las curas del adelgazamiento est¨¢n dejando en los huesos, y a un Simon Ward, que tiene ahora menos arrugas que 10 a?os antes-, Superman reaparece de nuevo en la Tierra.La reportera Lois Lane y el Planet han dejado ya de acosarle; ahora es un repartidor de la lavander¨ªa el pr¨ªncipe azul de nuestro gal¨¢ctico protagonista travestido.
El intelecto cede su lugar a las pulsiones m¨¢s primarias, las argumentaciones a los m¨²sculos. Supergirl o Superman, eso depende de la malicia del espectador, se encandila con este muchacho de mondadientes en la oreja.
El juego del filme se basa en la disputa de que es objeto este Maciste de pacotilla por parte de Supergirl y la malvada de la pel¨ªcula, Faye Dunaway. Ambos personajes son lo bastante esquem¨¢ticos como para pelearse expl¨ªcitamente por los favores del macho y la verdad es que procuran hacerlo con un m¨ªnimo de humor.
Si Supergirl, como disparate heredado de la serie supermanesca, es un fracaso, se debe, sobre todo, a que la la pel¨ªcula es un completo desastre de producci¨®n. Nunca en la historia de las pel¨ªculas de presupuesto elevado, el dise?o de objetos y decorados hab¨ªa alcanzado un tan alto grado de incompetencia y estulticia.Y, por si con este mal gusto delirante no bastara, el director, Jeannot Szwarc, acaba por estropear del todo las ideas del gui¨®n, planificando desastrosamente todas y cada una de las secuencias. Baste con citar todas las que transcurren en la mansi¨®n de Faye Dunaway, situada en un parque de atracciones abandonado.
El decorado es sistem¨¢ticamente desaprovechado, los gags mueren antes de nacer y la iron¨ªa y la sorpresa desaparecen ante una puesta en escena que no es digna de este nombre. En fin, que las pulsiones secretas de Superman no merec¨ªan tan mal trato.
Babelia
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.