El Barcelona y el Madrid se reaniman en Europa

Volvi¨® a ser una noche de morri?a en el Palau tras la vivida en la anterior jornada europea frente al Milano, cuando a Mirotic se le brind¨® un cari?oso recibimiento y todav¨ªa una mejor despedida. En esta ocasi¨®n, el abrazo fue para el t¨¦cnico Jasikevicius ¡ªfigura de corto y en el banquillo como azulgrana que ahora dirige al Fenerbah?e¡ª, que se dio un sentido toque en el pecho y no le qued¨® otra que devolver los aplausos ante lo prolongado de la ovaci¨®n. Pero a la que bot¨® la bola naranja, la a?oranza dio paso a la admiraci¨®n sobre Punter, que, tras un mes desabrido, volvi¨® a ser un aguij¨®n sin receta posible que devolvi¨® la sonrisa al Bar?a (90-63) tras demasiados sinsabores. Lo mismo que sucedi¨® en la casa blanca, que fue capaz de retorcer al Par¨ªs, el l¨ªder de la Euroliga (85-96), gracias a las manos de Campazzo y Hezonja.

Comenz¨® el Bar?a con pies de plomo, tratando de alargar m¨¢s de lo habitual las posesiones y escogiendo los lanzamientos, como si los ¨²ltimos coscorrones le hubieran restado gallard¨ªa. O, tambi¨¦n, aportado mesura. Si bien Punter abr¨ªa el tel¨®n con dos tiros en suspensi¨®n, el resto se repart¨ªan el bal¨®n y las intentonas, ahora Anderson, luego Parker y m¨¢s tarde Satoransky para meter su triple. No tanto Vesely, que andaba re?ido con la punter¨ªa, pero, l¨ªder como es, se faj¨® en defensa para imponer su ley bajo el aro. Aunque el Fenerbah?e no es manco, equipo con muchos puntos en las manos, como Hayes-Davies o Baldwin, incluso Colson y Hall desde el per¨ªmetro. Aunque ninguno hizo tambalear al Bar?a, que, por una vez, jug¨® en equipo y a lo mismo, al punto que cuaj¨® un pr¨®logo (20-12) de lo m¨¢s s¨®lido.

La dicha dur¨® poco en Can Bar?a. Sobre todo porque la segunda unidad volvi¨® a clarificar que no le sobra capacidad anotadora y porque con Hernang¨®mez en el parquet se debilita la defensa, ya que la ventaja pas¨® de 10 puntos a dos en un santiam¨¦n, momento en el que Pe?arroya rescat¨® al quinteto inicial. Punter segu¨ªa de dulce, Anderson tambi¨¦n ¡ªde menos a m¨¢s durante la temporada¡ª y el Fenerbah?e se resquebraj¨® con la lesi¨®n muscular de Baldwin, la br¨²jula y el tim¨®n del equipo. Ed¨¦n para el Bar?a, que se marchaba al entreacto con los deberes hechos (44-37). Quedaba el examen, ese que tantas veces hab¨ªa suspendido en el curso.

Se lo puso f¨¢cil el Fenerbah?e, que no digeri¨® la baja de Baldwin ¡ªhay que a?adirle la de Wilbekin¡ª y se enred¨® con lanzamientos que no tocaban aro, pases a la nada y poca consistencia en el juego interior. En el aro opuesto, sin embargo, Parker calentaba la mu?eca y Punter le secundaba con otros dos chofs desde el extrarradio. Era el Punter abrasivo, el que ve¨ªa la canasta como una porter¨ªa de f¨²tbol 11, el que se las jugaba todas y no fallaba una. 65-53 a falta del ¨²ltimo cap¨ªtulo. Y, ya tocaba, lleg¨® el Bar?a que no se desconecta, preocupado por la transici¨®n defensiva, por no perder lo ganado. Con Punter de dulce (25 puntos), el equipo se reconcili¨® con el triunfo para disgusto del Fenerbah?e, que sufri¨® el efecto domin¨® a la lesi¨®n de Baldwin. Algo similar a lo que sucedi¨® en Par¨ªs, que no cont¨® con TJ Shorts, con un proceso febril, mientras el Madrid asaltaba la capital francesa.

Comenz¨® el equipo blanco como un tiro, espoleado por Campazzo y por Hezonja, un cuarto con 26 puntos que desarm¨® al Par¨ªs, inc¨®modo porque no se sal¨ªa con la suya de ataques vertiginosos. Si bien pudo rehacerse en el segundo acto (48-52) gracias a los puntos de Hifi, not¨® en demas¨ªa la ausencia de Shorts. Alas para que Musa volviera a impulsar al Madrid, que acab¨® como empez¨®, con Campazzo y Hezonja marcando el paso. Un triunfo que al fin vitamina al Madrid, que sigue a dos triunfos de la frontera del play-in.