El genio de Bette Davis, en el espacio 'Secuencias'

Esta noche, el programa Secuencias estar¨¢ dedicado ¨ªntegramente a la actriz Bette Davis (Ruth Elisabeth Davis) con una antolog¨ªa de las escenas que le dieron una mayor notoriedad y la han incorporado a la lista de grandes int¨¦rpretes del cine.Una amiga ilustrada de la familia Davis le puso a Ruth Elisabeth el amistoso Bette con el que luego hizo carrera. El nombre lo sac¨® de una hero¨ªna de Balzac y este bautizo dom¨¦stico tuvo el m¨¦rito de lo premonitorio. Bette Davis se pase¨® por la comedia humana con la terquedad que necesita un personaje de pechos ca¨ªdos al lado de las escogidas sirenas de Hollywood. A Rita Hayworth, por ejemplo, ser mujer fatal no le ahorraba las palizas de sus celosos y sufridos amantes. Por el contrario, siempre era Bette quien repart¨ªa la le?a, y sino que se lo pregunten a Henry Fonda. Incluso disparaba por la espalda sin adornar el gesto con ninguna de las variadas muecas que prodigaba en sus exaltaciones.

La Universal tard¨® mucho en saber lo qu¨¦ ten¨ªa entre manos con Bette, y la arrincon¨® en sabidos papeles de ingenua. Tras pasar por el tinte, sigui¨® -y he ah¨ª su victoria- el fatal destino de las rubias, que Anita Loos sentenci¨® con aquello de que "los hombres las prefieren... pero se casan con las morenas". Todo empez¨® cuando gui?¨® el ojo a un pe¨®n de su padre sudista (Esclavos en la tierra). En Barreras infranqueables, mataba a su marido sin por ello conseguir la recompensa de un amor que pod¨ªa ser criminal pero que, por lo menos, ya no era ad¨²ltero.

Su pleito con la Warner

Sus peligrosas rabietas no eran ¨²nicamente escenas obligadas. Bette Davis sac¨® el genio, sin miedo, en circunstancias aparentemente desaconsejables. Pleite¨®, por ejemplo, con la Warner reclamando mejores consideraci¨®nes art¨ªsticas. Perdi¨® el caso pero la productora, a la postre, le di¨® la raz¨®n aument¨¢ndole sueldo y rango. Ya empezaban a ser suyas las cabeceras de reparto. Y Bette Davis segu¨ªa desconociendo el perd¨®n. Asesinaba por despecho sentimental (La carta) 6 por avaricia (La loba), con el agravio de la impasibilidad. Dicen que los registros extremos son m¨¢s f¨¢ciles, pero ella sab¨ªa, incluso en los m¨¢s llamativos excesos, guardar alg¨²n cartucho, no vaciar su personaje.

Bette Davis, por otra parte, ha sabido envejecer en la pantalla. No ha ocultado sus arrugas y, como Joan Crawford o Gloria Swanson, acept¨® mimar en el cine la ca¨ªda de los dioses. No le cost¨® mucho porque a pesar de la presidencia de la Academia, ella jam¨¢s quiso sentarse en esos luminosos y caducos tronos que el Hollywood-pelota ofrec¨ªa, enga?oso, a sus estrellas en usufructo.

Secuencias se emite hoy a las 23.00 horas por la primera cadena.