La convenci¨®n republicana se inaugur¨® ayer bajo el lema de que los norteamericanos viven ahora mejor que hace cuatro a?os
Bajo el lema de que los estadounidenses viven mejor ahora que hace cuatro a?os, el vicepresidente de Estados Unidos, George Bush, marc¨® el tono de lo que ser¨¢n los cuatro d¨ªas de Convenci¨®n Nacional Republicana, en Dalias (Tejas), donde, sin sorpresas, el presidente Ronald Reagan y su segundo, Bush, recibir¨¢n en la noche de ma?ana, mi¨¦rcoles, la aclamaci¨®n un¨¢nime como candidatos a un segundo mandato en la Casa Blanca. Reagan, actualmente en campa?a por los Estados de Ohio y Misuri, llegar¨¢ a Dalias en la tarde del mi¨¦rcoles, s¨®lo unas horas antes de ser proclamado candidato.
La convenci¨®n republicana debut¨® ayer, lunes, con plegarias, himnos patri¨®ticos y despliegue de banderas nacionales, junto a los esl¨®ganes de "Reagan-Bush". Estaba previsto para esta primerajornada de convenci¨®n -que re¨²ne a 2.235 delegados (4.500 con los suplentes), m¨¢s unos 7.000 invitados y cerca de 10.000 periodistas- el discurso de apertura de Catherine Ortega, tesorera de EE UU y primera mujer oje origen hispano que inaugura una convenci¨®n nacional republicana. Una convenci¨®n cuya principal caracter¨ªstica es la cohesi¨®n de los republicanos en torno al equipo Reagan-Bush."La gente est¨¢ mejor ahora que hace cuatro a?os", afirm¨® el vicepresidente Bush a su llegada a Dallas. "Dadnos cuatro a?os m¨¢s", pidi¨® Bush, buscando un nuevo mandato para terminar de aplicar las pol¨ªticas actualmente en marcha.
Bush, el hombre a quien los son deos dan como favorito para la su cesi¨®n de Reagan, en 1988, estimul¨® a miles de seguidores del partido republicano que han con vertido la ciudad de Dallas en una fiesta de corte patri¨®tico y nacionalista, para demostrar a los esta dounidense que las doctrinas del superliberalismo de la Administraci¨®n Reagan funcionan.
Balance comparativo
En 1980, Ronald Reagan plante¨® la campa?a electoral frente al presidente James Carter con la pregunta, dirigida a los norteamericanos, de si viv¨ªan mejor en 1980 que hac¨ªa cuatro a?os. La respuesta, expresada en la arrolladora victoria de Reagan en noviembre de 1980, fue que "no".Hoy Reagan y Bush repiten la demag¨®gica pregunta, pero con varios ases en la mano. La inflaci¨®n est¨¢ alrededor del 4% anual; el cr¨¦dito, al 13%, y Estados Unidos, tras esquivar el avispero de L¨ªbano, invadir la isla de Granada e instalar nuevos misiles en Europa occidental, manteniendo una ret¨®rica dura ante la URSS, est¨¢ en una situaci¨®n mucho mejor que hace cuatro a?os, al menos seg¨²n los esquemas de la, Administraci¨®n Reagan. Sin embargo, los norteamericanos temen que haya nuevos impuestos -como ¨²nica salida para remediar el d¨¦ficit p¨²blico- y que la carrera de armamentos pueda conducir a un enfrentamiento b¨¦lico con la URSS. Fomentan ese clima de temores declaraciones recientes, como la que Reagan hizo el pasdo viernes, durante un almuerzo celebrado en la Casa Blanca, de que EE UU "rechaza cualquier interpretaci¨®n de los acuerdos de Yalta que sugiera una aceptaci¨®n americana de la divisi¨®n de Europa en zonas de influencia".
En el cap¨ªtulo de los impuestos, principal argumento de batalla electoral en las filas del candidato dem¨®crata, Mondale, el presidente Reagan repite e insiste en que "no hay planes para subirlos". Tampoco para utilizar los embargos de cereales como medio de presi¨®n pol¨ªtica contra la Uni¨®n Sovi¨¦tica.
"En 1980", dijo Reagan, "ten¨ªamos una defensa pobre, una econom¨ªa d¨¦bil y un embargo de cereales". "En l984", a?adi¨®, "tenemos una defensa potente, una econom¨ªa fuerte y unas ventas de cereales a la URSS superiores a los 20 millones de toneladas m¨¦tricas desde el pasado octubre; y si la URSS quiere comprar m¨¢s, les venderemos".
Tal es la pol¨ªtica comparativa que Reagan utiliz¨® el pasado domingo ante los granjeros y electores del den¨®minado cintur¨®n del grano, formado por los Estados agr¨ªcolas del medioeste norteamericano. Y tal ser¨¢, con variantes en los ejemplos, la realidad que Reagan y Bush ir¨¢n contrastando durante las pr¨®ximas semanas de campa?a electoral.
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