Las tentativas anteriores

El primer intento de negociaci¨®n directa entre el Gobierno y ETA se produjo a fines de 1976, poco despu¨¦s del refer¨¦ndum sobre la reforma pol¨ªtica. Previamente, el entonces gobernador civil de Guip¨²zcoa, Jos¨¦ Mar¨ªa Belloch Puig, que se hab¨ªa mostrado personalmente partidario de la amnist¨ªa, y que incluso hab¨ªa solicitado ser afiliado a la primitiva gestora proamnist¨ªa de Guip¨²zcoa. Cuando una comisi¨®n de promotores acudi¨® a su despacho para iniciar los tr¨¢mites de legalizaci¨®n de la misma, hab¨ªa sondeado ante abogados de presos de ETA la posibilidad de un di¨¢logo. El entonces ministro de la Presidencia, Jos¨¦ Manuel Otero Novas, apoyaba esa perspectiva en el entorno m¨¢s inmediato del presidente Su¨¢rez.El primer contacto formal tuvo lugar en Ginebra. Por parte de ETA acudieron los polimilis Javier Garayalde y Jes¨²s Mari Mu?oa. Como enviado del Gobierno espa?ol compareci¨® alguien que se present¨® como oficial diplomado de Estado Mayor. La conversaci¨®n sirvi¨® para acordar la celebraci¨®n de una nueva reuni¨®n en la que tambi¨¦n estuviera presente una representaci¨®n de ETA Militar. Tambi¨¦n qued¨® claro que los t¨¦rminos de cualquier eventual compromiso ser¨ªan: la aceptaci¨®n de una tregua, por una parte, y la aprobaci¨®n de la amnist¨ªa y la legalizaci¨®n de todos los partidos pol¨ªticos, por otra.

A comienzos de 1979, tambi¨¦n en Ginebra, se celebr¨® esa segunda reuni¨®n en la que estuvieron presentes, adem¨¢s de los anteriores, el polimili Jos¨¦ Luis Echegaray, dos representantes de la rama militar y otros dos acompa?antes del enviado del Gobierno Central, presentados por este como oficiales del Ej¨¦rcito. Seg¨²n la versi¨®n que en su d¨ªa ofreci¨® el periodista Jos¨¦ Mar¨ªa Portell -que ser¨ªa asesinado por ETA en 1978- uno de los milis presentes fue Jos¨¦ Manuel Pagoaga Gallastegui, Peixoto.

El contacto no produjo resultado tangible alguno. Por una parte, los polimilis reconocieron su incapacidad para garantizar el un¨¢nime cumplimiento, por todos los comandos, de un eventual alto el fuego. Por otra, los milis evitaron cualquier compromiso efectivo, aunque s¨ª indicaron su disposici¨®n a forzar unas negociaciones en las que participasen los partidos integrados en la coordinadora KAS.

El siguiente intento tuvo lugar en el verano de 1978. Txiki Benegas, consejero de Interior del Consejo General Vasco, constituido en febrero de dicho a?o, fue el principal impulsor del proceso, en el que tambi¨¦n intervinieron en distinto grado, el abogado I?aki Esnaola, hoy diputado de Herri Batasuna, el ex alcalde de Deba (Guip¨²zcoa) y militante del PNV, Joaqu¨ªn Aperribai, y el gobernador de Guip¨²zcoa Antonio Oy¨¢rzabal. En un momento dado, el ministro del Interior, Rodolfo Mart¨ªn Villa, ofreci¨® entrevistarse en cualquier pa¨ªs de Europa con una representaci¨®n de ETA Militar, cuya direcci¨®n se muestra en principio receptiva a la oferta.

No obstante, la direcci¨®n del sector duro de dicha organizaci¨®n oblig¨® a replantear el problema. El acuerdo consisti¨® en aceptar el principio de la negociaci¨®n pero exig¨ªa, simult¨¢neamente, su car¨¢cter p¨²blico. Tal exigencia rompi¨® el compromiso previo y arruin¨® el intento.

Una salida razonable

Posteriormente s¨®lo se ha producido la negociaci¨®n que condujo, entre 1981 y 1982 a la autodisoluci¨®n de ETApm VII Asamblea. Mario Onaind¨ªa convenci¨® al ministro del Interior, Juan Jos¨¦ Ros¨®n, de que sin una salida razonable al problema de los presos y exiliados no ser¨ªa posible la paz en Euskadi.Por su parte, ETAm mantiene desde hace a?os un planteamiento de negociaci¨®n pol¨ªtica general. Aunque ha habido distintas formulaciones de la propuesta, todas ellas coinciden con el principio seg¨²n el cual la tregua estable -pero no definitiva- s¨®lo podr¨¢ ser el resultado de la aceptaci¨®n, por parte del Estado espa?ol, de una serie de reivindicaciones especialmente pol¨ªticas que se sintetizar¨ªan con la alternativa KAS. En su formulaci¨®n m¨¢s moderada el acuerdo implicar¨ªa la concesi¨®n de una amnist¨ªa, general, la aceptaci¨®n del principio del derecho a la autodeterminaci¨®n -reformando para ello la Constituci¨®n- y la integraci¨®n de Navarra en el marco de la comunidad vasca.

El PNV ha defendido en los ¨²ltimos a?os una propuesta de negociaci¨®n que se aproxima a la de HB en su car¨¢cter de pol¨ªtica, si bien los contenidos de la misma no ser¨ªan los de la alternativa KAS, sino los resumidos en f¨®rmulas como "profundizaci¨®n de la autonom¨ªa" o "interpretaci¨®n extensiva del estatuto".

La iniciativa de mayor trascendencia p¨²blica en esta ¨²ltima v¨ªa se produjo en la primavera de 1983, pocos meses despu¨¦s de la constituci¨®n del Gobierno socialista. Los interlocutores de la prevista Mesa para la paz -PNV, PSOE y HB- no llegaron a sentarse en ella porque, por una parte, Herri Batasuna aplaz¨® el inicio real del di¨¢logo multiplicando las dificultades formales y, por otra, ETA interrumpi¨® los debates sobre dichos temas asesinando a dos guardias civiles y a tres empleados de un banco de Bilbao.