Fantas¨ªa sin imaginaci¨®n
El filme norteamericano La reencarnaci¨®n de Peter Proud procede de hace exactamente una d¨¦cada. En 1974 esta pel¨ªcula cre¨® alguna expectaci¨®n entre la gente cr¨¦dula, a causa de la publicidad levantada alrededor de su asunto argumental, que es el de una especie de rara duplicaci¨®n de personalidad, que, en teor¨ªa resultaba atractivo, pero que en la pr¨¢ctica se volvi¨® engorroso de puro mediocre. Se trata, en efecto, de una en principio original fabulaci¨®n de psicolog¨ªa fant¨¢stica, pero hecha aut¨¦nticas trizas por la absoluta falta de audacia e imaginaci¨®n tanto del productor, como del guionista y, sobre todo, del director.El primero se empe?¨® en darle un ba?o de filme de melodrama de prestigio, archimedido para complacer a tirios y troyanos, y que a la postre no complaci¨® ni a unos ni a otros; el segundo -Max Ehrlich- resolvi¨® lo que podr¨ªa haber sido -una inquietante incursi¨®n en la po¨¦tica de la inquietud, en las proximidades del terror, con recursos de psicoanalista asesor del Readers Digest; y el tercero -J. Lee Thompson- no pas¨® de ser el amanuense pegaplanos de siempre, que sustituy¨® esta vez sus ret¨®ricos Ca?ones de Navarone o sus pretendidamente c¨®micos Maridos de ella por un buen tema oscuro convertido en un mal tema rosa por arte de birlibirloque.
La pel¨ªcula resulta inaceptable, porque es de las que da gato por liebre, si el espectador se descuida y entra en un juego donde con toda evidencia se le hacen trampas y contra el cual, si no bosteza demasiado esta noche, debe defenderse..Hay muchos cineastas un poco tahures, que le quieren dar blandenguer¨ªas envueltas en papel de filme duro. ?ste no lo es en absoluto. La rutinaria puesta en, escena,' llena de truquillos. fotogr¨¢ficos como sustitutos del aut¨¦ntico trabajo de narraci¨®n f¨ªlmica, basta para demostrarlo.
Por otra parte, el protagonista, Michael Sarrazin, actor entonces de moda -aceptable en Zabriskie Point, de Michelangelo Antonioni, y en Bailad, bailad, malditos, de Sidney Pollack-, tiene muy escasos registros, y aqu¨ª naufraga, pese a la tabla de salvaci¨®n que le ofrece la simple presencia de la bella Jennifer O'Neill, hoy tambi¨¦n bastante eclipsada.
La reencarnaci¨®n de Peter Proud se emite hoy a las 10.05 por la primera cadena.
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