Un clavel rojo para un pr¨ªncipe de inc¨®gnito
Los montajes de sainetes y zarzuelas en el patio de la corrala de Mes¨®n de Paredes tienen su precedente en el a?o 1954, cuando una comisi¨®n municipal presidida por el concejal Manuel Pombo Angulo organiz¨® durante las fiestas de San Isidro una lujosa representaci¨®n de la zarzuela La verbena de la Paloma. Manuel Tamayo fue el montador esc¨¦nico Ata¨²lfo Argenta dirigi¨® a la Orquesta Arboz, y los protagonistas fueron los cantantes Manuel Ausensi, Pilar Lorengar y Miguel Ligero. La representaci¨®n iba a durar en principio ocho d¨ªas, pero fue tal el ¨¦xito que se prolong¨® durante dos meses.Los datos los recuerda con fidelidad Luis Fern¨¢ndez Mart¨ªn, vecino entonces de la corrala, al que toc¨® hacer de improvisado portero en el recinto. "Aquello fue un montaje insuperable. Llegaron a meter en el escenario una calesa tirada por caballos. La orquesta y los cantantes eran de primera fila. En la inauguraci¨®n ocurri¨® una an¨¦cdota curiosa. Aunque yo no me percat¨¦ de ello, el que es hoy rey Juan Carlos, cuando era pr¨ªncipe, entr¨® de inc¨®gnito al patio de butacas. Isabel Garc¨ªa, una vecina de la corrala de las cuatro que se eligieron como floristas, se le acerc¨® y le puso un clavel rojo en la solapa de la chaqueta. El marqu¨¦s de Mond¨¦jar, que acompa?aba al Pr¨ªncipe, le dio una propina de 50 pesetas de las de entonces".
"Cuando acababa de iniciarse la representaci¨®n", cuenta Fern¨¢ndez, "se desat¨® una terrible granizada., El p¨²blico corri¨® a protegerse donde pudo, abandonando las butacas. El actual Rey, creo recordar, se guareci¨® en la tribuna. All¨ª fue reconocido por Ata¨²lfo Argenta, que inmediatamente dio orden a la orquesta para que interpretara el himno nacional, el de antes, el que se tocaba con Franco. Al escucharlo, los asistentes al acto volvieron a sus butacas y siguieron la representaci¨®n protegi¨¦ndose del granizo con las almohadillas".
Julio Senderos, otro vecino de la corrala, marido precisamente de Isabel Garc¨ªa, recuerda como "memorable" aquella representaci¨®n. "Con Franco, ya se sabe; se cerraban las calles y aqu¨ª nadie la piaba. Pero en aquel montaje no particip¨¢bamos los vecinos de la corrala. Nos ped¨ªan que estuvi¨¦ramos en casa y que baj¨¢ramos las persianas de las puertas y ventanas". Luis Fern¨¢ndez precisa, sin embargo, "que. al final de la obra abr¨ªamos las persianas y arroj¨¢bamos globos al p¨²blico".
En 1955, y durante los meses de mayo y junio, la misma comisi¨®n, con la importante colaboraci¨®n de otro vecino de la corrala, Manuel Mart¨ªn Mart¨ªnez, mont¨® en el patio la zarzuela La Revoltosa, que protagonizaron Pedro Terol y Luisa de C¨®rdoba. Al a?o siguiente se represent¨® La Gran V¨ªa, con Manuel Ausensi en el papel estelar.
21 a?os sin zarzuela
"Pero el non plus ultra fue el montaje que se hizo en 1957 de la zarzuela Do?a Francisquita, con Alfredo Kraus y Lina Huarte. Nunca se ha escuchado cantar mejor esa zarzuela que como la interpret¨® en la corrala Kraus", afirma Luis Fern¨¢ndez. "A partir de aquel a?o ya no se hicieron otras representaciones art¨ªsticas, aunque s¨ª se celebraron otros actos, como un banquete t¨ªpicamente castizo que mont¨® por aquellos a?os en el patio de la corrala el famoso barman Perico Chicote.Las representaciones en la corrala se suspendieron hasta el a?o 1978, cuando Jos¨¦ Osuna recibi¨® del ayuntamiento el encargo de preparar un espect¨¢culo para los meses de julio y agosto. Aquel a?o se represent¨® Del Madrid castizo, un montaje de sainetes r¨¢pidos de Carlos Arniches con m¨²sica del maestro Francisco Alonso, que volvi¨® a repetirse, aunque con modificaciones, en 1980 y 1983. Osuna mont¨® en 1981 y 1982 una refundici¨®n de El amigo Melquiades y El santo de la Isidra y la obra Serafin el pinturero, respectivamente, del propio Arniches. Para la realizaci¨®n este a?o de La Revoltosa el Ayuntamiento de Madrid ha participado con ocho millones de pesetas y la infraestructura.
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