La recta final hacia la Europa comunitaria

YaMa?ana se reanudan las negociaciones para la adhesi¨®n de Espa?a a la CEE, que tras el par¨¦ntesis veraniego, entran ahora veros¨ªmilmente en su recta final ( ... ). Un nuevo retraso ser¨ªa mal,recibido tanto en Madrid como en Bruselas. ( ... )La atual posici¨®n de nuestro Gobierno es de firmeza, y por ello su portavoz se refiri¨® expl¨ªcitamente al tema asegurando que se defender¨¢n a ultranza los intereses espa?oles. Es justo reconocer asimismo la solvencia t¨¦cnica del equipo n'egociador y la claridad de ideas tanto en lo que se refiere a los aspectos globales de equilibrio del futuro tratado como en lo que afecta a los intereses inmediatos de sectores econ¨®micos espa?oles.As¨ª pues, la parte espa?ola acude a Bruselas bien asistida de personas, de ideas y de respaldo pol¨ªtico al m¨¢s alto nivel ( ... ). Las divergencias en los plantean-¨²entos sectoriales todav¨ªa permanecen, en especial en lo que afecta a la agricultura, la pesca y a la Ubre circulaci¨®n de trabaj¨¢dores, y no es necesario insistir en la trascendencia que estos aspectos tienen por si, nusmos y por lo que afectan a la consecuci¨®n de un resultado equilibrado y satisfactorio para Espa?a.

Los detalles de las negociaciones tienen, desde luego, inter¨¦s para la opini¨®n, ya que van a depender de ellos en buena medida el presente y el futuro de muchos sectores econ¨®micos de gran sensiblidad y nuestras propias perspectivas como sociedad moderna y democr¨¢tica. Pero hay dos aspectos que queremos destacar antes de que se inicien estos contactos finales entre las partes negociadoras.

En primer lugar, nuestra incorporaci¨®n a la Europa de los diez, que supone una transferenci¨¢ de parte de nuestra soberan¨ªa en algunos temas, es un asunto que trasciende de los leg¨ªtimos intereses de los partidos ( ... ).

Si el calendario deseado no pudiera cumplirse, sin ceder m¨¢s all¨¢ de lo conveniente a nuestros intereses, esperamos que el Gobierno sepa perder la baza electoral que la firma del tratado le podr¨ªa suponer en 1985 o 1986.

En segundo lugar es preciso reconocer la innegable vinculaci¨®n existente entre nuestros dos grandes temas europeos: OTAN y Comunidades. Pese a los continuos desmentidos oficiales por parte espa?ola, esa vinculaci¨®n existe en las mentes y en los intereses de la mayor¨ªa de los parlamentarios nacionales de los 10 Parlamentos que deben ratificar el tratado de adhesi¨®n. No es f¨¢cil comprender que nuestro pa¨ªs desee ardientemente formar parte de la Europa econ¨®mica y se muestre a la vez reticente a la hora de asumir su parte de responsabilidad en la defensa del continente. ( ... )

, 2 de septiembre