Mercedes Padr¨®s, cabecilla de los GRAPO, sospechosa de organizar los atentados
La Polic¨ªa ha centrado sus investigaciones en la localizaci¨®n de Mercedes Padr¨®s Corominas, de 30 a?os, actual m¨¢xima responsable de los Grupos de Resistencia Antifascista Primero de Octubre (GRAPO) y supuesta participante en el atentado que cost¨® la vida ayer en Madrid al director general de Urbis, Manuel Angel de la Quintana. Mercedes Padr¨®s ha podido ser, seg¨²n expertos policiales, la dirigente que ha planificado esta nueva cadena de atentados, "una forma ya cl¨¢sica en los GRAPO de conmemorar sus aniversarios" en este caso el tercero de la muerte de Enrique Cerd¨¢n Calixto. Adem¨¢s de esta mujer, la polic¨ªa ha identificado, a otros dos grapo coma integrantes del comando que actu¨® en Madrid: Francisco Javier Ros Garc¨ªa y, Jaime Sim¨®n Quintela.
Cerd¨¢n Calixto, muerto en un tiroteo con la polic¨ªa en Barcelona el 5 de septiembre de 1981, era recordado ayer en una necrol¨®gica publicada en el diario donostiarra Egin por la Asociaci¨®n de Familiares y Amigos de los Presos de Bizcaia (AFAPB), organizaci¨®n que aglutina a los simpatizantes de los GRAPO y del Partido Comunista de Espa?a Reconstituido (PCEr), su sustento pol¨ªtico. Horas despu¨¦s de aparecer esta necrol¨®gica, los GRAPO actuaban en tres de sus principales zonas de asentamiento: Madrid, Galicia y Andaluc¨ªa. La Polic¨ªa cree que estaban proyectadas tambi¨¦n acciones en Barcelona y Zaragoza, que probablemente se frustraron.Las primeras noticias sobre el atentado de La Coru?a, en el que result¨® herido el ingeniero de Radiotelevisi¨®n Espa?ola (RTVE), Luis Pardo Garc¨ªa, moviliz¨® a la polic¨ªa antiterrorista. La sorpresa estuvo, sin embargo, en el tipo de v¨ªctimas escogidas por los terroristas: un t¨¦cnico al servicio del Estado, que suele viajar en un autom¨®vil con matr¨ªcula del Parque M¨®vil; el director general de una importante inmobiliaria, que para sanearla internamente ha tenido que prescindir de un gran n¨²mero de trabajadores, y el presidente de la patronal sevillana. Ninguno de ellos llevaba escolta, no figuraban en la relaci¨®n de personas a los que los GRAPO han exigido el impuesto revolucionario y ni siquiera se hab¨ªan visto directamente amenazados por el terrorismo.
El atentado contra el ingeniero Pardo, Garc¨ªa, al que en un principio pretend¨ªan los terroristas secuestrar para obtener el cobro del impuesto revolucionario, coincidi¨® con la presencia en La Coru?a de funcionarios de la Brigada Central de Informaci¨®n desplazados a aquella ciudad a ra¨ªz de la reciente cadena de bombas reivindicadas por los GRAPO. Desde media ma?ana, la Polic¨ªa ya sab¨ªa que en este atentado hab¨ªa participado el grapo madrile?o Leoncio Calcerrada Fern¨¢ndez. Una hora despu¨¦s era localizado y resultaba herido de gravedad en un tiroteo. Su compa?ero Juan Garc¨ªa Rueda, tambi¨¦n fue herido y falleci¨® a los pocos minutos.
En Madrid, la Brigada Regional de Informaci¨®n comenzaba a rastrear las zonas donde presumiblemente se refugian los GRAPO. Las primeras conclusiones policiales se centraban en Mercedes Padr¨®s, Francisco Javier Ros D¨ªaz y Juan Sim¨®n Quintela. En Sevilla, sin embargo, la Polic¨ªa encontraba dificultades a la hora de identificar a los terroristas, aunque se ten¨ªa la impresi¨®n de que uno de los ejecutores del asesinato era el grapo Sebasti¨¢n Rodr¨ªguez Veloso.
18 activistas, seg¨²n la polic¨ªa
Seg¨²n fuentes de la Direcci¨®n de la Seguridad del Estado, los GRAPO no sobrepasan en la actualidad los 18 activistas. Castigado fuertemente por la Polic¨ªa en los ¨²ltimos a?os (actualmente existen 90 miembros de esta organizaci¨®n en prisi¨®n), los GRAPO comenzaron a resurgir t¨ªmidamente con la excarcelaci¨®n de Jos¨¦ Balm¨®n Castell, a finales de 1982, casi coincidiendo con la muerte en Barcelona por la polic¨ªa del entonces dirigente del PCEr, Juan Mart¨ªn Luna.Desde esa fecha hasta mayo de 1984, mes en que es detenido Balm¨®n en Barcelona, los GRAPO tuvieron tiempo para reorganizarse, pero sobre la base de los pocos activistas a¨²n no capturados por la Polic¨ªa, entre ellos varias mujeres (Mercedes Padr¨®s, Mar¨ªa Teresa de Jes¨²s y Rosa L¨®pez Mill¨¢n) y el reclutamiento de nuevos militantes.
Los GRAPO, a trav¨¦s de Gaceta Roja (¨®rgano clandestino de difusi¨®n), resum¨ªan el pasado mes de mayo en dos puntos sus planes m¨¢s inmediatos: "Seguir la l¨ªnea trazada de fortalecimiento de nuestra organizaci¨®n, combatiendo y apoyando todo movimiento de masas, y dar un salto cualitativo en el autofinanciamiento, pasando de la expropiaci¨®n de bancos al cobro del impuesto revolucionario". Fue Balm¨®n, durante el tiempo que estuvo en libertad, quien vari¨® la estrategia de la organizaci¨®n.
Al poco tiempo de ser detenido Balm¨®n, concretamente en junio pasado, sal¨ªa de prisi¨®n, tras cumplir condena, el secretario general del PCEr, Manuel P¨¦rez Mart¨ªnez, Camarada Arenas, hoy en libertad. P¨¦rez Mart¨ªnez, a la salida de la c¨¢rcel, se esforz¨® en diferenciar al PCEr de los GRAPO, situ¨¢ndose en la primera organizaci¨®n. Hasta la fecha, la Polic¨ªa no ha probado ninguna implicaci¨®n de P¨¦rez Mart¨ªnez en las recientes acciones de los GRAPO, tanto la colocaci¨®n de bombas del pasado mes de agosto como los atenta dos de ayer.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.