Un acuerdo caro

De los 13 pa¨ªses y cuatro organismos internacionales, entre ellos la Comunidad Econ¨®mica Europea (CEE), con los que Espa?a mantiene convenios pesqueros bilaterales, y de los 14 con los que anda en negociaciones para conseguirlos, Marruecos es el que acoge en sus aguas el mayor n¨²mero de barcos (887), una tercera parte de toda la flota pesquera espa?ola afectada por acuerdos internacionales. Tambi¨¦n es el pa¨ªs que retibe las mayores contraprestaciones, en un tratado acuerdo que fuentes cercanas a la Secretar¨ªa General de Pesca califican de costoso e incluso de caro.El hecho de que el convenio (aunque firmado entre los dos pa¨ªses el 1 de agosto de 1983 y en vigor hasta el 31 de julio de 1987) no est¨¦ ratificado por el parlamento marroqu¨ª, con lo que te¨®ricamente podr¨ªa ser rescindido unilateralmente; de que resulte imprescindible para Espa?a y de que una parte significativa de los barcos puedan estar cometiendo o f¨¢enando ilegalmente, provoca fricciones constantes con Marruecos "y hace que se est¨¦ siempre en manos de la mayor o menor generosidad del Gobierno de ese pa¨ªs, que hasta el incidente del Santa Teresa de Jes¨²s ven¨ªa mostr¨¢ndose relativamente tolerante en la aplicaci¨®n del acuerdo; por ejemplo, en la reciente. pr¨®rroga de tres meses concedida a los armadores espa?oles para que cambiasen sus mallas y artes de pesca".

La impopularidad del tratado pesquero entre la poblaci¨®n marroqu¨ª, seg¨²n estas fuentes, echa aun mayor hierro al tema. Seg¨²n funcionarios de la Secretar¨ªa de Pesca, es probable que el Gobierno espa?ol no sepa venoler suficientemente las numerosas contraprestaciones que tanto los armadores de los batcos que faenan en el llamado banco pesquero canario-sahariano como el Estado aportan a Marruecos.

887 barcos en el banco sahariano

Estas contraprestaciones son: m¨¢s de 2.500 millones anuales de pesetas por los c¨¢nones de pesca (con la particularidad que el precio ha sufrido incrementos por un total del 54% de su v4lor en los ¨²ltimos dos a?os y se espera a¨²n un incremento de otro 30% antes de 1986, pagaderos adem¨¢s en derechos especiales de giro); dos cr¨¦ditos por valor de 100.000 millones de pesetas a un inter¨¦s muy bajo, a devolver hasta en 25 a?os con varios de carencia, 70 becas anuales para estudiantes marroqu¨ªes en escuelas y barcos espa?oles y la obligatoriedad de contratar en cada barco pesquero a uno o dos tripulantes de ese pa¨ªs, seg¨²n el barco supere o no las 150 toneladas de registro bruto.

Para las citadas fuentes cercanas a la Secretar¨ªa de Pesca se trata de un acuerdo costoso, e incluso caro, a la vista de los c¨¢nones trimestr¨¢les pactados, que oscilan entre las 2.543 y las 7.557 toneladas de registro bruto, seg¨²n las distintas modalidades. En total, de los 887 barcos que disponen de licencia para faenar, 311 son arrasteros, 49 de cerco, 139 palangreros, 53 de cefal¨®podos, 30 merluceros, 89 artesanales y 28 sardinales, adem¨¢s de los 188 barcos congeladores que se llevan el 56% de todas las capturas de la zona. En anteriores convenios, el n¨²mero de licencias pactadas con Marruecos alcanzaba la cifra de 1.200.

Exceptuados los barcos congeladores, que mantienen un nivel competitivo con las principales flotas extranjeras (sovi¨¦tica, japonesa y coreana, fundamentalmente), el resto de las embarcaciones que faer¨ªan en las aguas canariosaharianas refleja la crisis galopante que afecta a todo el sector pesquero espa?ol, que en el pr¨®ximo censo actualmente en preparaci¨®n ver¨¢ c¨®mo desciende desde algo m¨¢s de 17.000 a 12.500 el n¨²mero de unidades, al no poder ser ya considerados casi 5.000 barcos como aptos para la pesca.

Crisis que se refleja tambi¨¦n en el hecho de que la flota espa?ola que opera en la zona no se lleva ya la parte del le¨®n de las 600.000 toneladas de pescado que se descargan anualmente en el puerto de Las Palmas y que lo convierten en uno de los mayores puertos pesqueros del mundo y el primero de Espa?a en n¨²mero de barcos (15.000 en el ¨²ltimo a?o) y, por su car¨¢cter de puerto franco, en toneladas repostadas: especialmente en gas¨®leo (1.423.742 toneladas), agua (246.563 toneladas) y hielo (4.953 toneladas), si bien una gran parte pertenecen a los barcos mercantes, por tratarse las islas Canarias de lugar de paso de un gran n¨²mero de rutas mar¨ªtimas internacionales (v¨¦ase informaci¨®n aparte).

Con una flota pesquera vieja y poco competitiva, con el fuerte incremento de los gastos generales (Seguridad Social, c¨¢nones de pesca y gas¨®leo, fundamentalmente, a pesar de la subvenci¨®n estatal para el combustible), que acortan notablemente los beneficios, es frecuente la tentaci¨®n de armadores y patrones de faenar con artes prohibidas o de introducirse en aguas prohibidas para obtener mejores capturas, aun a riesgo de ser apresados y conducidos a puertos marroqu¨ªes, donde sufren sanciones administrativas que oscilan entre uno y diez millones de pesetas.

Armadores consultados por EL PAIS en Las Palmas manifestaron que la realidad es que a veces se tienta la suerte, sobre todo en barcos de menos de 150 toneladas de registro bruto y despu¨¦s de varias malas mareas (per¨ªodos continuados de pesca). "Los patrones que llevan toda la vida pescando en estas aguas conocen de sobra d¨®nde est¨¢n los buenos bancos, sin contar incluso con los instrumentos que se llevan a bordo".

14 convenios en negociaci¨®n

De la importancia que para Espa?a tiene el convenio pesquero con Marruecos baste se?alar que el conjunto el licencias contempladas en este acuerdo duplica a todas las que concede la Comunidad Econ¨®mica Europea, 533 en total, segundo acuerdo en importancia para la flota pesquera espa?ola. Este tratado con la CEE, que expira en el segundo trimestre de 1985, posibilita la pesca de merluza fundamentalmente (170 barcos), de la anchoa (280) y del at¨²n (sin limitaci¨®n).

Espa?a mantiene este tipo de acuerdos bilaterales con ocho pa¨ªses africanos, adem¨¢s de Marruecos, entre los que destacan en importancia los firmados con Guinea Ecuatorial (110 barcos, principalmente atuneros congeladores), Senegal (105 pesqueros, entre los que destacan los marisqueros, atuneros y merluceros) y un grupo de pa¨ªses para faenar frente a las costas de Namibia (116 barcos, merluceros en una gran mayor¨ªa).

En las costas de Guinea Conakry est¨¢ permitida la pesca a 47 barcos (siete marisqueros, 10 cefalopoderos, 15 palangreros y 15 atuneros). Con Angola est¨¢ vigente un acuerdo para 45 barcos marisqueros (especialmente langostinos, gambas y cangrejos) y 12 atuneros; con Mozambique, 18 buques camaroneros; con Cabo Verde, 8 atuneros ca?eros, y con Sur¨¢frica, 5 merluceros. Existe tambi¨¦n un convenio firmado con las Seychelles, en vigor hasta 1988, que posibilita la pesca a 15 barcos atuneros.

Un acuerdo con Estados Unidos, que expira en 1987, da licencia a 120 barcos congeladores (de calamar especialmente). Est¨¢n en vigor otros dos contratos para pescar en aguas de Canad¨¢, uno con Noruega, otro con las cercanas islas Svalbard y otro con Portugal.

Los catorce pa¨ªses con los que est¨¢ pendiente la negociaci¨®n para la formalizaci¨®n de un convenio de pesca son Gab¨®n, Santo Tom¨¦, Pr¨ªncipe, Guinea Bissau, Liberia, Madagascar, Tanzania, Colombia, Brasil, Venezuela, Ecuador, Per¨², Nicaragua y Mauritania.