Casta de noviIlero antiguo

JOAQU?N VIDALJuan Rivera y Jorge Manrique tienen casta de novilleros antiguos, aquellos que sal¨ªan a triunfar, all¨¢ penas el toro. El toro importaba poco, o por lo menos ninguno pon¨ªa freno a su hambre de gloria. Si era g¨¹eno, le daban fiesta; si malo, pelea, a ver qui¨¦n pod¨ªa con qui¨¦n.

Los tiempos que corren, por el contrario, demandan cuidar a los novilleros. Sus mentores les cuidan tanto, que les dan el biber¨®n del torito tonto, y as¨ª no hay manera de conocer las capacidades reales de cada cual. A Jaime Malaver, por la isidrada, le dieron el biber¨®n de un torito tonto con el que bord¨® el toreo, faltar¨ªa m¨¢s, y cuando despu¨¦s hubo de digerir m¨¢s fuertes platos, le entraban n¨¢useas.

Los novillos serios y encastados de ayer se le indigestaron a Jaime Malaver: no le ped¨ªa el cuerpo quedarse quieto. En cambio, sus compa?eros se los quer¨ªan comer con patatas. No siempre fue posible y hubo veces en que los comidos con patatas estuvieron a punto de ser ellos. Pero la determinaci¨®n de triunfar o sucumbir en el empe?o ya era suficiente prueba de aptitud.

Tienen defectos t¨¦cnicos, como es l¨®gico en novilleros. No importa, pues ya aprender¨¢n la teor¨ªa y las clases pr¨¢cticas har¨¢n el resto, en cada corrida. Juan Rivera tuvo ayer una que s¨®lo la habr¨ªan podido superar doctores en tauromaquia: la de un toro serio, bien armado, fuerte, manso y con genio, que se queda sin picar por culpa de la incompetencia supina del presidente.

Igual que si ese novillo fuera pastue?o, Rivera pretendi¨® torearle de frente, abierto el comp¨¢s, aguantando la embestida, y sufri¨® un volteret¨®n impresionante. Sali¨® maltrecho y con el vestido destrozado, pero nada descompuesto, y volvi¨® al toro con el mismo coraje, que antes de la cogida. Por supuesto que no pudo haber m¨¢s que sorda pelea, muchos malos tragos para matar, dos avisos. Lo cual no rest¨®, en absoluto, los m¨¦ritos del novillero, que dej¨® patente su pundonor y torer¨ªa.

A su anterior novillo, de condici¨®n boyante, le hab¨ªa hecho una bonita faena de corte cl¨¢sico, aderezada con espl¨¦ndidos muletazos de recurso y adornos oportunos. Tambi¨¦n Jorge Manrique luci¨® buen corte de torero a lo largo de sus faenas, en una de las cuales sufri¨® otra seria voltereta. Este torero ofrec¨ªa la novedad de que mata con la izquierda, sencillamente porque es zurdo, y se vio que lo hace con la misma mediocridad de sus colegas diestros.

Mientras en el ruedo se produc¨ªa la emoci¨®n de una lidia a la antigua, en el palco un funcionario presid¨ªa a la moderna, que no es presidir. Presidente y asesores, en Las Ventas, son el circo.