Bob Wilson anuncia el estreno en Espa?a de su '¨®pera' sobre las guerras civiles

El artista norteamericano Robert Wilson, que cultiva indistintamente, entre otras artes, el teatro, la pintura, la m¨²sica y el v¨ªdeo, -dimensi¨®n, esta ¨²ltima, de su obra que le ha tra¨ªdo al festival de San Sebasti¨¢n- manifest¨® ayer a este peri¨®dico que probablemente estrenar¨¢ en Espa?a, el pr¨®ximo a?o, parte de su montaje teatral, de heterodoxa ortograf¨ªa, the CIVIL warS, una ¨®pera, como denomina a todas sus creaciones, de 12 horas de duraci¨®n divididas en cinco actos y 15 escenas, que es al mismo tiempo una especie de par¨¢bola o de met¨¢fora ¨¦pica sobre todas las guerras civiles.

Bob Wilson o no sabe o no quiere revelar qui¨¦nes financiar¨¢n su estreno en Espa?a. Tan s¨®lo afirma que se trata de una coproducci¨®n entre instituciones espa?olas y extranjeras.Los ayuntamientos de Madrid y de Barcelona no llegaron este verano a un acuerdo (EL PA?S, 1 de julio de 1984) para representar la ¨®pera en nuestro pa¨ªs. El autor no ha podido, por dificultades financieras -afirma que todav¨ªa no ha pagado la producci¨®n de su v¨ªdeo Stations-, representar en ning¨²n pa¨ªs del mundo el montaje ¨ªntegro de su colosal proyecto. Este proyecto se exhibi¨® parcialmente, durante estos dos ¨²ltimos a?os, en Rotterdam, en Colonia, en algunas ciudades de los Estados Unidos y en Berl¨ªn. Por el contrario, la poderosa organizaci¨®n de los Juegos Ol¨ªmpicos de Los ?ngeles, que estaba interesada al principio en financiar el proyecto, dio marcha atr¨¢s a ¨²ltima hora.

Wilson tiene a su favor una metodolog¨ªa de trabajo por segmentos perfectamente calculados en tiempo y espacios esc¨¦nicos, que le permiten hacer montajes parciales de la ¨®pera y llevar a cada pa¨ªs, m¨¢s o menos, la parte que le corresponda en la historia de los enfrentamientos civiles. As¨ª, en Berl¨ªn mont¨® la primera escena del acto primero, la primera del acto tercero y todo el cuarto acto. Un mosaico de sucesivas escenas, actos y secuencias cuya parcialidad no impide ver la unidad que preside el conjunto.

De hecho, este autor norteamericano asegura que tiene informatizada toda su producci¨®n videogr¨¢fica en bloques de planos de 13 segundos, 26 segundos y as¨ª sucesivamente hasta un m¨¢ximo de dos minutos, de forma que ¨¦l u otros puedan editar nuevas versiones en cualquier momento y orden.

A?ade Wilson que tambi¨¦n mantiene su prop¨®sito inicial de realizar en v¨ªdeo la ¨®pera the CIVIL warS. Su proyecto se desarrollar¨¢ a partir de los bocetos que Wilson ha ido editando desde hace cuatro a?os.

Tres cintas de v¨ªdeo

Present¨®, el domingo por la noche y ayer a mediod¨ªa, en el Festival de V¨ªdeo de San Sebasti¨¢n las tres cintas m¨¢s conocidas: V¨ªdeo 50 (1979), una serie de 150 miniespacios de duraci¨®n inferior a 30 segundos cada uno, cuyo formato est¨¢ extra¨ªdo del anuncio de publicidad, en los que reitera situaciones, gestos y objetos de la vida cotidiana; Deafman glance (La mirada del sordo, 1982), versi¨®n en 28 minutos de su primera obra teatral, en la que narra c¨®mo una mujer asesina ritualmente a dos ni?os que viven en su casa, con una tremenda austeridad escenogr¨¢fica: los tres personajes, el grifo del agua, los platos y servilletas, una botella y un vaso de leche y un cuchillo que no se mancha de sangre al sacrificar a los ni?os; y Stations (1983), que cuenta los sue?os y fantas¨ªas de un ni?o de 11 a?os, ante el ventanal de la cocina, controlados a distancia por un hombre que maneja un equipo de v¨ªdeo.V¨ªdeo 50 y Stations ya hab¨ªan sido exhibidos en este festival de v¨ªdeo. Wilson acudi¨® al Museo de San Telmo, a sabiendas de que es la estrella de la actual dici¨®n, para presentar ceremoniosamente su producci¨®n. Incluso fue comentando en vivo la cinta V¨ªdeo 50 mientras se visionaba en la sala abarrotada de p¨²blico y se permiti¨® alg¨²n golpe dram¨¢tico, como despedir al traductor y sustituirlo por el escritor Vicente Molina Foix, que intervino tambi¨¦n como presentador de esta sesi¨®n retrospectiva.

Musicalidad de la imagen

El norteamericano habla en p¨²blico y en privado con parsimonia, espaciando las frases, dejando caer una larga pausa antes de cada intervenci¨®n o de cada respuesta, reiterando ideas y expresiones a intervalos que parecen reproducir el ritmo lento y reflexivo de sus v¨ªdeos, parco y riguroso en sus explicaciones.Todas sus cintas -en realidad se trata de ¨®peras realizadas expresamente para la televisi¨®n, de la Robert Wilson que aprecia sobre todo los anuncios y los folletones- carecen de aut¨¦ntico lenguaje verbal y son ante todo una traducci¨®n de su sentido espacial del teatro, al tiempo que de la narraci¨®n visual.

Se trata de im¨¢genes absolutamente limpias y n¨ªtidas, milimetradas en el encuadre y en el tiro de c¨¢mara, que provocan un fuerte contraste con la tendencia de la mayor¨ªa de los autores de v¨ªdeo a ensuciar las se?ales visuales y auditivas. Su narraci¨®n est¨¢ supeditada a la arquitectura y al ritmo musical de la imagen, de tal manera que la tensi¨®n dram¨¢tica nace y se despliega precisamente a parir del hecho de modular y de dilatar el tiempo.

Explica Bob Wilson que la amistad que mantuvo desde finales de los a?os sesenta con dos ni?os -uno sordo, que acab¨® adoptando, y otro considerado por los m¨¦dicos deficiente mental irrecuperable, Andrews y Christopher- influy¨® de manera decisiva en su vida y por consiguiente en su concepci¨®n art¨ªstica: el primero, que desconoc¨ªa la palabra, le ense?¨® a pensar- con im¨¢genes y signos visuales, y del segundo aprendi¨® a comunicarse mediante el ritmo, mediante "una l¨®gica similar a las composiciones de Mozart".