Walter Mondale pide a Reagan que castigue a los responsables de la matanza de Beirut
El candidato dem¨®crata a la presidencia norteamericana, Walter Mondale, ha instado a Reagan a que tome represalias contra los autores del atentado contra la Embajada estadounidense en Beirut, "si es que pueden ser identificados" dijo Mondale, "y creo, a?adi¨®, que cualquier medida de castigo ser¨ªa apropiada". Esta actitud del l¨ªder dem¨®crata fue reafirmada ayer por el secretario de Defensa de Reagan, Caspar Weinherger, quien se?al¨® que "EE UU est¨¢ valorando las maneras de replicar a los responsables del ataque".
Una fuerte pol¨¦mica se ha desatado, entre tanto, en Estados Unidos sobre el terrorismo y sobre las medidas de seguridad que se hab¨ªan adoptado para proteger las instalaciones de la nueva Embajada norteamericana en Beirut, que el jueves fue objeto de un atentado suicida que caus¨® al menos 23 muertos y 70 heridos. El ¨²ltimo balance de la polic¨ªa libanesa indica que 20 personas no han sido todav¨ªa localizadas entre los escombros, por lo que el n¨²mero de muertos podr¨ªa ¨ªncrementarse. El presidente de la C¨¢mara de Representantes, Thomas O'Neill, manifest¨®, tras tener noticia del atentado: "me parece que no est¨¢bamos preparados y que no ten¨ªamos las barreras de protecci¨®n adecuadas y suficientes. La cuesti¨®n es, pues: ?hab¨ªamos tomado las medidas necesarias?. Aparentemente no", precis¨®.O'Neill asever¨® que las medidas contraterroristas deber¨ªan haber sido m¨¢ximas despu¨¦s de "las amenazas de muerte lanzadas contra el embajador de Estados Unidos", que eran ya conocidas, seg¨²n O'Neill, por los servicios de inteligencia norteamericanos.
La nueva sede de la Embajada norteamericana en Beirut Este estaba protegida por soldados libaneses antiguos miembros de las milicias cristianas, que eran auxiliados por un peque?o grupo de marines de los 80 que a¨²n permanecen en L¨ªbano. La Administraci¨®n norteamericana hab¨ªa ordenado que las instalaciones diplom¨¢ticas estuvieran protegi das por una gran puerta blindada, por trampas para tanques y por varios muros de contenci¨®n de hormig¨®n, en los que estuvieran apostados los miembros de la seguridad para proteger el camino hasta el edificio central. Pero ninguna de las innovaciones hab¨ªa, sido terminada el jueves, cuando se produjo el atentado.
La pol¨¦mica sobre el terrorismo se produce a s¨®lo siete semanas del 6 de noviembre, fecha de las elecciones presidenciales. El presidente norteamericano, Ronald Reagan, se?al¨® nada m¨¢s conocer el atentado, que ¨¦ste era obra del terrorismo internacional, aunque no cit¨® ning¨²n nombre concreto.
Estas declaraciones de la Administraci¨®n norteamericana difieren de las efectuadas el pasado 23 de octubre, cuando el Jihad Isl¨¢mico (Guerra Santa Isl¨¢mica) se responsabiliz¨® del atentado que caus¨® la muerte de 241 marines.
En aquella ocasi¨®n, el secretario de Estado norteamericano, George Shulz, se?al¨® que "los lazos del terrorismo internacional se dirigeii directa o indirectamente a la Uni¨®n Sovi¨¦tica".
Algunos observadores han encontrado en esta nueva actitud un intento de no crispar la situaci¨®n ante la pr¨®xima entrevista de Reagan con el ministro de Asuntos Exteriores sovi¨¦tico, Andrei Gromiko.
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