El Gobierno franc¨¦s aplaza el env¨ªo de los tres 'etarras' hasta que se pronuncie el Consejo de Estado
Philippe Waguet, el ahogado defensor de los tres miembros de ETA Militar que el Gobierno franc¨¦s ha decidido entregar a Espa?a, estim¨® ayer que el Consejo de Estado se pronunciar¨¢ definitivamente sobre el destino de los encausados en el plazo de tres o cuatro d¨ªas. El ahogado present¨® un recurso contra la decisi¨®n del Gabinete franc¨¦s, y decidir¨¢ en ¨²ltima instancia el Consejo de Estado, m¨¢ximo tribunal administrativo. Se da como seguro que el Gobierno de Par¨ªs no enviar¨¢ a los tres activistas a Madrid hasta conocer la decisi¨®n de ese ¨®rgano judicial. Los presuntos terroristas esperan en la c¨¢rcel parisiense de Fresnes el momento, te¨®ricamente inevitable, de su extradici¨®n.
El recurso del representante de los etarras parte de un compromiso pol¨ªtico del Gobierno seg¨²n el cual todo decreto firmado por el primer ministro puede ser impugnado ante el Consejo de Estado. No obstante, se trata de una cuesti¨®n te¨®rica, puesto que no figura en ning¨²n texto legal.El recurso ante el Consejo de Estado carece de car¨¢cter suspensivo, y el Gobierno habr¨ªa podido ejecutar su decisi¨®n de entregar a los detenidos a partir del momento en que, el domingo ¨²ltimo, se pronunci¨® oficialmente en favor de las extradiciones. As¨ª lo hizo con los cuatro que deport¨® a Togo, que tambi¨¦n ten¨ªan posibilidad de recurrir ante el tribunal administrativo.
Ahora bien, ocurre que el Ejecutivo socialista, tal como lo explicit¨® minuciosamente su portavoz y ministro de Asuntos Europeos, Roland Dumas, considera que ha realizado un acto muy grave, el acto de la extradici¨®n, y por ello ha querido cumplimentar, entre otros, todos los requisitos legales. El ¨²ltimo de ¨¦stos, aunque no estaba obligado a respetarlo, es el recurso ante el Consejo de Estado. En este detalle funda el Gobierno actual su diferencia respecto a los anteriores Gobiernos liberales o conservadores, que procedieron a extradiciones, como la del abogado alem¨¢n Klaus Croissant (relacionado con la banda Baader-Meinhoff), de manera expeditiva.
En principio, ser¨ªa de esperar que el fallo del Consejo de Estado se produjese dentro de algunas semanas. Y eso resultar¨ªa lo normal, pero el abogado que ha pedido la anulaci¨®n de la extradici¨®n, lo mismo que fuentes gubernamentales autorizadas, estima que en tres o cuatro d¨ªas los jueces har¨¢n p¨²blico su definitivo veredicto.
Un precedente
Respecto a la sentencia caben dos observaciones: primera, que, en efecto, el Consejo de Estado puede muy bien anular un decreto gubernamental y, en tal caso, los presos etarras quedar¨ªan en libertad. Segunda observaci¨®n: no se considera probable en fuentes francesas que en el caso presente el Consejo de Estado desdiga a los tribunales que han opinado ya -el tribunal de Pau y el Supremo-, y al mismo tiempo al Gobierno.
Ahora bien, y en contra de lo que se dijo ayer en este mismo peri¨®dico, existe un precedente en que el Consejo de Estado revoc¨® la decisi¨®n del Gobierno sobre una extradici¨®n a Espa?a. En 1977, la instituci¨®n referida ya se pronunci¨® contra la entrega de Pedro Astudillo Calleja, anarquista de 48 a?os reclamado por delitos comunes, que fue condenado primeramente, el 10 de marzo de 1975, por un tribunal de Par¨ªs a un a?o de prisi¨®n, por intento de robo. El encausado aleg¨® ante el Consejo que los hechos imputados por Espa?a -robos de armas- ten¨ªan car¨¢cter pol¨ªtico.
Respecto a las extradiciones, la opini¨®n francesa se manifiesta m¨¢s o menos favorable, y m¨¢s o menos reticente, sobre todo en la izquierda, ante lo que algunos consideran como "una fecha hist¨®rica en el terrorismo europeo". Noticias conseguidas en medios cercanos a los independentistas etarras dejan entender que parece necesario un comp¨¢s de espera para conocer lo que, realmente, ser¨¢ la etapa diferente que, sin duda, representa para los vascos la nueva l¨®gica del Gobierno franc¨¦s.
Principios intocables
La izquierda francesa traga como puede el sapo que pata ella supone el renegar, una vez m¨¢s desde que llegaron al poder, de uno de sus principios intocables, el de las extradiciones, cosa de gentes de derecha o de extrema derecha para los socialistas y comunistas cuando militaban en la oposici¨®n. A¨²n hace menos de una semana, el primer secretario del Partido Socialista (PS), Lionel Jospin, se manifest¨® contra las extradiciones de los vascos. El diputado socialista del Pa¨ªs Vasco franc¨¦s Jean Pierre Destrade, que ahora es portavoz socialista, justifica como puede una medida "dif¨ªcil de asumir para los socialistas". Dirigentes de la derecha o del centro aprueban la medida gubernamental, aunque cada cual le reprocha algo, para no coincidir a pies juntillas con el poder contra el que ellos luchan. S¨®lo aprueba sin reparo la medida la ultraderecha.
La cr¨ªtica es radical por parte de los grupos ultras minoritarios de extrema izquierda. La Prensa se manifiesta en t¨¦rminos m¨¢s o menos aprobatorios, a salvo del diario m¨¢s influyente en la opini¨®n francesa e internacional, el vespertino Le Monde, que considera que el Gobierno ha cometido un error. Dicho diario entiende que la apoyatura jur¨ªdica y pol¨ªtica del Gobierno es s¨®lida, pero a la hora de ofrecer una conclusi¨®n global, el propio director de Le Monde, en un comentario destacado de primera p¨¢gina, escribe: "Que un Estado libre entregue a la justicia de otro pa¨ªs a personas perseguidas por actos de criminalidad pol¨ªtica, aunque estos ¨²ltimos sean moralmente condenables, es un acto grave, chocante". Incluso sobre el terreno, el diario antedicho piensa que la extradici¨®n empeorar¨¢ la situaci¨®n y no arreglar¨¢ nada.
Desde un aeropuerto militar ubicado en la periferia parisiense, el de Villacoublay, despegaron en avi¨®n el domingo ¨²ltimo los cuatro miembros de ETA deportados a Togo (?frica). Los activistas fueron sacados de Fresnes en dos helic¨®pteros. Es previsible que el mismo procedimiento sea empleado para enviar a Espa?a a los tres etarras.
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