El truco de la Moncloa
Me parece que ya conozco el truco de la Moncloa. Es una versi¨®n corregida y aumentada de aquella c¨¦lebre ley de Fetridge. Ahora reza as¨ª: las cosas importantes que se supone van a suceder no suceden, especialmente cuando los periodistas est¨¢n mirando.Basta que los chicos de la Prensa anuncien una profunda e inminente crisis de Gobierno, nombramientos o despidos de cuatro columnas, un dr¨¢stico cambio de rumbo en las relaciones interauton¨®micas y/o internacionales, para que nada ocurra. Incluso para que ocurra precisamente todo lo contrario. Nos anunciaron un atractivo oto?o caliente, con las aceras repletas de directores generales y subsecretarios con la manoseada carta de cese en el bolsillo, ex ministros cabizbajos, rumiando futuras declaraciones implosivas, y resulta que todo sigue igual de mon¨®tono que antes del verano.
Comprendo que esta situaci¨®n puede acabar resultando muy frustrante, como antes se dec¨ªa, pero la ley de Fetridge no es patrimonio exclusivo del poder, aunque todo parece indicar que los socialistas del gran poder est¨¢n encantados con ella. En la vida cotidiana abunda este tipo de situaciones, seg¨²n las cuales la probabilidad de que una cosa suceda es inversa mente proporcional a su deseabilidad. Y al rev¨¦s. Los sitios libres para aparcar siempre est¨¢n al otro lado de la calle. La p¨¢gina que te interesa es la que est¨¢ arrancada.Ese v¨ªdeo que no funciona delante de tus invitados funciona a las mil maravillas delante del t¨¦cnico. El dolor de muelas cesa repentina mente en la antesala del dentista y se reanuda indefectiblemente en el portal. La carta que temes es la que llega puntualmente y la llama da de tel¨¦fono por la que suspiras es la que jam¨¢s suena. Esa rotunda frase brillante siempre se te ocurre a la salida de la conferencia, de la entrevista, del coloquio, de la pol¨¦mica. Nada tengo que objetar al viejo truco de la Moncloa. Mi ¨²nica duda est¨¢ en saber si las cosas importantes que se supone van a suceder no suceden porque los periodistas est¨¢n mirando o s¨®lo es que los periodistas miran equivocadamente casi todo el tiempo.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.