El primer encuentro entre Reagan y Gromiko abre el camino a una mejora de las relaciones entre Washington y Mosc¨²

Tres horas y media de di¨¢logo entre el presidente de Estados Unidos, Ronald Reagan, y el ministro de Asuntos Exteriores sovi¨¦tico, Andrei Gromiko, marcaron lo que puede ser el inicio de cambio en las relaciones entre EE UU y la Uni¨®n Sovi¨¦tica. El encuentro supuso "un progreso en la causa de la paz", seg¨²n se?al¨® el secretario de Estado norteamericano, George Shultz, pero no se tradujo en ning¨²n acuerdo, salvo el de mantenerse en contacto.

El primer encuentro a alto nivel entre Washington y Mosc¨² desde la llegada de Reagan a la Casa Blanca, en enero de 1982, aunque sin resultados concretos, supuso, seg¨²n la opini¨®n un¨¢nimemente extendida, el comienzo del deshielo despu¨¦s de cuatro a?os de tensiones.El secretario de Estado, Georges Shulzt, defini¨® el encuentro Reagan-Gromiko como una reuni¨®n de "negocios serios, en la que cada uno ha expuesto sus puntos de vista de manera muy firme". Shultz a?adi¨® que Reagan "tambi¨¦n expuso sus opiniones en caso de que sea reelegido", tanto en asuntos de armamento nuclear, derechos humanos, como situaci¨®n en Oriente Medio, principales cap¨ªtulos de la entrevista de dos horas celebrada entre Reagan y Gromiko en la Casa Blanca.

Sin otras precisiones concretas sobre lo tratado, Grorniko abandon¨® la Casa Blanca con un retraso de 20 minutos sobre el horario previsto, acompa?ado de Shultz hasta la puerta del coche oficial, mientras cada uno levantaba la mano en se?al de victoria, para satisfacci¨®n de los informadores gr¨¢ficos que segu¨ªan la importante escena.

La entrevista comenz¨® a las diez de la ma?ana, hora de Washington (cuatro de la tarde, hora peninsular espa?ola), prolong¨¢ndose hasta el mediod¨ªa. Continu¨® con un almuerzo de hora y media ofrecido por Reagan a Gromiko en el comedor de la Casa Blanca.

Mientras ambos dirigentes caminaban juntos hacia el lugar donde tuvo lugar el almuerzo privado, Reagan confirm¨® el ambiente de optimismo al decir que "estamos hablando".

Minutos antes del inicio de la reuni¨®n, el presidente norteamericano hab¨ªa declarado que "creo que todos tenemos que reaccionar con esperanza" para intentar inaugurar una etapa de relaciones normales entre Washington y Mosc¨². Gromiko, por su parte, confes¨® que entraaba en la Casa Blanca "es peranzado", aunque advirti¨® que todav¨ªa "es demasiado pronto" para extraer conclusiones.

Para Andrei Gromiko, de 75 a?os de edad, la visita a la Casa Blanca no constitu¨ªa realmente ninguna novedad. En 1943, ¨¦poca del presidente Franklin Roosevelt, Andrei Gromiko hab¨ªa ya pisado los salones de la Casa Blanca en su condici¨®n de joven embajador de la Uni¨®n Sovi¨¦tica en Washington.

Desde entonces, Groiniko, que pas¨® a ocupar el cargo de ministro de Asuntos Exteriores de la URSS en 1957, coincidi¨® con todos los presidentes de Estados Unidos. La veteran¨ªa de Gromiko al frente de las relaciones exteriores de la URSS concedi¨® solera a su encuentro con Reagan.

V¨ªas de di¨¢logo

Por parte estadounidense, parece evidente que Reagan confiado en su posible reelecci¨®n para otros cuatro a?os como presidente en la cita electoral del pr¨®ximo 6 de noviembre- quiere abrir v¨ªas de di¨¢logo con la URSS. Ante la casi inevitable reelecci¨®n de Reagan -conforme a las encuestas-, Mosc¨² parece haber dicho ya que s¨ª con la celebraci¨®n del que puede ser hist¨®rico encuentro de ayer en la Casa Blanca.

Gromiko lleg¨® a la Casa Blanca tras haber pronunciado, en la maf¨ªana del pasado jueves, un discurso ante la Asamblea General de la ONU, donde la ret¨®rica antinorteamericana qued¨® reflejada a la hora de analizar los problemas del mundo o el punto muerto en que se encuentran las negociaciones Este-Oeste para una reducci¨®n y control de armamentos.

"No tenemos ning¨²n comentario espec¨ªfico", dijeron medios de la Casa Blanca, donde, naturalmente, no gust¨® el discurso de Gromiko, aunque tampoco lleg¨® a enturbiar el clima de la entrevista posterior con Reagan.

No era de esperar que, tras casi cuatro a?os de radicalizaci¨®n e interrupci¨®n de conversaciones sobre armamento entre Estados Unidos y la Uni¨®n Sovi¨¦tica, Reagan y Gromiko llegaran a acuerdos inmediatos en su breve encuentro de Washington.

Nuevas negociaciones

Los resultados espec¨ªficos deber¨¢n valorarse en la medida en que en los pr¨®ximos meses estadounidenses y sovi¨¦ticos decidan iniciar nuevas negociaciones sobre armamento (armas espaciales y armas qu¨ªmicas, en particular), de cuyo clima y posibles resultados podr¨ªa salir un intento de desbloquear las negociaciones sobre control y reducci¨®n de armas nucleares de alcance medio (euromisiles) o de armas estrat¨¦gicas (START).

Un men¨² con ribetes de distensi¨®n, donde se altern¨® el wodka ruso con el vino blanco californiano, contribuy¨® tambi¨¦n a romper el hielo entre Ronald Reagan y Andrei Gromiko.