Los problemas de Granada
Solucionado el problema suscitado por la licencia de construcci¨®n de una zona residencial en Los Alijares, gracias a la Junta de Andaluc¨ªa (o tal vez al enfrentamiento entre ¨¦sta y el Ayuntamiento de Granada, que todo puede ser), creo conveniente que los granadinos no dejemos de pronunciarnos sobre este hecho.Granada, bajo la ¨¦gida del se?or Jara, ha tenido irrelevantes ataques epid¨¦rmicos, s¨ª algunos aciertos de sensibilidad y buen trabajo, y otros olvidos. Pero, como demostrando que la calma y el sosiego no pueden ser constantes y duraderos, hizo aparici¨®n la frenopat¨ªa, trastoc¨¢ndolo todo, gestando una monstruosidad casi igual a la aberraci¨®n perpetrada en los M¨¢rtires.
Se?or alcalde, no deje pasar la ocasi¨®n de despertar al se?or Olea y P¨¦rez Serrabona, concejal de Urbanismo, de su plancetera indocumentaci¨®n, explic¨¢ndole que, al igual que los peces se agitan en aguas contaminadas hasta producirles la muerte por asfixia, del mismo modo el entorno de los grupos arquitect¨®nicos-hist¨®rico-art¨ªsticos (pongamos por ejemplo La Alhambra) es b¨¢sico para su contemplaci¨®n y estudio y su desarrollo vegetativo.
Para que no pase inadvertido, el se?or Olea saca dotes de empecinamiento e insiste en Ideal (17 de septiembre) "que no es un atentado contra La Alhambra". M¨¢s imaginativo ha sido el senador por el Grupo Popular se?or D¨ªaz Berbell en El Diario de Granada (18 de septiembre), saliendo en defensa de la construcci¨®n de los 230 chal¨¦s, diciendo que esta inversi¨®n de 3.000 millones de pesetas va a ser buena para una zona dominada por las ratas. Un plan de raticida demasiado costoso. Aprovecho, no obstante, la oportunidad de decirle al se?or D¨ªaz Berbell que tambi¨¦n hay ratas en la Cartuja, Almanjayar, Acequia Gorda-R¨ªo Genil, etc¨¦tera, lugares que le lanzo para futuros planes. Espero, con desasosiego, que el citado senador no encuentre roedores en el palacio de Carlos V, o en los jardines del Partal, o en el monasterio de la Cartuja, en vista de cu¨¢les son sus soluciones.
En fin, que la Alhambra siga siendo alfombra de muertos y corona de vivos es lo que los ¨²ltimos esperamos. Se?or alcalde, diga a sus ediles que no toquen lo que no deben, "y h¨¢gales copiar 100 veces que esas cosas no se hacen" (J. M. Serrat).-
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