Los GRAPO secuestraron unas horas, el pasado d¨ªa 26, a un industrial barcelon¨¦s para obtener fondos con rapidez
La organizaci¨®n terrorista Grupos de Resistencia Antifascista Primero de Octubre (GRAPO) secuestr¨® el pasado d¨ªa 26 de septiembre en Barcelona a Rafael Villaseca Marco, de 33 a?os de edad director general y consejero de la sociedad T¨²nel del Cad¨ª, Concesionaria del Estado, SA, empresa constructora del t¨²nel del Cad¨ª, que atraviesa la sierra del mismo nombre, comunicando las comarcas catalanas del Bergued¨¤ y la Cerdanya. El directivo permaneci¨® retenido por sus secuestradores poco m¨¢s de tres horas. Rafael Villaseca qued¨® en libertad despu¨¦s de que los terroristas lograran hacer efectivo el pago de cinco millones de pesetas, rescate que el mismo secuestrado gestion¨®, seg¨²n supo ayer EL PAIS.
Desde primeros de septiembre, la polic¨ªa barcelonesa hab¨ªa puesto en marcha una investigaci¨®n especial, ante el temor fundamentado de la existencia en Barcelona de un comando de los GRAPO. La alerta policial alcanz¨® su punto ¨¢lgido el pasado 5 de septiembre, v¨ªspera del tercer aniversario de la muerte del hist¨®rico Enrique Cerd¨¢n Calixto, ocurrida en el barrio barcelon¨¦s de Valicarca.La tensi¨®n aument¨® ese d¨ªa al conocerse los atentados que llevaron a cabo los GRAPO en Madrid, Sevilla y La Coru?a, en los que murieron dos empresarios y result¨® gravemente herido un ingeniero jefe de Radiotelevisi¨®n Espa?ola. Fuentes gubernamentales barajaban, al acabar esa jornada, la posibilidad de que la detenci¨®n de uno de los grapo que participaron en el atentado de La Coru?a hiciera desistir de sus planes al comando que probablemente se hallaba en Barcelona.
El recuerdo de estos ¨²ltimos atentados fue, precisamente, una de las amenazas que constantemente esgrimieron ante Rafael Villaseca los dos grapo que lo secuestraron en el garaje de su domicilio. El director general se dispon¨ªa a salir hacia su despacho oficial en la sociedad T¨²nel del Cad¨ª (CESA). Poco antes de las nueve de la ma?ana, un hombre y una mujer, armados con pistolas, le abordaron identific¨¢ndose como activistas de los GRAPO. A continuaci¨®n fue obligado a subir en su propio autom¨®vil, encamin¨¢ndose hacia la parte alta de la ciudad, inicialmente por los barrios de Sarri¨¤ y Bonanova. Los terroristas s¨®lo exhibieron pistolas, aunque en una bolsa de mano parec¨ªan llevar una metralleta.
Los grapo comunicaron a Villaseca que la extorsi¨®n iba dirigida contra su empresa, y que se le hab¨ªa elegido a ¨¦l por el cargo que ocupa en ella. Exigieron un impuesto revolucionario que, finalmente, fijaron en cinco millones de pesetas. Para satisfacerlo concedieron un plazo que al principio era de una hora, bajo rotundas amenazas de muerte, aunque luego, ante las explicaciones que dio el director general de T¨²nel del Cad¨ª sobre las dificultades de lograr esa cantidad en tan corto espacio de tiempo, fue prorrogado. Este dato hace suponer que el comando de los GRAPO se hab¨ªa propuesto hacer un secuestro de desenlace r¨¢pido, que dejara pocas pistas y diera c¨®modo rendimiento econ¨®mico.
Paseo por la calle
Un empleado de la sociedad dirigida por Villaseca fue quien se encarg¨® de hacer efectivo un tal¨®n de la empresa por este importe. El empleado fue tambi¨¦n amenazado de muerte. Los grapo le aseguraron que unos compa?eros suyos le seguir¨ªan a distancia, subray¨¢ndole adem¨¢s el peligro que corr¨ªa la vida del director general. Tras encaminarse al banco y hacer efectivo el tal¨®n, el empleado de T¨²nel del Cad¨ª conect¨®, en el lugar que previamente se le hab¨ªa indicado, con la mujer integrante del comando, a quien entreg¨® el dinero.
Durante el tiempo que tard¨® en formalizarse la operaci¨®n bancaria, Villaseca qued¨® bajo la vigilancia del segundo miembro del comando. Luego abandonaron el coche, y secuestrador y secuestrado comenzaron a pasear por la Calle, en la zona de Sarri¨¢. Seg¨²n ha podido saber este diario, en su paseo ambos hombres entraron en una cafeter¨ªa para hacer tiempo hasta el momento de acudir al punto de encuentro con la mujer del comando que deb¨ªa llevar el dinero del rescate. Aunque este extremo no ha podido ser precisado, se produjo, al parecer, una situaci¨®n de especial tensi¨®n durante el paseo, al cruzarse Villaseca y su secuestrador -que en todo momento le apuntaba con una pistola escondida- con una pareja de la Polic¨ªa Nacional.
En la zona de Pedralbes volvieron a reunirse los dos miembros de los GRAPO. La mujer confirm¨® que ten¨ªa el dinero, y entonces le dijeron a Villaseca que el secuestro hab¨ªa finalizado y que iba a quedar en libertad. Tambi¨¦n le dieron consignas de la organizaci¨®n y le advirtieron que no deb¨ªa dar la alarma. Los dos grapo desaparecieron a pie poco despu¨¦s del mediod¨ªa.
Las sospechas policiales apuntan a que este comando es de los que habitualmente operan en la zona de Madrid. Asimismo, los responsables de la investigaci¨®n estudian la hip¨®tesis de que el comando ya haya abandonado Barcelona tras lograr el bot¨ªn, ante el refuerzo policial preventivo organizado hace d¨ªas debido al temor de que se produjera alguna acci¨®n de los GRAPO con motivo del primero de octubre, aniversario de la fundaci¨®n de este grupo armado.
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