Amor y dinero mezclan en el caso del agente del FBI que espiaba para la URSS
Sexo, oro y tribulaciones financieras se mezclan en la primera historia de espionaje a favor de la URSS en que se ha visto implicado un agente del Bur¨® Federal de Investigaci¨®n (FBI) norteamericano. Los tres personajes de esta historia -el estadounidense Richard Miller y el matrimonio sovi¨¦tico formado por Svetiana y Nicolai Ogorodnikov- declararon ayer ante el juez y pueden ser condenados a cadena perpetua. Miller, a sus 47 a?os, es el padre de. ocho hijos al que sus jefes hab¨ªan encargado tareas de contraespionaje entre los emigrantes sovi¨¦ticos instalados en el oeste de Estados Unidos. En el curso de su trabajo, el agente, libre de toda sospecha, entr¨® en contacto con la sovi¨¦tica, una enfermera que ahora cuenta 34 a?os, llegada a Estados Unidos en 197.3. Con el paso del tiempo estrecharon relaciones y se convirtieron en amantes.
El agente confi¨® en determinado momento a la enfermera "sus problemas personales, profesionales y financieros", seg¨²n el FBI, y ah¨ª vio la agente del sovi¨¦tico Comit¨¦ de Seguridad del Estado (KGB) la ocasi¨®n de ultimar por fin la tarea para la que, seg¨²n el FBI, fue enviada a Estados Unidos hace: 11 a?os. La Ogorodnikova, al parecer comandante en el KGB, ofreci¨®, a cambio de informaci¨®n, ayuda econ¨®mica al atribulado padre! de familia numerosa que no pod¨ªa llegar a fin de mes con los 40.000 d¨®lares anuales (casi siete millones de pesetas) que ganaba. ?ste accedi¨® a tratar con el marido de aquella, Nikolai, un carnicero de 51 a?os, el modo de pasar la informaci¨®n confidencial a que ten¨ªa acceso a cambio de 50.000 d¨®lares, en oro (unos 8,5 millones de pesetas) y 15.000 en efectivo. El sovi¨¦tico asegur¨® a Miller que el dinero no era problema, y ambos acordaron el contacto a establecer en M¨¦xico con un tercer agente.
Un documento de 24 p¨¢ginas
El FBI era ayer incapaz de asegurar si Miller recibi¨® el diario prometido. Algunas fuentes sostienen que el agente efectivamente recibi¨® el oro, que ten¨ªa depositado en tres bancos. distintos, aunque otras dicen que Miller s¨®lo recibi¨® 7.000 d¨®lares en efectivo y nada de oro. En cualquier caso, Miller fue acusado ayer de haber entregado a los sovi¨¦ticos un documento secreto de 24 p¨¢ginas relativo al modo en que los agentes norteamericanos recogen informaci¨®n sobre terceros pa¨ªses. En el FBI es palpable el desconcierto por lo ocurrido, primera gran mancha que cae sobre la instituci¨®n en sus 76 a?os de historia Se cre¨ªa que los agentes del FBI no eran sobornables, y el caso Miller ha echado por tierra esa creencia. "Era un buen padre de familia y no se le pod¨ªa ver bebiendo por la noche", declar¨® un agente del cuerpo que conoc¨ªa a Miller. Raymond Wannan, quien dej¨® hace ocho a?os sus tareas de contraes pionaje er¨ª el FBI, asegura que la selecci¨®n de los agentes para ese tipo.de trabajos es sumamente rigurosa.
La cadena de televisi¨®n ABC dedic¨® el mi¨¦rcoles a este suceso un programa en el que intervinieron varios agentes y funcionarios de los pa¨ªses del Este pasados a Occidente en los ¨²ltimos a?os.Uno de ellos, Ladislav Bittman, que trabaj¨® con los servicios secretos checoslovacos, manifest¨® que el KGB est¨¢ utilizando nuevas t¨¦cnicas de espionaje "m¨¢s efectivas" que las tradicionales. Bittman hizo hincapi¨¦ en el hecho de que los agentes detenidos estuvieran- disfrazados de simples emigrantes, con trabajos considerados normales, en contra de lo que ven¨ªa ocurriendo. hasta ahora, cuando la, mayor¨ªa de los agentes gozaba de cobertura diplom¨¢tica o desempe?aba alg¨²n cargo oficial.
Esta semana ha tra¨ªdo mucho trabajo a los agentes del contraespionaje norteamericano, pues el mismo martes en que deten¨ªan a Miller y a los Ogorodnikov arrestaban en el aeropuerto neoyorquino de Kennedy a una ciudadana de la Rep¨²blica Democr¨¢tica Alemana, Alice Michelson, de 67 a?os, a la que un supuesto esp¨ªa militar hab¨ªa entregado informaci¨®n para pasar al KGB. Otra acci¨®n llev¨® a acusar a un analista de los servicios de espionaje de, la Marina de vender a la revista brit¨¢nica Jane's, especializada en informaci¨®n sobre defensa, fotograf¨ªas conseguidas por un sat¨¦lite esp¨ªa de un port¨¢viones sovi¨¦tico.
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