Las relaciones diplom¨¢ticas con Guatemala

Grande ha sido la perplejidad de mucha gente con la que hemos comentado la inminente re¨¢nudaci¨®n de relaciones con Guatemala, retirando unas exigencias justas y razonables por parte del Gobierno espa?ol. Se conoc¨ªan las presiones econ¨®micas de grandes empresas nacionales ligadas a la derecha pol¨ªtica, cuyo argumento principal era la amenaza de la p¨¦rdida de negocios millonarios en Guatemala.Se sab¨ªa de las presiones que la dictadura militar de Guatemala ven¨ªa realizando al grupo de Contadora para presionar al Gobierno espa?ol. Considero un grave error del Gobierno espa?ol confiar en que renunciando a unas exigencias m¨ªnimas ante la vand¨¢lica invasi¨®n de la embajada y pasando por alto una serie de derechos humanos fundamentales, como son el castigo de los culpables y las indemnizac¨ªones de unos s¨²bditos espa?oles y guatemaltecos asesinad¨®s impunemente, vayan a mejorar los derechos humanos y democr¨¢ticos en Guatemala y, consecuentemente, se fortalezcan las aspiraciones del grupo de Contadora.

Por parte espa?ola parece que el se?or Fraga ha sido el que ha canalizado las presiones econ¨®micas ante el Gobierno, para la reanudaci¨®n de relaciones. Llama la atenci¨®n la amnesia temporal que sufre el se?or Fraga para no invocar en este caso d¨®nde queda nuestra dignidad nacional ante el mundo, cuando nos vemos obligados a.retirar unas condiciones m¨ªnimas ante el Gobierno militar guatemalteco, en el poder no por voluntad popular, sino por golpe de Estado.

No se ha podido esperar seis meses para la reanudaci¨®n de relaciones con el nuevo Gobierno, que ser¨¢ elegido en marzo y que al menos tendr¨¢ una imagen m¨¢s democr¨¢tica, aunque ¨¦sta no responda a la realidad. Ha tenido que seir con la misma dictadura militar que orden¨® la invasi¨®n y matanza de la Embajada de Espa?a en Guaternala-