Pakist¨¢n y el conflicto afgano

Le Monde

( ... ) Pakist¨¢n empieza a preocuparse por el env¨ªo de refuerzos sovi¨¦ticos a algunas provincias afganas fronterizas con su territorio, en un momento en que su dispositivo militar est¨¢ totalmente dirigido hacia la India. Mosc¨² le acusa nuevamente de "aumentar la tensi¨®n regional" y de entregarse a "peligrosos preparativos b¨¦licos". En la ONU, el ministro sovi¨¦tico de Asuntos Exteriores, Gromiko, acaba de alertar a su hom¨®logo paquistan¨ª, Yakub Khan, contra las "medidas hostiles" de Islamabad frente a un "Estado amigo de la URSS".Sin embargo, los dirigentes paquistan¨ªes han mantenido desde el inicio del conflicto una actitud sumamente prudente, al no dejarse arrastrar a operaciones de represalia. Incluso han obligado a los estados mayores de los movimientos de liberaci¨®n afganos a abandonar Peshawar para no dar p¨¢bulo a las acusaciones de Kabul.

Pero es obvio que Pakist¨¢n sigue muy atentamente la evoluci¨®n pol¨ªtica de la resistencia afgana, que m¨¢s o menos trata de controlar. Tal vez por temor de ver disminuida su influencia no parece alentar actualmente la unificaci¨®n de los movimientos de resistencia, ni mucho menos la formaci¨®n de un Gobierno afgano en el exilio y la participaci¨®n de los guerrilleros en las conversaciones de paz. ( ... )

En consecuencia, Islamabad otorga un inter¨¦s primordial a la b¨²squeda de una soluci¨®n pol¨ªtica. Pero respecto de este tema hay que reconocer que la ¨²ltima mediaci¨®n de la ONU ha sido un fracaso, pues las "conversaciones indirectas" de Ginebra de finales de agosto no han conseguido hacer avanzar la situaci¨®n m¨¢s all¨¢ de lo que hab¨ªan logrado las reuniones anteriores. Ahora m¨¢s que nunca, la b¨²squeda de una soluci¨®n depende de las relaciones Este-Oeste.

6 de octubre.