El Papa inicia hoy un viaje de 57 horas por Espa?a y el continente americano

El 24? viaje internacional de Juan Pablo II, que empieza hoy en Zaragoza y que le llevar¨¢ hasta Santo Domingo y Puerto Rico, durar¨¢ s¨®lo 57 horas, de las cuales pasar¨¢ 15 en Espa?a. Va a ser uno de los viajes intercontinentales m¨¢s breves, en el que har¨¢ exactamente 16.827 kil¨®metros y 22 horas de vuelo en un Boeing 747 de Alitalia. El Papa viajar¨¢ acompa?ado por su s¨¦quito y por los 60 informadores internacionales admitidos en el vuelo papal.

Una buena parte de la atenci¨®n internacional en tomo a este viaje est¨¢ centrada en las pocas horas que el Papa pasar¨¢ el viernes en Puerto Rico, donde es posible que se encuentre con el presidente Ronald Reagan. Al menos, parece m¨¢s que probable que el secretario de Estado, George Shultz, se desplace hasta San Juan para ver al Papa. Cuando se le pregunt¨® por el tema, durante el regreso de su ¨²ltimo viaje a Canad¨¢, Juan Pablo II se limit¨® a decir que la entrevista con Reagan "no estaba en el programa" de su actual viaje a Latinoam¨¦rica. Pero el problema es que el encuentro puede estar, en cambio, en los programas del presidente de EE UU, a quien quiz¨¢ se le ocurra ir a recibir al Pont¨ªfice, que tocar¨¢ por cuarta vez en sus viajes internacionales tierra norteamericana.

En el s¨¦quito del Papa faltar¨¢ esta vez el n¨²mero dos del Vaticano, el secretario de Estado, cardenal Agostino Casaroli, que ha sido enviado a Buenos Aires como delegado apost¨®lico en el Congreso Eucar¨ªstico de Argentina.

Por tanto, el puesto de vicepapa lo desempe?ar¨¢ el sustituto de la Secretar¨ªa de Estado, el arzobispo espa?ol Eduardo Mart¨ªnez Somalo, a quien se debe el que se haya a?adido a este viaje -que estaba pensado s¨®lo para inaugurar en Santo Domingo el novenario de las celebraciones del V Centenario del Descubrimiento de Am¨¦rica (12 de octubre de 1992)- la parada en Zaragoza. Dicha etapa espa?ola de Juan Pablo II ser¨¢, seg¨²n se dice, un reconocimiento del papel que Espa?a tuvo en el descubrimiento del Nuevo Continente y en la implantaci¨®n de la fe cat¨®lica en aquellas tierras.

Tampoco el viaje a Puerto Rico estaba previsto en un principio. Las siete horas que Juan Pablo Il pasar¨¢ el viernes en San Juan, la capital, fueron a?adidas para aprovechar mejor el viaje.

Petici¨®n de la CELAM

Se trata esta vez, en efecto, de un viaje que no hab¨ªa sido pensado por el Vaticano. Fueron los obispos de la Conferencia Episcopal Latinoamericana (CELAM) quienes pidieron al papa Wojtyla que fuera a abrir los festejos de preparaci¨®n espiritual al quinto centenario de la implantaci¨®n de la fe en Am¨¦rica Latina. El Vaticano lo consider¨® durante mucho tiempo, porque resultaba muy costoso, en t¨¦rminos econ¨®micos, y fatigoso para el Papa, presidir esta simple inauguraci¨®n. Pero la insistencia de los obispos de Am¨¦rica Latina fue tal que al final Juan Pablo II accedi¨®.

Ahora, tras las ¨²ltimas tensiones registradas en los episcopados de Brasil y Per¨² sobre el tema candente de la teolog¨ªa de la liberaci¨®n, lo cierto es que esta gira rel¨¢mpago adquiere un inter¨¦s especial, ya que en realidad el Papa se va a encontrar con toda la CELAM. El Papa dirigir¨¢ a estas altas jerarqu¨ªas el discurso m¨¢s importante del viaje en el estadio ol¨ªmpico de Santo Domingo, el jueves, ante 50.000 personas.

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