Duarte prefiere que sea un obispo salvadore?o, y no Betancur, el mediador con la guerrilla

El presidente salvadore?o, Jos¨¦ Napole¨®n Duarte, ha rechazado la mediaci¨®n de Belisario Betancur en el encuentro que sostendr¨¢ con la guerrilla el pr¨®ximo lunes. En un comunicado oficial agradeci¨® a su hom¨®logo colombiano la intenci¨®n de ayudar, pero sostuvo que las conversaciones deben desarrollarse en un marco estrictamente nacional, por lo que actuar¨¢ de intermediario el obispo auxiliar de San Salvador, Gregorio Rosa Chaves.

Para esta misi¨®n se hab¨ªa propuesto inicialmente al arzobispo Arturo Ribera, pero sus obligaciones eclesi¨¢sticas lo han impedido, ya que tuvo que viajar a la Rep¨²blica Dominicana para asistir a la Conferencia Episcopal de Am¨¦rica Latina, coincidiendo con la visita del Papa. Ribera resulta m¨¢s aceptable para la guerrilla que Rosa Chaves, pero esto no obstaculizar¨¢ la entrevista. El obispo auxiliar anunci¨® que se pondr¨ªa en contacto con el presidente del Frente Democr¨¢tico Revolucionario (FDR), Guillermo Ungo, para determinar el punto exacto de la reuni¨®n y las condiciones propuestas por Duarte. La Iglesia cat¨®lica ha programado a partir de hoy tres d¨ªas de oraci¨®n por la paz. El rechazo a la mediaci¨®n de Betancur se hizo p¨²blico despu¨¦s de que ¨¦ste se entrevistase en Panam¨¢ con Ungo. Ungo y Rub¨¦n Zamora han confirmado su presencia en La Palma el pr¨®ximo lunes. Les acompa?ar¨¢n dos miembros de la comandancia guerrillera, cuyos nombres no se han hecho p¨²blicos por razones de seguridad. El presidente colombiano declar¨® que "es necesario que alguien teja la aproximaci¨®n entre las partes, con los mejores deseos que tenemos los pa¨ªses miembros del Grupo de Contadora para que El Salvador encuentre una respuesta propia a su conflicto". Betancur ya hab¨ªa advertido que sus obligaciones presidenciales le impedir¨ªan viajar a El Salvador, pero se declar¨® dispuesto a realizar los arreglos previos. Duarte no quiere que una personalidad tan brillante reduzca su propio protagonismo.

Este inicio de conversaciones entre el Gobierno y la guerrilla de El Salvador ha sido elogiado con unanimidad por el Grupo de Contadora, ya que se encuadrar¨ªa en los procesos de reconciliaci¨®n nacional contemplados en el acta de paz. El canciller guatemalteco, Fernando Andrade, declar¨® en la capital paname?a que su Gobierno apoya "incondicionalmente" el texto de los tratados, aunque seguir¨¢ aportando ideas para que la negociaci¨®n culmine con ¨¦xito. Con esto son ya tres los Gobiernos centroamericanos (Nicaragua, Costa Rica y Guatemala) que aceptan firmar el acta sin modificaciones o con muy leves ajustes. Falta por conocerse la respuesta formal de Honduras y El Salvador, que han puesto m¨¢s ¨¦nfasis en sus objeciones.

Durante una breve visita de 15 horas a la ciudad de M¨¦xico, el secretario de Estado norteamericano, George Shultz, declar¨® que su Gobierno, lejos de objetar el acta de Contadora, aprecia los grandes avances logrados, pero considera tambi¨¦n que a¨²n queda mucho por hacer. Precis¨® que las reservas de Washington al texto se centran en los mecanismos de verificaci¨®n y en la simultaneidad de los acuerdos sobre desarme. Dijo que los tratados deben ser "m¨¢s r¨ªgidos, para hacer frente a la subversi¨®n pol¨ªtica y militar de Nicaragua". Shultz destac¨® que en su conversaci¨®n con el presidente Miguel de la Madrid hab¨ªa habido una gran coincidencia de puntos de vista sobre la cuesti¨®n centroamericana, tanto en los progresos como en los problemas a¨²n pendientes.

Durante la visita que Shultz hab¨ªa realizado previamente a Panam¨¢ con motivo de la toma de posesi¨®n del presidente Ricardo Ardito Barletta se especul¨® acerca de una entrevista que sostendr¨ªa con el coordinador de la Junta Sandinista, comandante Daniel Ortega. El ¨²nico encuentro que tuvo lugar entre ambas delegaciones fue el que sostuvieron el vicecanciller nicarag¨¹ense, V¨ªctor Hugo Tinoco, y el embajador especial norteamericano, Harry Schlaudeman, los dos hombres que llevan a cabo las negociaciones bilaterales de Manzanillo (M¨¦xico).

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