El Consejo Constitucional franc¨¦s recorta profundamente la ley antimonopolio, redactada contra el grupo Hersant

El Consejo Constitucional franc¨¦s ha recortado profundamente la ley anti monopolio de la Prensa, aprobada el pasado mes de septiembre por la Asamblea Nacional a propuesta del Gobierno socialista de Fran?ois Mitterrand. Seg¨²n la decisi¨®n, dicha ley no tendr¨¢ efectos retroactivos, por lo que ya no afectar¨¢ al principal grupo editor de Prensa y m¨¢ximo exponente del fen¨®meno de la concentraci¨®n en Francia, Robert Hersant, diputado conservador en el Parlamento Europeo.

El Consejo Constitucional -independiente en principio de los partidos pol¨ªticos aunque integrado en estos momentos por personalidades m¨¢s cercanas a la oposici¨®n-, ha considerado que esta ley no puede tener efectos retroactivos, por lo que el grupo Hersant se salvar¨¢ del desmantelamiento. Este grupo edita 19 peri¨®dicos, entre ellos el rotativo conservador Le Figaro y el regional France-Soir. El magnate de la Prensa francesa tiene en sus manos el 40% del mercado nacional de los diarios y el 13,5% del mercado regional.

El Consejo Constitucional noha cuestionado, sin embargo, las normas limitadoras de la concentraci¨®n de prensa referidas al futuro o a la transparencia financiera de los peri¨®dicos, seg¨²n consta en la ley. Con esta decisi¨®n del m¨¢s alto nivel legislativo se pone fin a una pol¨¦mica que se plante¨® hace un a?o cuando era primer ministro del Gobierno franc¨¦s Pierre Mauroy.

La reacci¨®n a la decisi¨®n del Consejo Constitucional no se ha hecho esperar. Mientras que las fuerzas conservadoras afines al esp¨ªritu de estas publicaciones se han felicitado "porque se ha puesto a salvo la unidad de las publicaciones del grupo", pol¨ªticos de izquierda reclaman la dimisi¨®n de Georges Fillioud, secretario de Estado de Comunicaci¨®n y autor principal del proyecto ahora desautorizado.

El proyecto de ley anti monopolio presentado por el Gobierno socialista ha sido el caballo de batalla de la oposici¨®n francesa, junto con el otro proyecto gubernamental de reforma de la ense?anza privada, sobre el que el Gobierno ha tenido que ceder en determinadas cuestiones para dar satisfacci¨®n a los dirigentes de la ense?anza cat¨®lica apoyados por la oposici¨®n.

La campa?a de la oposici¨®n se ha basado en el lema por la defensa de las libertades, y en el caso de la ley de Prensa, en la consigna por la libertad de Prensa amenazada. A la modificaci¨®n de la ley de ense?anza sucedi¨® la reestructuraci¨®n del Gobierno de Mauroy y la entrada de Laurent Fabius al frente del nuevo Ejecutivo.

Precisamente este nuevo primer ministro hab¨ªa anunciado, elpasado 5 de septiembre, que las disposiciones anti monopolio contenidas en la ley no entrar¨ªan en vigor hasta dentro de dos a?os, es decir, hasta despu¨¦s de las elecciones legislativas de 1986, en las que podr¨ªa producirse un cambio de la mayor¨ªa parlamentaria, seg¨²n determinados observadores.

La ley antimonopolio de Prensa exigir¨¢, cuando entre en vigor, transparencia en el capital, de tal manera que el funcionamiento econ¨®mico deber¨¢ ser comunicado a los trabajadores e incluso a los propios lectores.

Con la ley se limitar¨¢ igualmente el monopolio, puesto que una persona no podr¨¢ ser propietaria al mismo tiempo de un peri¨®dico nacional y de otro de cobertura regional. Se podr¨¢n poseer hasta tres diarios nacionales, si no sobrepasan los 300.000 ejemplares en total. Por otra parte, todas las empresas tendr¨¢n que dotarse de una redacci¨®n aut¨®noma.