El frondoso ¨¢rbol de la tradici¨®n flamenca
Esta tercera edici¨®n de la Bienal de Flamenco de Sevilla ha fundamentado pr¨¢cticamente toda su programaci¨®n apoy¨¢ndose en algunos criterios generales, aut¨¦nticas vigas maestras del s¨®lido y espectacular edificio musical que han supuesto el conjunto de sus ciclos. Una de esas ideas magistrales que preside todo el proyecto es la presencia de la familia como c¨¦lula colectiva, productora y transmisora de las m¨¢s puras modalidades del arte flamenco.Ha habido momentos en su historia en los que el flamenco ha corrido grave peligro de extinci¨®n definitiva. En algunas de esas cruciales ocasiones, no m¨¢s de seis o siete familias han seguido cultivando casi en secreto la escu¨¢lida plantita que lleg¨® a ser lo que hoy es ya un frondoso ¨¢rbol un cultivo que fue rito anta?o y que es ahora signo de identidad, verdadero marchamo de calidad y pureza en el flamenco.
La Casa de los Pe?a es uno de esos escas¨ªsimos cuellos de embudo por los que tiene que pasar obligatoriamente el flamenco; es cepa y fuente principal que discurre entre Utrera y Lebrija, sumando la gravedad del estilo de Alcal¨¢ con el dinamismo incomparable de Jerez y a?adi¨¦ndole un sentimiento por el comp¨¢s que es dificil encontrar repetido en el actual ¨¢mbito del flamenco. Son cl¨¢sicos, en el m¨¢s antiguo y estricto sentido de la palabra.
La guitarra de Pedro Bac¨¢n abri¨® este primer espect¨¢culo del ciclo Camino, el ¨²ltimo de la bienal, con el teatro Lope de Vega como escenario. Un guitarrista que ha sido capaz, por ejemplo, de renovar casi absolutamente su paleta musical en menos de un a?o, mientras asombraba con sus conciertos a los universitarios de Seattle (EEUU). Investigador hacia dentro, rezum¨® creatividad y limpieza en su actuaci¨®n en solitario y adecuaci¨®n perfecta al cante a lo largo de toda la noche.
Su primo Pedro Pe?a toc¨® en solitario por sole¨¢ con ese sabor a verdadero que hizo a Antonio Mairena elegirlo para -su ¨²ltimo disco, su testamento musical. Su actuaci¨®n por buler¨ªas acompa?ado por las jovenc¨ªsimas guitarras de sus hijos Pedrito y David fue interrumpida varias veces por aplausos del p¨²blico, entre el cual se encontraban esa noche el presidente de la Junta de Andaluc¨ªa, Jos¨¦ Rodr¨ªguez (le la3orbolla, Antonio Gala y Juan Cueto. Miguel Funi represent¨® con su gracia refinada el papel del cantaor de a pie, ese hombre-espect¨¢culo de la reuni¨®n flamenca que canta y baila por fiestas como los ¨¢ngeles, algo muy dificil de lograr.
Juan Pe?a EL Lebrijano cerr¨® la noche cantando muy a gusto durante m¨¢s de una hora. Juan es otro de los poqu¨ªsimos artistas del flamenco con fuerte repercusi¨®n en el ambiente musical exterior al mismo, no s¨®lo debido, a su maestr¨ªa y a sus capacidades cantaoras, sino porque consigue que su lenguaje musical le comunique con los p¨²blicos m¨¢s vers¨¢tiles. Estren¨® una composici¨®n, la Sole¨¢ de las Candelas, sobre textos de Tagore y el Libro de los Profetas. De su variad¨ªsima actuaci¨®n hay que destacar las buler¨ªas por sole¨¢, cante que maneja, domina y recrea en cada melisma y en cada tercio como jam¨¢s o¨ªmos a nadie.
La magia de Paco de Luc¨ªa
Y Mar¨ªa La Perrata, que es la cepa que da origen y savia a t3da la familia. Mar¨ªa no es una cantaora profesional porque la historia haya hecho bien grabando) su voz en algunos discos; Mar¨ªa es una experiencia que nadie con inter¨¦s hacia el flamenco deber¨ªa perderse, al menos en uno de los escasos escenarios que frecuenta.La Tercera Bienal de Flamenco, dedicada al toque, present¨® a Paco de Luc¨ªa en concierto el viernes 5.
El proceso que lo ha llevado al avatar art¨ªstico en que ahora se encuentra es una aventura musical tan espectacular como herm¨¦tica: su ra¨ªz es flamenca; su aptitud absoluta y su esfuerzo lo dotaron muy pronto de esa ejecutoria -de la que no hay que hablar, porque en ¨¦l se da ya por supuesta- Paco de Luc¨ªa lleg¨® a conocer bien y a pulir en muchas ocasiones las falsetas de los maestros.
Ante un p¨²blico que s¨®lo interrumpi¨® su religioso silencio para jalear con oportunidad un vertiginoso picado o el remate de un comp¨¢s, Paco demostr¨® que hay sonidos en las tres cuerdas bajas que s¨®lo ¨¦l sabe resucitar; demostr¨® que la divisi¨®n del tiempo que ¨¦l realiza en las buler¨ªas es algo que todav¨ªa nadie ha conseguido concebir ni interpretar, demostr¨® que sigue coherentemente su labor de incorporar al flamenco sonidos y melod¨ªas que pueden tener aroma de samba o virtuosismo de cool jazz, pero que jam¨¢s se salen ni un ¨¢pice del comp¨¢s general que marca el palo flamenco.
Al finalizar la segunda parte, el propio Paco de Luc¨ªa comunicaba al p¨²blico que iba a actuar, aunque fuera de programa, Camar¨®n de la Isla. Camar¨®n sali¨® muy voluntarioso, aunque no encontr¨® su noche. De todas formas, Camar¨®n es mucho Camar¨®n y tuvo tiempo de templarse en unos buenos f¨¢ndangos finales.
Babelia
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