Viviendas para militares

Cuando mi marido, suboficial de las FAS (Ej¨¦rcito de Tierra), me dijo que se estaban construyendo en nuestra ciudad, en el sitio conocido con el nombre de Las Campanas, carretera de Ja¨¦n, 120 viviendas subvencionadas y destinadas mitad para oficiales y mitad para suboficiales (seg¨²n el r¨®tulo anunciante de la empresa constructora Sala-Amat), y que adem¨¢s eran id¨¦nticas, no me lo pod¨ªa creer. ?Ser¨¢ posible que est¨¦n desapareciendo las grandes diferencias en la jerarqu¨ªa militar?El hecho es que la distribuci¨®n final es sorprendente y sigue se?alando esas diferencias: 4 para generales, 36 para jefes, 60 para oficiales (¨¦sta no ha variado) y 20 para suboficiales. La nueva distribuci¨®n parece que obedece al n¨²mero de plantilla. Pero pienso que esta distribuci¨®n no refleja las necesidades reales de esta plantilla, ya que 30 familias de suboficiales, entre las que se encuentra la m¨ªa, est¨¢n pagando elevados alquileres, teniendo en cuenta que la retribuci¨®n de un suboficial es menor que la de los se?ores a los que le han sido asignadas las viviendas que nos han sido denegadas a nosotros.

Personalmente no soy partidaria de que se construyan casas militares, pero, dado que las retribuciones son relativamente bajas en relaci¨®n a las horas de trabajo realizadas y que constantemente estamos cambiando de ciudades, creo que tenemos derecho a ello. Al menos hasta que cambien estas circunstancias.-