Los comunistas italianos piden formalmente la dimisi¨®n de Giulio Andreotti

El Partido Comunista de Italia (PCI), junto con el Partido Democr¨¢tico de Unidad Proletaria (PDUP), en fase de reunificaci¨®n con el PCI tras la escisi¨®n del grupo de Il Manifesto, en los a?os sesenta, y el Grupo de la Izquierda Independiente del Parlamento han pedido formalmente la dimisi¨®n del democristiano Giulio Andreotti como ministro de Asuntos Exteriores, mediante una moci¨®n presentada al Parlamento.

Las dos primeras firmas que Figuran en la petici¨®n son las de Alessandro Natta, secretario general del PCI, y Giorgio Napolitano, jefe de los diputados de dicho partido. Queda clara as¨ª la importancia que los comunistas dan a la moci¨®n presentada contra Andreotti. Ser¨¢ ahora la comisi¨®n de reglamento del Parlamento la que estudiar¨¢ si es procedente o no la petici¨®n. Se han levantado ya algunas voces con dudas sobre si la moci¨®n es o no reglamentaria. Se recuerda al respecto que ya el 4 de este mes el Parlamento rechaz¨® una petici¨®n semejante, con la abstenci¨®n de los comunistas (que m¨¢s tarde manifestaron su arrepentimiento) y con los votos contrarios al actual ministro de Asuntos Exteriores de un importante n¨²mero de diputados de los partidos de la coalici¨®n de gobierno, amparados en el procedimiento secreto para la emisi¨®n del voto.

Dos debates importantes

Pero los comunistas se apoyan precisamente en aquella fecha afirmando que, despu¨¦s de la votaci¨®n, resulta evidente que Andreotti no puede continuar en su puesto, e impl¨ªcitamente los comunistas aceptan que, si en aquel momento se abstuvieron, esta vez quieren votar en contra.La justificaci¨®n que dan es tambi¨¦n otra: puesto que en los pr¨®ximos d¨ªas ser¨¢ el Parlamento quien deber¨¢ debatir dos temas muy espinosos -el esc¨¢ndalo del petr¨®leo y los resultados de la comisi¨®n anti-Mafia-, en los que aparece salpicado el ministro de Asuntos Exteriores, parece l¨®gico que Andreotti dimita antes para podel defenderse con mayor libertad.

Mientras tanto, la Democracia Cristiana y el Partido Socialista italiano han considerado esta embestida de los comunistas contra Giulio Andreotti como una acci¨®n pol¨ªtica m¨¢s que como un problema moral, y han declarado que defender¨¢n al ministro como ya lo hab¨ªan hecho los d¨ªas pasados el presidente del Gobierno, el socialista Bettino Craxi, y su gabinete ministerial.

Pero, de cualquier modo, los comunistas quieren que se llegue a un voto y que ¨¦ste sea secreto, porque tienen la esperanza de que, por segunda vez, un buen grupo de diputados de los partidos del Gobierno puedan, cubiertos por el secreto, pedir tambi¨¦n la dimisi¨®n de Andreotti. El Gobierno no quiere que se llegue a un voto, puesto que, como ha afirmado la Democracia Cristiana, "un voto de desconfianza contra un ministro tan importante equivale a hacer caer al mismo Gobierno".

Una cosa es cierta: en el Pai`tido Comunista de Italia, tras la desaparici¨®n de Berlinguer, las cosas est¨¢n cambiando. El nuevo secretario, Alessandro Natta, aprieta el acelerador a favor de la alternativa de izquierdas y democr¨¢tica contra la Democracia Cristiana, y el terreno de la moralidad p¨²blica le viene al partido comunista como anillo al dedo, porque es un problema muy sentido por la base, hasta ayer muy desalentada por las connivencias subterr¨¢neas entre Botteghe Oscure y Piazza del Gesu, sedes romanas del PCI y de la DC.