El consejo de RTVE: un telegrama de miedo

?Cu¨¢ntos decibelios dedic¨® el coro de Si yo fuera presidente a la interpretaci¨®n de cada uno de los himnos de los partidos pol¨ªticos? He aqu¨ª un ejercicio pr¨¢ctico para el Consejo de Administraci¨®n de RTVE, medir las relativas intensidades de los sonidos y extraer de ah¨ª una interpretaci¨®n ideol¨®gica y pol¨ªtica: a cu¨¢l de las dos internacionales ha favorecido Fernando G. Tola, o si el coro mixto ha sido m¨¢s vehemente al interpretar el himno de Alianza Popular que el vasco, el del Centro Democr¨¢tico y Social que el de Converg¨¦ncia.Peores y m¨¢s est¨¦riles cuestiones e iniciativas han robado el tiempo de los 12 consejeros del ente. El asunto llega a prop¨®sito del telegrama de Rogelio Ba¨®n, consejero de Administraci¨®n de RTVE, a la vez que miembro del Comit¨¦ Ejecutivo de Alianza Popular (AP) y portavoz de este partido. Ba¨®n remiti¨® el lunes un telegrama al presidente de turno del consejo, el socialista Valent¨ªn Andr¨¦s Alvarez, para convocar una sesi¨®n urgente y extraordinaria en la que propon¨ªa que se aplazase el debate sobre el estado de la naci¨®n que en la noche del martes emiti¨® Si yo fuera presidente. Ba¨®n arg¨¹¨ªa que el programa de Tola representaba "un grave deterioro para la imagen y funciones del Congreso".

Sin embargo, el programa Si yo fuera presidente demostr¨® el martes la impertinencia del telegrama del consejero. El estudio 2 de Prado del Rey no fue una parodia del hemiciclo, ni Tola de Peces Barba, ni el centenar de militantes de partidos pol¨ªticos suplantaron a los diputados. Todo lo contrario. Estos militantes dejaron muy claro que no representaban a sus partidos, que aquello no iba a ser un debate t¨¦cnico, que interven¨ªan como "compa?eros en democracia", que iban a exponer el parecer y el sentir de la "gente de la calle" ante los problemas del pa¨ªs y de su gobernaci¨®n.

Y la televisi¨®n, que lo transforma casi todo, fue operando poco a poco una extraordinaria metamorfosis, clave de evoluci¨®n de la vida: los ciudadanos fueron adquiriendo tono, gestos, ademanes y ret¨®rica parlamentaria. La Real Academia Espa?ola dice que este proceso de m¨ªmesis sucede "ordinariamente con el fin de burlarse", que es lo que cre¨ªa Ba¨®n. Pero result¨® todo lo contrario: un orgullo para el Parlamento, que los representados estuvieran a la altura de los representantes y que las bases saben y practican la democracia en un grado superior al que algunos suponen o desean. Y que los ciudadanos no tienen por qu¨¦ esperar el d¨ªa de las elecciones para hablar y participar en los asuntos de todos. Por eso, el programa no genera da?o sino beneficios p¨²blicos.

Cuesti¨®n est¨¦tica para el consejo, que es uno de los asuntos que menos interesa a su mayor¨ªa, es teorizar y dilucidar sobre el conflicto entre lo prev¨ªamente grabado y el sonido directo, del que dio una gran lecci¨®n Ana Bel¨¦n. Su voz al natural posee el en canto que no tiene el sonido de conserva televisiva. Vestida de negro cant¨® los versos de Blas de Otero "Espa?a, camisa blanca de mi esperanza, aqu¨ª me tienes, nadie me manda", una humilde y brillante respuesta de Tola a las pretensiones de los controladores del tr¨¢fico de im¨¢genes de la televisi¨®n p¨²blica.

Y volvamos al telegrama. Primero, la cuesti¨®n de procedimiento. Ba¨®n es vecino de Valent¨ªn Andr¨¦s ?lvarez. Sus despachos, en el lujoso edificio que RTVE paga por el consejo, son contiguos, apenas separados por un panel de madera. Ba¨®n recurre, sin embargo, al tellegrama para comurucarse con su compa?ero. As¨ª van las cosas en el consejo. Nunca se sabr¨¢ adem¨¢s si el telegrama lo manda Ba¨®n consejero o Ba¨®n portavoz de AP, porque los consejeros han logrado -por iniciativa de alg¨²n vocal socialista- que se les declare compatibles con otros empleos remunerados pese a la misi¨®n que les encomienda el Parlamento y pese a los m¨¢s que dignos emolumentos que perciben de RTVE. Dicen, por ello, que el consejo no tiene autoridad moral alguna para exigir que se apliquen las incompatibilidades entre los trabajadores que, por t¨¦rmino medio, perciben sueldos muy inferiores a los suyos y dedican m¨¢s tiempo a su empresa que aquellos, incluido alg¨²n respetable portavoz del Grupo Socialista.

Despu¨¦s, una cuesti¨®n profesional. Ba¨®n opina como los bur¨®cratas ejecutivos de la Eurovisi¨®n: que la televisi¨®n tiene tres fines, informar, entretener y educar. Un principio que TVE traduce en la siguiente pr¨¢ctica: la informaci¨®n no ha de ser entretenida ni educativa, el entretenimiento no tiene que guardar relaci¨®n con la actualidad ni con la educaci¨®n, y los programas educativos tampoco han de ser entretenidos e informativos.

Puesto que el programa de Tola no encaja en ninguno de estos tres carriles, procede aplazarlo siempre que pretenda referirse a la realidad. Es un telegrama de miedo a la participaci¨®n, a lo no ordinario.