Los agricultores franceses vuelven a desafiar al Gobierno con 80 manifestaciones
Las movilizaciones recorren de nuevo el pa¨ªs para protestar contra el acuerdo de libre comercio con Mercosur y denunciar las promesas incumplidas de Macron hace un a?o
Los agricultores vuelven a levantarse contra el Gobierno franc¨¦s con una nueva ronda de movilizaciones que amenaza con paralizar el pa¨ªs, como sucedi¨® ya hace un a?o. Esta vez los sindicatos se?alan que no pretenden amargarle la vida a los ciudadanos con cortes que entorpezcan sus rutinas, pero la dimensi¨®n de la protesta depender¨¢ tambi¨¦n de la respuesta que obtengan. ¡°El objetivo no es impedirle a la gente ir a trabajar, sino que Francia conozca la situaci¨®n¡±, explic¨® Arnaud Rosseau, de la federaci¨®n nacional de sindicatos de las explotaciones agrarias (FNSEA). El problema, advierten, es el acuerdo de libre comercio que la Uni¨®n Europea quiere firmar con los pa¨ªses de Mercosur. Macron y Barnier ya han manifestado su oposici¨®n frontal, pero los agricultores creen que no ser¨¢ suficiente para evitar que prospere.
Francia tiene todav¨ªa muy fresco el recuerdo de las ¨²ltimas movilizaciones de los agricultores, que marcharon hasta Par¨ªs y colapsaron las entradas de la capital. Los sindicatos lograron entonces la activaci¨®n de una serie de medidas por valor de 400 millones ¡ªcomo la supresi¨®n de la tasa de aumento de los carburantes¡ª y la paralizaci¨®n del plan Ecophyto, que preve¨ªa reducir la utilizaci¨®n de productos farmac¨¦uticos en la agricultura. Los sindicatos, sin embargo, consideran que muchas de esas promesas no se han cumplido. En Francia los ¨¢nimos se han agriado a¨²n m¨¢s, tras las cosechas afectadas por la lluvia, los brotes de enfermedades del ganado y unas elecciones parlamentarias que retrasaron las medidas prometidas para calmar las protestas anteriores, en las que los agricultores bloquearon las carreteras durante semanas. Pero, sobre todo, creen que el acuerdo con Mercosur ser¨¢ muy da?ino. La tensi¨®n, adem¨¢s, favorece a la extrema derecha, que ya capitaliz¨® la anterior protesta: un cocktail muy amargo para el Ejecutivo.
¡°Francia no firmar¨¢ este tratado tal como est¨¢¡±, anunci¨® Macron el domingo desde Argentina, donde acababa de reunirse con el presidente argentino, Javier Milei. El jefe de Estado, que deb¨ªa aterrizar pocas horas despu¨¦s en R¨ªo de Janeiro, Brasil, para una cumbre del G-20 el lunes y martes antes de viajar a Chile, prometi¨® utilizar todo su peso para bloquear este acuerdo que considera ¡°muy malo¡± para la agricultura. El primer ministro, Michel Barnier, hab¨ªa adoptado un tono parecido dos d¨ªas antes en para decir ¡°no a este tratado¡±. El 12 de noviembre, en Le Monde, no menos de 600 diputados y senadores pidieron a la presidenta de la Comisi¨®n Europea, Ursula von der Leyen, que respetara ¡°la expresi¨®n democr¨¢tica de la casi unanimidad de los parlamentarios franceses¡±.
Temor a la competencia desleal
El proyecto de acuerdo entre la UE y Mercosur prev¨¦ la apertura de una cuota anual de 160.000 toneladas de carne de res que Mercosur podr¨¢ exportar a la UE con aranceles reducidos. La cifra no parece muy elevada comparada con los 7,8 millones de toneladas producidas anualmente en la UE, pero es un n¨²mero alto al compararlo con el total de las importaciones en Europa: 340.000 toneladas. Los ganaderos temen, sobre todo, la competencia desleal de una carne brasile?a mucho m¨¢s barata, ya que se produce bajo normas ambientales y sanitarias menos estrictas, denuncian. Sus detractores creen que el acuerdo forma parte de un contexto de laxitud m¨¢s amplio tejido con otros tratados comerciales con pa¨ªses como Canad¨¢, Jap¨®n o Vietnam.
Francia siempre ha estado en contra de la firma. De hecho, el anterior primer ministro, Gabriel Attal, ya se expres¨® en esta l¨ªnea durante las anteriores protestas. Pero actualmente, la Comisi¨®n Europea cuenta con un mandato de negociaci¨®n otorgado por los 27 Estados de la Uni¨®n Europea (UE), incluida Francia, para finalizar el acuerdo con el Mercosur. Este mandato fue concedido en 1999, durante la presidencia de Jacques Chirac, y no ha sido cuestionado desde entonces. Una vez concluidas las ¨²ltimas negociaciones, este acuerdo podr¨ªa llegar al Consejo, que re¨²ne a los Estados miembros de la UE, y ser adoptado mediante una votaci¨®n por mayor¨ªa cualificada (al menos 15 pa¨ªses, representando el 65 % de la poblaci¨®n europea). Posteriormente, se llevar¨ªa a cabo una votaci¨®n en el Parlamento Europeo. Si el resultado es favorable, el tratado se aplicar¨ªa en toda la UE, independientemente de si Francia est¨¢ de acuerdo o no.
Francia, que afirma rechazar el proyecto ¡°tal como est¨¢¡±, sigue en gran medida aislada. El Gobierno de Barnier advierte sobre ¡°el impacto desastroso que tendr¨ªa en sectores enteros, especialmente en la agricultura y la ganader¨ªa¡±. Sin embargo, aunque Polonia, Austria, los Pa¨ªses Bajos e Irlanda tambi¨¦n han expresado sus preocupaciones sobre el acuerdo, su peso no ser¨ªa suficiente para impedir una votaci¨®n en el Consejo Europeo. Por lo tanto, Francia deber¨¢ convencer a otros pa¨ªses si quiere formar una minor¨ªa de bloqueo. Alemania, Espa?a, Italia y Portugal, entre otros, est¨¢n apretando para que apruebe definitivamente el acuerdo, con la esperanza de reactivar el crecimiento europeo. Este tratado prev¨¦ eliminar progresivamente casi todos los aranceles aplicados a las exportaciones de la UE hacia Mercosur. Berl¨ªn ve en ello nuevas oportunidades para sus fabricantes de autom¨®viles, ya que los aranceles hasta ahora eran particularmente elevados para los autom¨®viles de pasajeros (35 %).
Las protestas no han llegado a provocar grandes cortes este lunes. Pero el martes hay prevista una concentraci¨®n en el peaje de la autopista de Le Boulou, pr¨®ximo a la frontera entre el sureste de Francia y la Jonquera. El sindicato franc¨¦s ha asegurado que hay ¡°agricultores de otros pa¨ªses que se unen a las protestas¡±.
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