Calienta, pero no quema

Concierto de Alarma (67 minutos).

Sala Star.

Madrid, 19 de octubre de 1984.

Hay audiencia para cualquier m¨²sica. El tr¨ªo Alarma se toma en serio el rock. Un rock sobrio a la norteamericana, de base s¨®lida, que a alg¨²n seguidor de Desechables, por ejemplo, puede parecer primitivo, sin garra ni estridencias. "Son unos profesionales, saben lo que tienen en las manos", opinaba un espectador al inicio de la actuaci¨®n: baterista, bajista y guitarrista se representaban en sombras chinescas con una balada que preparaba una carga de sonido m¨¢s fuerte. Sonaron mal hasta que pasaron tres o cuatro canciones.Junto a temas con ritmo de influencia notable de The Police se escucharon piezas m¨¢s duras ("al final no pasa nada, nunca pasa nada", proclamaban), siempre con cierta atenci¨®n al pop. La voz principal carec¨ªa de presencia, pero los oyentes aplaudieron agradecidos los punteos de la guitarra de Jaime, las fases m¨¢s vividas del repertorio. Era un p¨²blico de m¨¢s de 20 a?os, lejano a los d¨ªas de saltos y bailes, identificado con sus admirados y consigo mismo, pero convencidio de la sinceridad del tr¨ªo. Y es que tambi¨¦n puede suceder que el empe?o de dominar y conocer los instrumentos vaya en detrimento de la espontaneidad esencial en el rock no obsoleto. Es el caso mayor profesionalidad, menor creatividad, que, por fortuna, no siempre se cumple.

Man¨ªa depresiva, Reina del ne¨®n o Para ti -la composici¨®n m¨¢s acertada, por directa y sencilla- son temas con m¨¦rito de un grupo al que hay que reconocer parte aceptable de este arduo, complejo y c¨ªnico mundo de la m¨²sica popular y de la industria discogr¨¢fica. Lola, m¨¢s palabras cantadas en tomo a la mujer, su sexo y los desenga?os fue el tema m¨¢s esperado y por algunos vitoreado. ?Qu¨¦ es lo que puede hacer que Mario Gil, teclista y compositor de La Mode, vibre entusiasmado con la m¨²sica de Alarma? Alarma se despidi¨® al coro de "?esta noche, esta noche!" con el ritmo m¨¢s indicado, olvidados de algo que llaman pop.