Juan Pablo II predica la castidad conyugal y afirma que la concupiscencia ciega al hombre
Juan Pablo II pronunci¨® ayer en la audiencia general ante 6.000 peregrinos de todo el mundo un importante discurso en el que exalt¨® la "continencia conyugal". Radio Vaticana, muy prudente siempre en dar juicios sobre las intervenciones de Juan Pablo II, calific¨® el discurso del Papa de valiente y significativo. Abri¨® ayer su emisi¨®n con estas palabras: "Ha sido un discurso decididamente contra corriente: una virtud contestada y ridiculizada por la cultura moderna, como la de la castidad, o mejor la de la continencia, en particular la conyugal, ha sido exaltada por el Papa no como un empobrecimiento de la vida matrimonial, sino como una salvaguardia y un enriquecimiento del amor de los esposos, especialmente en su dimensi¨®n afectiva".
Juan Pablo II empez¨® explicando a los peregrinos -a quienes no era f¨¢cil seguir el hilo del complejo discurso-, el concepto de continencia. La defini¨® como "la capacidad de dominar, controlar y orientar los impulsos de car¨¢cter sexual, o concupiscencia de la carne, y su! consecuencias en la subjetividad psicosom¨¢tica del hombre".Tal capacidad, en cuanto constante de la voluntad, a?adi¨® el Papa, "merece llamarse virtud".
Una continencia, explic¨® el Papa a los peregrinos, "no se limita a oponer resistenzia a la concupiscencia de la carne, sino que mediante dicha resistencia se abre igualmente a los valores m¨¢s profundos y m¨¢s maduros, que injertan el significado esponsal del cuerpo en su femineidad y masculinidad".
Seg¨²n Juan Pablo II, la concupiscencia de la carne, "en cuanto busca sobre todo el gozo carnal y sexual, hace al hombre en cierto modo ciego e insensible a los valores m¨¢s profundos".
Por eso, dijo el Papa, "el car¨¢cter esencial de la castidad conyugal se manifiesta en su abrazo org¨¢nico con la fuerza del amor difundido en los corazones de los esposos". Y si, a?adi¨®, "la castidad conyugal se manifiesta al principio como capacidad de resistir a la concupiscencia de la carne, se revelar¨¢, en seguida como capacidad de percibir y amar, los significados del lenguaje del cuerpo desconocidos a la concupiscencia misma y que enriquecen y purifican el di¨¢logo esponsal".
Manifestaciones afectivas
M¨¢s a¨²n, la continencia conyugal "no s¨®lo no empobrece las manifestaciones afectivas, sino que las hace espiritualmente m¨¢s intensas", a?adi¨® Juan Pablo II.
El Papa hizo despu¨¦s tina lectura muy afinada de la enc¨ªclica Humanae vitae de Pablo VI, afirmando que si se sabe leer con atenci¨®n, no existe contradicci¨®n "entre significado unitivo y procreativo", que se resuelve, cuando los esposos est¨¦n impedidos de realizar el acto conyugal, "con un empe?o interior y asc¨¦tico en el orden de la convivencia", que los hace, dijo el Papa, "una especie de consagrados por el sacramento".
Concluyendo, Juan Pablo afirm¨® que "se trata de no acarrear da?o a la comuni¨®n de los c¨®nyuges en el caso en que por justas razones deban abstenerse del acto conyugal".
Tal comuni¨®n, "construida d¨ªa tras d¨ªa mediante conformes manifestaciones afectivas, constituye un terreno vasto en el cual, en las condiciones oportunas, madura la condici¨®n del acto conyugal moralmente recto". El Papa hizo un resumen del discurso en las diversas lenguas de los presentes.
Seg¨²n fuentes eclesi¨¢sticas, el discurso de ayer no dejar¨¢ de crear discusi¨®n entre los mismos cat¨®licos.
El discurso forma parte de toda una tem¨¢tica sobre los problemas de la sexualidad y del cuerpo humano vistos bajo el perfil b¨ªblico que el papa Wojtyla lleva desarrollando todo los mi¨¦rcoles desde el principio de su pontificado y que hab¨ªa empezado ya a exponer a sus fieles y sacerdotes cuando era a¨²n arzobispo de Cracovia.
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