Indierjit Singh Parmar,

un ciudadano hind¨² perteneciente a la secta Sikh residente en Suecia, ha decidido que la religi¨®n es lo primero y no est¨¢ dispuesto a transigir en su conflicto con la empresa de transportes colectivos de la comuna de Gotemburgo respecto al uso de turbante en vez de la gorra reglamentaria en sus horas de trabajo como conductor de autobuses y tranv¨ªas. Sucede que la religi¨®n de Inderjit, que es oriundo de Punjab, prescribe el uso del turbante como s¨ªmbolo sagrado y proh¨ªbe adem¨¢s cortarse el cabello, que debe llevarse enrollado en la cabeza y cubierto. La direcci¨®n de la empresa aduce que no puede hacer una excepci¨®n a las normas que incluyen la gorra como parte del uniforme de reglamento porque en la empresa trabaja un n¨²mero considerable de extranjeros procedentes de 15 pa¨ªses diferentes que podr¨ªan aducir razones similares, y por ¨²ltimo, porque el turbante dificulta la correcta audici¨®n que debe tener un conductor en el tr¨¢fico.