Saber ver
S¨®lo la muerte desideologiza definitivamente el talento y le abre la puerta majestuosa del patrimonio de la cultura humana. Pido disculpas por lo pomposo y lento de esta oraci¨®n introductora, pero no se me ocurre otra mejor como cierre de una reflexi¨®n sobre Truffaut y la nouvelle vague, m¨¢s de 22 a?os despu¨¦s de la aparici¨®n de esta tendencia est¨¦tica. Recuerdo que la vanguardia lectora del pa¨ªs se dividi¨® ferozmente en amiga y enemiga de una nueva propuesta que forzaba los c¨®digos de lectura. Godard, Truffaut, Resnais, Agn¨¨s Varda, Chabrol fueron encasillados como expresi¨®n cinematogr¨¢fica del degaullismo y como una alternativa cultural a la propuesta de la izquierda.El retorno a los temas del individuo y lo cotidiano mediante una t¨¦cnica behaviorista, interrelacionada con el nouveau roman, se prestaba a calificaciones o descalificaciones ideol¨®gicas. La derecha cinematogr¨¢fica espa?ola fue muy partidaria de la nouvelle vague y la izquierda lleg¨® a calificar a Godard de ?fascista! La verdad sea dicha, bastaba tener ligeramente abierta la puerta del armario ideol¨®gico para aceptar aquel cine como una invitaci¨®n a recuperar la pluridimensionalidad del vivir. Los cuatrocientos golpes de Truffaut ayud¨® a desbloquear la conciencia dogm¨¢tica de los enemigos de aquella conjura est¨¦tica degaullista. ?Qui¨¦n rechaza sinceramente el principio de que la ternura bien entendida empieza por uno mismo?
M¨¢s de 20 a?os despu¨¦s la cultura libre se basa en el principio de la libertad de ver, o¨ªr y expresar. En literatura, libertad de leer y escribir, y en cine, la libertad de ver, tanto para el autor como para el espectador. Aquella promoci¨®n de cineastas degaullistas se ha convertido en un patrimonio cultural colectivo m¨¢s all¨¢,de cualquier adjetivaci¨®n ideologizadora. Simplemente, Truffaut, Resnais o Rohmer son indispensables para la supervivencia del esp¨ªritu, como La cartuja de Parma, el bacalao al pil pil o la posibilidad de dar la vuelta al mundo en 79 d¨ªas. Yo no s¨¦ si el principio de la libertad de ver es ya patrimonio de conciencia generalizada o simple autoconcesi¨®n madura de los que fuimos tuertos en un pa¨ªs de ciegos.
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