Los autores de los falsos Modigliani realizan una demostraci¨®n en Barcelona
Michele Ghelarducci y Franceso Ferrucci, dos de los componentes del denominado Equipo Modigliani, han acudido a Barcelona para partici par en la muestra de arte Tendencias y mostrar su habilidad manual. El pasado viernes efectuaron una demostraci¨®n p¨²blica de c¨®mo realizan su labor. la idea de falsificar una obra del escultor italiano "no ten¨ªa mala intenci¨®n. Se trataba ¨²nicamente de una broma sin mala intenci¨®n" afirman. "Ahora nos damos cuenta de la trascendencia de este juego" matizan, sin dudar de la firmeza del estudio del arte, pero s¨ª ponen en entredicho algunas de sus aplicaciones.
La aventura que explican Michele y Franceso de las falsificaciones de Modigliani resulta tan divertida como parad¨®jica. Su prop¨®sito no era desprestigiar a los cr¨ªticos de arte ni conseguir beneficios econ¨®micos. "Nuestra m¨¢xima ambici¨®n era salir en el diario local", afirman inocentemente.Todo empez¨® en el mes de julio de 1984, a?o en que Livorno, ciudad natal de Amadeo Modigliani y del equipo que lleva su nombre, festeja el primer centenario del nacimiento del artista. La leyenda local, seg¨²n Franceso y Michele, dice que "Modigliani tir¨® al canal de Livorno una de las esculturas de su ¨¦poca m¨¢s dif¨ªcil". Coincidiendo con este aniversario, el ayuntamiento decidi¨® iniciar unas prospecciones en las aguas del canal para buscar la obra atribuida al hijo m¨¢s ilustre de Livorno. Y tres j¨®venes, Michele Ghelarducci, estudiante de econom¨ªa y comercio; Franceso Ferrucci, de medicina, y Pietro Luridiana, de ingenier¨ªa y promotor de la idea, decidieron esculpir una obra que echar¨ªan al canal.
Primero, intentaron esculpir un trozo de granito. Fueron a una cantera y los trabajadores que se encontraban all¨ª les preguntaron ir¨®nicamente si iban a ayudarles. Pero ni era esa su intenci¨®n ni result¨® el granito el medio m¨¢s adecuado. Entonces pensaron en la piedra serena, un material t¨ªpico de la regi¨®n de Toscana. "Modigliani hab¨ªa trabajado la piedra serena en su carrera", puntualizan ambos. Un trozo de esta piedra lo llevaron los pre artistas al jard¨ªn de una de sus casas.
Remordimientos
Con un cat¨¢logo en el que aparec¨ªan varias obras escult¨®ricas de Modigliani, los j¨®venes aprendieron las l¨ªneas maestras de las figuras que el artista hab¨ªa grabado en sus piedras. "No copiamos una obra concreta. sino el tipo de imagen que ¨¦l hac¨ªa". El 23 de julio arrojaron la escultura a las aguas del canal. Aquella noche durmieron tranquilamente pero al d¨ªa siguiente empezaron las dudas.
El 24 de julio la brigada municipal encontr¨® el producto y fue colocado en el museo de la ciudad. Los cr¨ªticos de arte que acudieron a contemplar semejante hallazgo afirmaban que se trataba de una obra de Modigliani. Ninguna de las pruebas que hoy d¨ªa permiten a la ciencia verificar la autenticidad de una obra (an¨¢lisis microqu¨ªmicos, radiografias, luz ultravioleta, microfotografia, computadoras y l¨¢ser) fueron puestas en pr¨¢ctica. Pero a primera vista y, seg¨²n los primeros estudios, era una escultura de Amadeo Modigliani. Franceso, Michele y Pietro acud¨ªan a menudo al museo a o¨ªr los comentarios elogiosos de los visitantes. Los remordimientos les acosaban. "No sab¨ªamos qu¨¦ hacer, era un verdadero problema pero vinieron las vacaciones y nos fuirnos".
A finales de agosto los tres estudiantes -otro se separ¨® finalmente del equipo- acordaron atribuirse la paternidad de su obra ante las autoridades municipales Y ah¨ª empez¨® una etapa de confu si¨®n y desconcierto. Cr¨ªticos y miembros del ayuntamiento les desafiaron. "Si es verdad que lo hab¨¦is hecho vosotros, ?a ver si sois capaces de hacer otra?", les propusieron. Ni t¨ªmidos, ni cobar des, los tres estudiantes, cr¨ªticos de arte y autoridades municipales llegaron al acuerdo de falsifica una escultura de Modigliani en di recto por la primera cadena de la televisi¨®n italiana (RAI).
A principios de septiembre, Pie tro, Franceso y Michele copiaron en menos de seis horas, una cabeza de 50 cent¨ªmetros de altura fir mada por Modigliani, pertenecien te a un museo de Washington y registrada en un cat¨¢logo de 1911. "Antes de la obra cuya realizaci¨®n fue televisada hicimos otra para probar si nos sal¨ªa bien", se?alan Franceso y Michele. En presencia de un notario y ante una Italia expectante, los tres j¨®venes se relevaron cada 10 minutos en el uso del martillo y el buril e hicieron su ins¨®lito trabajo. El resultado de esta tercera obra -la segunda permanece en el anonimato- impresion¨® a los que segu¨ªan con mayor atenci¨®n el trabajo. Al t¨¦rmino de la emisi¨®n, varias personalidades del mundo del arte declararon que "no quedaba ninguna duda" La obra encontrada en el canal era falsa. Ahora los tres j¨®venes han reanudado sus estudios y no nie gan que el ¨²ltimo verano ha sido un verano movido.
Babelia
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