El asesinato de Indira Gandhi por miembros de su guardia sumerge a la India en la mayor crisis pol¨ªtica de su historia
La primera ministra de la India, Indira Gandhi, de 66 a?os de edad, fue asesinada ayer por tres miembros de su guardia personal, de religi¨®n sij. La mujer que durante m¨¢s de 15 a?os dirigi¨® los destinos de su pa¨ªs recibi¨® a las 9,30 horas (cinco de la madrugada, hora peninsular espa?ola) cuatro disparos en el est¨®mago y tres en el pecho en la puerta de su casa. Decenas de miles de personas se echaron a la calle en las principales ciudades del pa¨ªs, dando lugar a numerosos enfrentamientos entre sijs e hind¨²es. La p¨¦rdida de Indira Gandhi sumerge a la democracia m¨¢s populosa del mundo en la peor crisis pol¨ªtica de sus 37 a?os de independencia.
Una persona que se declar¨® practicante de la religi¨®n sij, cuyos seguidores m¨¢s extremistas se han enfrentado al Gobierno en demanda de la independencia para el Estado de Punjab, se responsabiliz¨® del asesinato a las 12,30 horas en una llamada telef¨®nica a la delegaci¨®n en Nueva Delhi de la agencia norteamericana Asociated Press. El interlocutor an¨®nimo dijo textualmente: "Nos hemos vengado. ?Viva la religi¨®n sij!".El Gobierno indio y el Partido del Congreso (I) se reunieron inmediatamente para designar a Rajiv Gandhi, de 39 a?os, hijo de la estadista asesinada, como nuevo primer ministro.
Rajiv, uno de los secretarios generales del partido gubernamental estaba siendo formado desde hac¨ªa cuatro a?os por su madre para optar alg¨²n d¨ªa a la jefatura del Gobierno. Seg¨²n los expertos, goza del suficiente pedigr¨ª, pero carece de experiencia pol¨ªtica.
El nuevo primer ministro de la India acept¨® a rega?adientes abandonar su profesi¨®n de piloto de l¨ªneas a¨¦reas para dedicarse a la pol¨ªtica.
Portavoces oficiales confirmaron que fueron tres los hombres que dispararon contra la primera ministra, dos de ellos armados con pistolas y otro con un subfusil. Indira Gandhi fue trasladada inmediatamente al hospital, pero muri¨® sobre la mesa de operaciones Fuentes oficiales afirmaron que dos de los agresores fueron muertos por disparos de otros miembros del servicio de seguridad de Gandhi, mientras que el tercero fue detenido.
Miembros de la guardia de la primera ministra aseguraron que uno de los asesinos de Gandhi es el inspector adjunto Beant Singli, uno de sus m¨¢s fieles guardaespaldas. Seg¨²n las n¨²s¨ªnas fuentes, los guardias dispararon contra Gandhi cuando ¨¦sta terminaba de grabar una secuencia con el actor y director brit¨¢nico Peter Ustinov piara su serie Peter Ustinov' People. Algunos testigos de los hechos, citados por la agencia Franc¨¦ Presse, aseguran que Ustinov lleg¨® a grabar el asesinato.
Los 24.000 polic¨ªa responsables de la seguridad en Nueva Delhi y las tropas acantonadas en el Estado de Pur¨ªjab y en la frontera con Pakist¨¢n fueron puestos en estado de alerta. Fuentes oficiales indias han acusado reiteradamente al Gobierno paquistan¨ª de armar y proteger a los independentistas sijs que combaten al Gobierno de Nueva Delhi, acusaci¨®n que Islarnabad ha negado. Las autoridades de Pakist¨¢n proclamaron ayer tres d¨ªas de luto en el pa¨ªs por el asesinato de la jefa del Gobierno vecino.
Dulces para celebrarlo
En la ciudad de Patiala, en el Estado de Punjab, alrededor de 50 estudiantes sijs distribuyeron dulces para celebrar la muerte de la. mujer que hace cuatro meses orden¨® al Ej¨¦rcito indio ocupar el Templo Dorado de Amritsar, lugar santo de los sijs, para reprimir a los grupos extremistas que exig¨ªan un Estado independiente. Alrededor de un millar de personas muri¨® en la batalla del 6 de noviembre.
En Amritsiar, cinco destacados sacerdotes sijs pronunciaron ayer un discurso en el que condenaron el asesinato y pidieron a la poblaci¨®n que mantenga la calma.
La agencia de noticias india PTI anunci¨® que el funeral de Indira Gandhi, al que se espera la asistencia de numerosos jefes de Estado y de Gobierno, tendr¨¢ lugar el pr¨®ximo s¨¢bado, y que el duelo nacional por la desaparici¨®n de la hija de Jawaharlal Nchru durar¨¢ 12 d¨ªas.
La polic¨ªa form¨® durante todo el d¨ªa de ayer un fuerte cord¨®n en torno al hospital en el que muri¨® Indira Gandhi para contener a las decenas de miles de personas que se hab¨ªan amontonado all¨ª desde poco despu¨¦s de conocerse la noticia.
En el ¨²ltimo per¨ªodo de su mandato, iniciado en 1980, Indira Gandhi tuvo que enfrentarse a serios problemas, no s¨®lo en Purijab, sino en Jamu y Cachemira, un Estado mayoritariarnente musulm¨¢n en la frontera con Pakist¨¢n, y en el Estado de Tamil Nadu, cuyos habitantes exigen autonom¨ªa al Gobierno central.
Un alto funcionario indio coment¨® ayer a la agencia Reuter que la India "se encuentra al borde del precipicio", y consider¨® que la muerte de Indira Gandhi "puede empujarla hacia ¨¦l". La misma fuente- a?adi¨® que Indira Gandhi ten¨ªa muchos enemigos, por la firmeza con que dirig¨ªa determinados temas y su rechazo a aceptar consejos; pero nadie le discut¨ªa su pol¨ªtica para mantener unida a la India.
La poblaci¨®n de varias ciudades se lanz¨® durante el d¨ªa de ayer a las calles en se?al espont¨¢nea de duelo por la muerte de su primera ministra. En Bombay, Calcuta, Madr¨¢s y otras ciudades importantes los comerciantes cerraron sus tiendas y la muchedumbre ocup¨® las calles gritando: "?Viva Gandhi!".
En Nueva Delhi, grupos de hind¨²es quemaron varios coches sijs, y seguidores de ambas religiones se enfrentaron en una batalla campal en un barrio de la ciudad. El cad¨¢ver mutilado de una persona fue descubierto en las afueras de la capitaL En Calcuta, manifestantes de la religi¨®n mayoritaria de la India asaltaron un templo sij. Como medida de precauci¨®n, el gobernador de Nueva Delhi promulg¨® ayer un decreto por el que se proh¨ªben las reuniones de m¨¢s de cinco personas.
Indira Gandhi demostr¨® su clara superioridad sobre sus rivales pol¨ªticos cuando en 1978 form¨® su propio grupo pol¨ªtico, el Partido del Congreso (I), y recuper¨® el poder s¨®lo tres a?os despu¨¦s de haberlo perdido en unas elecciones generales.
Amenaza de desmembramiento
Los analistas pronostican que el conflicto con los 12 millones de sijs ser¨¢ el principal problema que Indira Gandhi deja en herencia a su hijo. La secta sij fue fundada por pacifistas en el siglo XV, pero fue transformada en una religi¨®n activa hace 300 a?os. En sus ¨²ltimos discursos, la primera ministra asesinada advirti¨® que la India est¨¢ sometida a la amenaza de desmembramiento por fuerzas externas e internas y que el Partido del Congreso (I) era el ¨²nico que pod¨ªa conciliar las diferencias ling¨¹¨ªsticas, ¨¦tnicas y religiosas que dividen al pa¨ªs.
La totalidad de los dirigentes pol¨ªticos indios condenaron duramente el atentado. Jagjivan Rarn, l¨ªder del partido de oposici¨®n Janata, lo ocalific¨® de "cat¨¢strofe nacional".
Charangh Singh, antiguo primer ministro y l¨ªder de un nuevo partido de oposici¨®n, dijo que la muerte de Indira Gandhi "supone un profundo pesar para todos nosotros". Un alto dirigente del partido comunista declar¨® que "se trata de la mayor tragedia que podr¨ªa habernos ocurrido a todos".
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