Fuego para la reencarnaci¨®n
La creencia en la reencarnaci¨®n de las almas provee las bases para el rito de la cremaci¨®n, ceremonia f¨²nebre consistente en la destrucci¨®n del cuerpo por el fuego. Aunque esta pr¨¢ctica difiere, seg¨²n el fallecido pertenezca a un grupo social o econ¨®mico o a otro, hay un n¨²cleo com¨²n a todas las ceremonias.
La cremaci¨®n se aplica a los cad¨¢veres de los hind¨²es casados, tanto a los hombres como a las mujeres.
La preparaci¨®n del cad¨¢ver para la cremaci¨®n suele llevar aparejada el ba?o, la unci¨®n con una mezcla hecha a base de agua y madera de s¨¢ndalo y el empolvamiento con un preparado a base de una soluci¨®n de calcio en agua. El cuerpo debe llevar ropas nuevas. Las flores, el incienso y el agua de rosas realzan el f¨¦retro.
Los sacerdotes o brahmanes, entonan cantos rituales denominados mantras, acompa?ados por los familiares del difunto. Al mismo tiempo, se hacen ofrendas rituales de arroz y leche.
Habitualmente, el primog¨¦nito del difunto preside la cremaci¨®n en compa?¨ªa de un sacerdote. Las cenizas se depositan en uno de los r¨ªos sagrados de la India. Durante los 10 d¨ªas siguientes, a los familiares del difunto se les considera impuros y normalmente permanecen en sus casas. Cuando termina este plazo, los hind¨²es creen que el alma del fallecido se ha aposentado en un nuevo cuerpo, y en la nueva vida dejan sentir sus efectos los resultados de la conducta moral del alma del difunto reencarnado.
La confluencia del r¨ªo Yamuna, sobre el que ir¨¢n a parar las cenizas de Indira Gandhi, con el r¨ªo Ganges, es el paraje m¨¢s sagrado de toda la India.
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