Izquierda y Nacionalismo

Quisiera reprobar a Subir¨®s, tras su reciente an¨¢lisis sobre! la izquierda, por haber sacrificado, tal vez llevado de un excesivo celo cientificista, la idea de los Paisos Catalans en su referencia al problema nacional catal¨¢n, la cuesti¨®n de Navarra al citar a Euskadi, y por su olvido total de Gralicia. Esa profundizaci¨®n, en la democracia que preconiza como d¨¦bil alternativa a los problemas nacionales ?no acarrea un profrundo respeto a las lenguas aut¨®ctonas de dichos territorios? Y ?cree Subir¨¢s que esos problemas est¨¢n stificientemente resueltos en el actual ordenamiento auton¨®mico espa?ol?Algo m¨¢s: ?cree que las subsiguientes necesidades creadas por el hecho ling¨¹¨ªstico diferencial (ense?anza, medios de comunicaci¨®n, edici¨®n de libros, universidades, necesidad de lenguajes est¨¢ndar, proyecci¨®n exterior, etc¨¦tera) pueden resolverse desde las instancias municipales, locales o proviriciales que preconiza como alternaisvas?

Colocados frente a una futura integraci¨®n en Europa y en camino de una futura comunidad mundial, que el propio Subir¨®s preconiza, nuestras nacionalidades hist¨®ricas ya est¨¢n habituadas a convivir o subsistir pac¨ªficamente dentro de un ente pol¨ªtico superior, sin otra fuerza que su voluntad, peri¨®dica y tozudamente expresada en las urnas y en su larga lucha resistente en todos los ¨¢mbitos de lo cotidiano.

Por ello se encuentran mucho mejor preparadas para la integraci¨®n y para contribuir desde ella a la paz que no los Estados imperialistas y militaristas, como lo son el espa?ol o el franc¨¦s -no olvidemos los reductos coloniales de uno (Ceuta y Melilla) o la reciente intervenci¨®n en el Chad del otro-, que debieran ser, siguiendo la l¨®gica del escrito de Subir¨¢s, los primeros en disolverse.- Badalona, Barcelona.