El deporte tambi¨¦n mata

Un corredor muri¨® en la marat¨®n de Nueva York, celebrada el domingo pasado. Las estad¨ªsticas dicen que en alg¨²n lugar de la Tierra muere uno cada dos meses. En el mundo hay 25 millones de corredores. Eso supone un porcentaje del 0,00002% de muertes al a?o. A pesar del escaso tributo, la vida humana es tan valiosa que ha merecido profundos estudios. El poner fin a una existencia como culminaci¨®n de un esfuerzo f¨ªsico puede llegar a evitarse porque ya se conocen los primeros factores de riesgo: las enfermedades coronar¨ªas y las dietas rigurosas.

La pr¨¢ctica de cualquier deporte no tiene por qu¨¦ conllevar una p¨¦rdida de salud, y mucho menos conducirla hasta l¨ªmites extremos, como es la muerte. Al contrario, su finalidad es la de contribuir a que el individuo se encuentre m¨¢s saludable. Una persona adulta, en condiciones normales, est¨¢ capacitada org¨¢nicamente para practicar el deporte que prefiera por duro que sea. La resistencia le vendr¨¢ dada por los entrenamientos. Lo ¨²nico que tiene que hacer antes es asegurarse de que los factores de riesgo que toda actividad f¨ªsica supone a ¨¦l no le afectar¨¢n.Estos factores de riesgo comienzan con las enfermedades coronarias. Seg¨²n del tipo que sean, la pr¨¢ctica del deporte, total o parcialmente, le podr¨¢ estar contraindicada al individuo enfermo. Mientras un esfuerzo suave y progresivo puede favorecer a un coraz¨®n lastimado, otro tipo de actividad que sea de car¨¢cter violento y prolongado puede llegar a significar su paralizaci¨®n.

El m¨¦dico es quien puede determinar la existencia de una enfermedad coronar¨ªa y, en su caso, fijar la actividad recomendable. Los doctores Virmani, Robinowitz y McAllister, seg¨²n publican en The American Journal of Medicine, realizaron un total de 30 necropsias a deportistas que hab¨ªan fallecido en los ¨²ltimos a?os y llegaron a la conclusi¨®n de que en 26 casos hab¨ªa antecedentes de enfermedades coronar¨ªas. La muerte se podr¨ªa haber evitado si antes alguien les hubiese advertido qu¨¦ tipo de esfuerzos les eran contraindicados.

No obstante, la medicina convencional no tiene en su poder la verdad absoluta sobre lo que le espera al coraz¨®n. En las historias cl¨ªnicas de los 30 individuos necropsiados aparecieron nueve electrocardiogramas, y cinco de ellos no presentaban anormalidades.

Pese a los antecedentes coronarios de la mayor¨ªa de las v¨ªctimas, el grupo de doctores no pudo establecer en siete casos la causa de la muerte. El coraz¨®n se les hab¨ªa parado, pero no encontraron la raz¨®n. La nebulosa la despej¨® posteriormente el doctor Bassler, que revis¨® las causas de fallecimiento en corredores de marat¨®n y aport¨® un nuevo dato: tan peligroso es hacer deporte siendo portador de una enfermedad coronar¨ªa como el realizar esfuerzos prolongados cuando el organismo se encuentra desnutrido. A las enfermedades del coraz¨®n como primer factor de riesgo para la pr¨¢ctica del deporte se a?ad¨ªa ahora la realizaci¨®n de una dieta rigurosa.

Los alimentos b¨¢sicos

El doctor Bassler llega a la conclusi¨®n de que "las v¨ªctimas cuyo fallecimiento se hab¨ªa relacionado con cardiopat¨ªas isqu¨¦micas, en general correspond¨ªan a infartos agudos de miocardio en individuos fumadores". Las dem¨¢s muertes las asocia con peligrosas restricciones diet¨¦ticas, recomendadas por profesionales de la salud. Hacer una restricci¨®n de alimentos b¨¢sicos con la finalidad de adelgazar supon¨ªa, por tanto, el mismo riesgo que hacer deporte con un coraz¨®n da?ado. En la mayor¨ªa de los casos, el doctor Bassler descubri¨® que las v¨ªctimas hab¨ªan dejado de tomar cinco o m¨¢s de los nueve alimentos b¨¢sicos del hombre.

Bassler, en The Lancet, presenta 12 casos de necropsias en los que no existi¨® evidencia cl¨ªnica de infarto de miocardio. Explica que en un caso la v¨ªctima hab¨ªa utilizado un diur¨¦tico, y en los restantes se hab¨ªa realizado restricci¨®n diet¨¦tica. La evaluaci¨®n se registra en una escala de cero a 10. Sobre una lista est¨¢ndar de nueve alimentos, se asigna un punto por cada uno (carne de vacuno, leche, huevos, otras prote¨ªnas animales, aceite vegetal, sal, az¨²car, alcohol y cafe¨ªna), a?adi¨¦ndose otro punto cuando se efect¨²a una suplementaci¨®n regular con salvado de cereal.

Afirma el doctor Bassler que "una puntuaci¨®n diet¨¦tica de cinco o m¨¢s puede resultar letal a largo plazo en corredores de grandes distancias", lo que tambi¨¦n se puede aplicar a deportistas que realicen esfuerzos prolongados, m¨¢xime si no est¨¢n bien entrenados. En sus an¨¢lisis, algunas de las v¨ªctimas presentaban p¨¦rdidas de peso que oscilaban entre los 11 y 30 kilos a causa de la dieta seguida. De esta manera, los riesgos de una dieta en la persona que practica deporte se igualan a los que pueden ocasionar las enfermedades coronar¨ªas.

La grasa, fundamental

El doctor Andr¨¦s Chudoba, checoslovaco afincado en Espa?a y practicante de la carrera a pie, apoya la tesis de su colega Bassler. Adem¨¢s, observa tres caracter¨ªsticas comunes en los corredores aficionados, que, si bien pueden ser consideradas normales entre los atletas de elite, s¨ª pueden ser preocupantes en quienes han llegado a la pr¨¢ctica deportiva tarde y, consiguientemente, sin una base f¨ªsica adecuada. ?stas son la delgadez, la dieta y el elevado kilometraje semanal (100 kil¨®metros).

Todo esto provoca unas cifras muy bajas de grasa corporal, que se sit¨²a en el 7,5% del peso total en corredores de fondo. Este porcentaje supone aproximadamente un 9% menos que en hombres normalmente activos de la misma edad. A este respecto, el doctor Chudoba dice: "Un corredor se ve obligado a quemar grasas para tener energ¨ªa, y si a esto se le a?ade de que muchos deportistas hacen dietas restrictivas, cuyo resulwtado es privar al organismo de alimentos necesarios para el funcionamiento de las distintas del cuerpo, tenemos ante nosotros un panorama preopante por lo menos. Para terminar de ensombrecerlo est¨¢n los altos kilometrajes realizados por muchos corredores, que cumplen con una jornada laboral ya de por s¨ª agotadora. ?Cu¨¢ntas muertes ocurridas durante la carrera, o poco tiempo despu¨¦s, son realmente consecuencia de un mal funcionamiento de uno o varios, ¨®rganos del cuerpo, debido a la falta de grasas suficientes para realizar normalmente su trabajo en condiciones de esfuerzo?"

El doctor Chudoba se?ala que, "dejando aparte un cuarto factor important¨ªsimo, como es la cantidad de sue?o, vemos c¨®mo la coincidencia de estos factores en un deportista pueden llevarle a una situaci¨®n amenazante para su salud". Por ello apela al sentido com¨²n del deportista, que no ha de renunciar a ninguna actividad por temor a poner en peligro su salud, pero siempre que elimine todos los factores de riesgo se?alados.

Campa?as publicitarias

Antonio Postigo, profesor de educaci¨®n f¨ªsica, entrenador de atletismo y corredor de marat¨®n, expone que los peligros a los que se encuentra sometido el deportista obeceden a que, "de una sociedad t¨ªpicamente sedentaria, donde el ejercicio estaba relegado a una minor¨ªa, hemos pasado en muy poco espacio de tiempo a un entusiasmo general por la actividad f¨ªsica. Hasta tal punto que la Administraci¨®n, a trav¨¦s de campa?as publicitarias -"Vive Deportivamente", "Contamos Cont?go" y "Empieza Corriendo"-, ha animado m¨¢s que informado y ha impulsado m¨¢s que educado. Consecuencia de esto es la actual moda de hacer deporte sin antes haberse planteado el hecho deportivo como tradici¨®n cultural. A esta situaci¨®n debemos a?adir, al mismo tiempo, la obsesi¨®n existente por la dieta alimenticia".

Postigo reconoce que "la uni¨®n de estas dos modas (deporte y dieta) nos ha llevado a m¨¦dicos y entrenadores a pensar que, a mayor entrenamiento y menor peso corporal, mejores resultados atl¨¦ticos. As¨ª se ha destacado el f¨ªsico del corredor de fondo, poni¨¦ndole como ejemplo al atleta aficionado, llegando incluso a decir que eso era saludable, cuando para la salud de ¨¦ste lo m¨¢s indicado es no variar radicalmente su constituci¨®n f¨ªsica".

La carrera a pie, seg¨²n Postigo, debe aproximar resultados deportivos y salud corporal: "Es fundamental reconducir a los corredores a una alimentaci¨®n sana y tradicional y a entrenamientos racionales que posibiliten una mejora, pero nunca su destrucci¨®n como ser humano".