El conservadurismo republicano

En pol¨ªtica exterior, el presidente Ronald Reagan propone mantener una l¨ªnea de firmeza ante la Uni¨®n Sovi¨¦tica, con ofertas de di¨¢logo para negociar una reducci¨®n y control de armas estrat¨¦gicas. Sin embargo, Reagan se opone al principio de una congelaci¨®n de armas nucleares, duda de las posibilidades de verificaci¨®n de acuerdos de armamento y apoya el principio de fabricar armas espaciales antimisiles.Ronald Reagan insiste en el cariz de enfrentamiento Este-Oeste del conflicto centroamericano. Promete continuar el apoyo a la guerrilla antisandinista y reforzar la presencia militar de EE UU en la zona, principalmente con la instalaci¨®n de bases en Honduras.

La Administraci¨®n Reagan apoya al Gobierno de El Salvador y duda del posible su di¨¢logo entre el Gobierno y la oposici¨®n armada en este pa¨ªs, as¨ª como de los resultados del Grupo de Contadora. Destaca la invasi¨®n de la isla caribe?a de Granada, efectuada el pasado a?o, como una prueba de que los sovi¨¦ticos no avanzar¨¢n "ni un cent¨ªmetro" en Centroam¨¦rica.

El presidente norteamericano defiende, respecto a Oriente Pr¨®ximo y L¨ªbano, las tesis de Israel, y enterr¨® su plan de paz, destinado a crear un Estado palestino asociado a Jordania. Considera que el fracaso de la pol¨ªtica de EE UU en L¨ªbano -que cuenta con un balance de unas 300 v¨ªctimas norteamericanas en diversos atentados- es fruto del terrorismo internacional.

Los republicanos consideran que, en materia de defensa, es necesario un crecimiento entre el 7% y el 8% por encima de la inflaci¨®n para sostener un equilibrio con el potencial militar sovi¨¦tico. La Administraci¨®n Reagan, que defiende la reconversi¨®n de la industria militar, es responsable de la creaci¨®n de nuevas armas, entre las que destacan la nueva generaci¨®n de misiles intercontinentales MX, con 10 ojivas nucleares cada uno, el superbombardero B-1 y la nueva generaci¨®n de submarinos nucleares equipados con misiles bal¨ªsticos trident.

Pol¨ªtica interior

Reagan defiende, en pol¨ªtica interior, la continuidad del superliberalismo econ¨®mico -prometiendo reducci¨®n del gasto p¨²blico y de la inflaci¨®n, as¨ª como el mantenimiento de la presi¨®n fiscal en sus l¨ªmites actuales con reducci¨®n de la intervenci¨®n del Gobierno federal en programas de orden social, como la ayuda m¨¦dica y los bonos para comidas. El candidato republicano se opone a una profunda reforma del sistema de Seguridad Social y defiende un aumento del presupuesto federal para la lucha contra el tr¨¢fico de drogas.

El actual presidente norteamericano es partidario, en materia de religi¨®n y moral, de las limitaciones de la actual legislaci¨®n sobre el aborto, y apoya la eventual introducci¨®n de la plegaria obligatoria en las escuelas p¨²blicas.

Reagan promete una versi¨®n -corregida y aumentada- de lo que ha sido su primer per¨ªodo al frente de la Casa Blanca, si el electorado le brinda hoy otros cuatro a?os de mandato.