La magia del cantar
Grupos como Oskorri, y recitales como el que este grupo vasco ha dado en Madrid, o como los que he tenido ocasi¨®n de verles durante el ¨²ltimo a?o en diversos lugares, le devuelven a uno el placer de la cr¨ªtica musical. Y no tanto por la perfecci¨®n t¨¦cnica, que normalmente es impecable, aunque en esta ocasi¨®n adoleciera de una m¨ªnima inseguridad, debida a la integraci¨®n de un nuevo m¨²sico que tocaba por primera vez con ellos, sino por esa magia especial de la m¨²sica viva y en comunicaci¨®n irrefrenable con el p¨²blico.De todas formas, la incorporaci¨®n de Santi Ibarreche es positiva, pues introduce con su saxo y su flauta un cierto toque de resonancias jazz¨ªsticas que enriquece el sonido habitual del grupo. Fue un recital espl¨¦ndido, un derroche de alegr¨ªa y profundidad, como corresponde a un conjunto en plena madurez, que se encuentra entre los mejores de Europa, dentro de una l¨ªnea maestra que va desde Fairport Convention o Steeleye Spann hasta Malicome o Gwendal.
Oskorri
Jornadas de m¨²sica popular del Pa¨ªs VascoColegio Mayor San Juan Evangelista. Madrid, 17 de noviembre.
Si una canci¨®n es como un edificio, en la que cada elemento -armon¨ªa, ritmo, timbre, melod¨ªa, estructura, arreglos e interpretaci¨®n-, debe ocupar su sitio exacto, manteniendo las tensiones necesarias y soportanto los pesos precisos para que el resultado final sea s¨®lido, resistente y bello; un recital es como una urbanizaci¨®n, en la que el equilibrio y la distribuci¨®n de las cosas es fundamental para disfrutarlo en plenitud.
Pues bien, las canciones y los recitales de Oskorri son as¨ª. La combinaci¨®n de ritmos, cadencias, sonidos y temas compone un friso rico y variado, una urbanizaci¨®n m¨²sical en perfecto estado de habitabilidad, aderazado por las zonas verdes y de esparcimiento que aporta la campechan¨ªa documentada y coloquial, no exenta de tonos ¨¢cidos, de las presentaciones de Natxo de Felipe, cantante multiinstrumentista y compositor principal del grupo.
M¨²sicos competentes
Todos los integrantes de Oskorri son m¨²sicos altamente competentes, contribuyendo a esa fascinaci¨®n que rezuma el continuo juego contrapunt¨ªstico de algunos instrumentos, las armonizaciones vocales e instrumentales modernas de las melod¨ªas tradicionales o propias, la mezcla de instrumentos tan dispares como los tradicionales: alboka, txirula, acorde¨®n, triki trika, txalaparta o mandolina, con percusiones indias y africanas y otros modernos: guitarras ac¨²sticas, flauta, saxo, viol¨ªn electrificado, bajo y guitarra el¨¦ctricos. Todo ello redunda en un sonido rico, de sugerente fuerza, expresividad y matizaciones.Una cosa as¨ª no puede ser fruto de la improvisaci¨®n o la espontaneidad, sino resultado del talento desarrollado a lo largo de muchos a?os de trabajo y ocho discos editados, de los que cada uno es mejor que el anterior. Oskorri ha comenzado a actuar por toda Espa?a y Europa. Evidentemente, es un grupo cuya calidad exige ampliar el ¨¢mbito de su actividad a nuevas geograf¨ªas y nuevos p¨²blicos.
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